Las tardes de té de doña Susana
 
Durante la mayor parte de mi niñez y adolescencia luego del colegio llegaba a casa de mis abuelos donde permanecía el resto del día hasta entrada la noche que mis padres me recogían al regresar de sus trabajos,
Mis tardes transcurrían entre hacer las tareas y jugar con mis amigos, nuestros juegos fueron evolucionando de las muñecas al monopolio, hasta que a la casa junto de mis abuelos se mudo la señora Susana, que pronto fue conocida entre nosotras como la señora de labios carmesí.
La casa estaba un poco destruida por el abandono, ya que su ultimo habitante había fallecido cinco años atrás, doña Susana no demoro en transformar  la vieja casa en un hermoso lugar, vivía sola y poco se conocía de su vida antes de llegar al barrio, mis amigas y yo especulamos con relación a su edad y llegamos a la conclusión que estaba entre los 35-37 años de edad.
No paso mucho tiempo antes que doña Susana se hiciera amiga de las señoras del sector con las que empezó a organizar las tardes de té.
Para ese entonces ya entrabamos a la adolescencia y como es propio de esta etapa nuestra curiosidad andaba un poco desbordada. Un día mi amiga Liliana nos conto a todas que había escuchado a su madre contar a otras señoras  los temas de conversación, hasta que la palabra mágica encendió sus alarmas y de paso las de todas... sexualidad.
Fue así como comenzó nuestra misión de espionaje, el objetivo era saber todo sobre sexo.
Sabíamos que se reunían todas las tarde de 4 a 6 de la tarde, así que desde el árbol de mamoncillo teníamos buena vista y lo más importante escuchábamos muy bien sin ser vistas.
Esa primera tarde la madre de Liliana preguntaba sobre las posiciones, doña Susana le decía que desde arriba se experimentaba una sensación de poder y desde abajo protección, y nosotras realmente no comprendíamos, que extrañas explicación, bueno igual nosotras teníamos el poder de escucharlas sin ser vistas, entonces estar arriba era bueno.
En realidad no nos pareció muy interesante, pero no teníamos mas nada que hacer así que escuchar sus tonterías era lo menos aburrido.
La segunda tarde no acabábamos de acomodarnos en nuestros lugares cuando la señora Susana enseñaba a las otras señoras unos dibujos algo extraños, lo que parecía ser una mujer en la misma posición en que camina los perritos y los hombres sobre sus rodillas como cuando se va a orar detrás de la que parecía ser una mujer, dio una larga explicación y uso palabras que no habíamos escuchado antes "penetración" todas nos preguntamos qué era eso, pero ninguna lo tenia claro, así que la tarea de ese día seria buscarla en el diccionario o para otras preguntárselo a papa que siempre lo sabe todo.
Luego saco un dibujo algo aterrador, no logramos comprender que era hasta que ella pronuncio la palabra vagina, de inmediato Martica recordó la clase de ciencias naturales, aun que en este dibujo se veía bastante diferente porque parecía tener cabellos o algo por el estilo, no era fácil de distinguir; continuamos escuchando sus explicaciones sobre algo llamado el punto G, allí no entendimos nada luego hablo de algo que llamo orgasmo, pero de eso entendimos menos.
Perdimos el interés por que eso parecía otro idioma, hasta que días después Sugey nos conto que su hermana mayor le explico que era penetración y por que los dibujos eran tan extraños, ya con mas información nuevamente regresamos al árbol a escuchar nuevamente.
Ese día saco un objeto que se movía como los juguetes a control remoto, pero de una extraña forma alargada y con una textura, era de color rojo.
Y debía ser  de dulce por que doña Susana lo llevaba a su boca como si fuera una colombina, ese día no pudimos escuchar nada por que hablaban muy bajo y miraban en todas  direcciones como su sospecharan que alguien las espiaba.
Luego de la charla todas se marcharon incluidas doña Susana así que vimos la oportunidad de ver de cerca el extraño objeto.
La ventana del frente estaba abierta y por allí nos metimos la casa estaba llena de cosas linda, tenía un están lleno de muñecas de porcelana en forma de bailarinas de ballet, otro están lleno de trofeos y fotos que parecía ser ella muy joven al lado de un joven muy apuesto vestidos como los bailarines de la televisión.
Entramos a lo que parecía ser un estudio, tenía muchos libros con títulos en otro idiomas, había uno en particular que nos hizo reír por el nombre se titulaba kamasutra, lo abrimos y encontramos muchísimas imágenes, era impresionante, luego miramos en las gavetas del escritorio y encontramos el extraño objeto.
Nos reímos mucho de ver que vibraba y con las imágenes del libro comprendimos que era.
De pronto escuchábamos que la puerta se abría y no sabíamos qué hacer ni donde escondernos, en nuestra ligera huida patricia tropezó con un diploma colgado en la pared, era de Susana Espinoza Faciolince sexóloga de la universidad Javeriana.
Aquella tarde resolvimos algunas preguntas, pero nos quedaran otras tantas que solo la vida y el tiempo nos ayudarían a comprender.