Romance del romance de la luna, luna
Publicado en Oct 30, 2010
La luna bajó a la estepa
para cuidar que esa bruma, de aquel recuerdo en mis dos ojos no se transformara en laguna. El viaje lo hizo muy de prisa, pero aquel no tuvo fortuna, pobrecita madrina luna al caerse se hizo trizas. Y mis ojos con esa bruma de pronto se hicieron laguna. Al cielo, mi más fiel amigo, se apenó de aquella amargura... Con cien mil estrellas me hizo bello retrato de mi luna. Al mar, mi eterno confidente, no le quedó ni una duda, vió que hondo me dolía esto y juntando su blanca espuma: junto al coral y unas perlas me dió, bella rosa blancuzca. La brisa que me acariciaba mi sonrisa, que hoy no ayuda, vió aquel, mi rostro traspasado por la pena y por la locura. y sintiose un poco culpable. Pues sabía que era burla, que me prodigó el destino... sus palabras una, a, una, me informaron que era complot, para matarla, a mi luna. Y me contó que aquella noche, la vió a mi luna, luna, luna surcar por el cielo encendido de estrellas blancas y, azules. El destino la invitó a cenar, y bien aceptó, dulce luna. Mas, todo envenenado estaba: La mesa, la silla, el hule, el plato principal y también, el champagne y las aceitunas... Pobrecita madrina, luna, quiso marcharse muy temprano, y tímida cruzó la fragua, vistiendo polisón de nardos, el niño, la mira, la mira, Un niño la sigue mirando... Y mi madrina luna, luna tan envenenada llorando, clamó: ¡vengan los asesinos, los muy, malvados gitanos! (este destino y los gitanos, según rumores, son hermanos) ¿acaso será el destino, también gitano disfrazado?
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RAL FERNANDO TORRES
MARIANO DOROLA
IMPECABLE