Bailando una bachata en mi estómago
Publicado en Oct 25, 2010
1.
Se pasó haciendo juicios a diestra y siniestra. Enjuiciando a los demás desde su particular óptica viciada por su empatía y fanatismo… Del juicio pasó apresuradamente a la condena y el castigo a alguien que él presume corrompe el mundo. Y la gente que se sientó frente a su pulpito escuchaba sus frenéticos gritos. Lo veían desgalillarse, desgañitarse al punto en que su sangre, según animan las venas de su sien, amenazaban con hacer reventar su cabeza. 2. Fue llamado a ser pastor, dicho por el mismo, por orden divina… Fue convocado a ser ese apóstol en el mejor sentido de la palabra que es encomendado a hacer el bien… Dice él, y yo lo afirmo, que tuvo una iluminación divina. Vino como una centella a cambiar su vida en pro del amor y la compasión al prójimo. Ahora él reclama tener una línea directa con su Dios. Se transforma, habla en lenguas y dice tener el poder de la curación. Todo lo que formula y hace es una ordenanza de su venerado padre celestial… Cuando retornó a su país, luego de hacer una carrera en finanzas en una de las más acreditadas universidades de Estados Unidos, instituyó su sacra iglesia y ahora es la más grande de la Isla de Puerto Rico. Es conocido por todos los políticos astutos y sagaces. Muchos visitan su santuario en busca de aquellos votos necesarios para ganar su encaño en las próximas elecciones. 3. ____“Algo maravilloso está pasando en nuestra santificada y ejemplar iglesia. No hay asientos vacios, dice desde su pulpito, mientras habla en una lengua extraña. Al rato sigue con su mensaje de sanación y gritó: ___“Hay que desinfectar esta sociedad pecaminosa, contaminada y corrompida. No le demos pon al diablo. Desde su teléfono celular Dios nos indica que saquemos fuera al pecado.” Miró su reloj de fino oro de 18 quilates que marcaba las doce y treinta de la tarde, se acomodó su corbata fielmente combinada con su gabán de corte europeo y pensó: ___ “Hay que fumigar este sermón de domingo antes que me baje la azúcar, las tripas me bailan una bachata en el estómago, tengo un hambre de perro y quiero saber cuánto se recogió en diezmo esta mañana.”
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