Venga el amor
Publicado en Jun 16, 2009
Tengo la sangre de un niño
tatuada en la piel, la lágrima ingrata no me deja ver. El arma se calla, se pone a correr. La bomba ensordece, que vamos a hacer. Un gran nigromante la invita a pasar y viene la muerte, no quiere esperar. Recoge a aquel niño lo va a devorar, su traje de espanto le quiero arrancar. Cuando abre su boca, tremenda, el niño lo logra besar. Se esfuma la parca gritando, con el nigromante colgando a su par. El niño ya erguido comienza a jugar. Un ave brillante se pone a llorar. No es ave, es un Ángel que triste que está. Retorno del sueño, tendré que esperar. Que venga el Querube la muerte aún está.
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Verano Brisas