Retrato de nadie- autor Alberto Carranza Fontanini.
Publicado en Jun 17, 2009
En el sombrío interior del castillo de piedras, en su andar eterno, late un único recordatorio: ¿Quién me dio el permiso a la vida? Se llama Quien Sabe y desde entonces vagabundea, recorre en estado de alerta y en completa desnudez todos los recintos y las remotas escaleras. Muchas veces mira con aprensión hacia todas partes husmeando una amenaza pero todas las partes del castillo estan desiertas, salvo su gran habitación donde hay muebles vetustos que nunca usa porque cada vez que lo intentó le resultaron insoportablemente incómodos lo mismo que la ropa que nunca pudo ponerse. Y ya que todo le es enorme y dificultoso, salvo el peremne andar, va de un lado a otro y esto lo redime un poco, pero nada más. Cabría decir que no tiene más remedio que caminar o que sólo quiere caminar ya que nunca pudo acostarse y por lo tanto desconoce las restantes acciones. Las comunes, las habituales, son constantes enigmas que jamás podrá resolver. Su peso no lo explica todo porque no es un mastodente ni un gigante, podría decirse que no es casi nada; cualquier brisa que se filtre por las rendijas o imperceptibles aberturas lo eleva como una pluma y eso cambia su modalidad a un vuelo incierto, sin derrotero. En realidad es como un animalito gastado por los siglos pero sigue sin poder recordar que sucedió tan siquiera un rato antes. Como carece de la facultad de pensar reflexivamente, una vez en el suelo continúa su camino sin ton ni son. Cierta vez, en forma casual, estuvo colgado de un ventanuco que le permitió enterarse de un foso que rodeaba al gran castillo de piedra aislándolo del fértil valle no muy lejano donde vivían toda especie de animales, muchos de ellos depredadores, salvajes, agresivos y perentorios. También se enteró de un río, más bien- por su pacificidad- de un lago que se ensanchaba constantemente y de árboles que inclinaban su ramas para beber de él. Pero, a Quien Sabe todo eso le está vedado. Ha buscado, es cierto, ser diferente de como es y raspó las gruesa paredes con un metal que no les hizo mella. También descubrió en forma inesperada diversos juegos escondidos Quien sabe por quien, arrumbados en un desván gatero. Se detuvo y miró las piezas incógnitas del juego y al fin lo dejó con estupor; hizo igual con los dardos que no asoció con el blanco destinado donde se dibujaban simétricas circunferencias de color, y que estaba adosado a una manpara reluciente y de gran espesor. Como no supo qué hacer todo aquello lo importunó. Es evidente que Quien Sabe, no sabe nada, salvo que tiene permiso para vivir.
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alberto carranza
Enrique Dintrans Alarcn
Es un retrato excelente en el que describes descarnadamente el drama de la identidad humana entrelazada con el sentido de la vida. Has puesto en evidencia que está todo lo ambiental, pero acompañada de una carencia ontológica del hombre, que lo único que le queda es su existencia precaria. Permiso para vivir una vida que no logra asumirse en su identidad.
Felicitaciones
alberto carranza
Anna Feuerberg
Me gusran lo tus textos cada vez más. que ecribes. Este me recuerda un poco al Laberinto de Borges em el sentido de que vamos descubriendo al personaje progresivamente a partir de ss acciones, y el autor deja al lector un final abierto para que el lector saque sus propias conclusiones.
Disfruté mucho el caminar de Quien Sabe pr el castillo, así como el descubtmiento del río, el lago y las ramas de los árboles que se agachaban a beber agua. Siento que el personaje del relato podría ser un insecto pequeño, una hormiga quizás, que camina, camina, y eso es lo que sabe hacer, y si el viento la voltea, tiene complicaciones...Sí, un animalito que camina y descubre cosas en un castillo sin saber lo que significan y alejandose de ellas por pudor.
Me parece fascinante elegir un sujeto y describir el mundo que lo rodea desde su punto de vista. Lo hace bien interesante.
Cuáles son algunos de tus libros favoritos?
Un abrazo,
Anita
Verano Brisas
En cuanto al contenido, es atrapador y un poco extraño... o misteriso, no sabría definirlo. En todo caso, felicitaciones y adelante. Cordial saludo de Verano.