Me acaban de pasar una nota en secreto del sumario -y suma y sigue con esto de las notas secretas que dan trabajo a los periodistas "freelance" que para eso estamos- de una de mis fuentes de información más afirmativas, famosas y tan brillante como una hebilla frotada con el limpiahebillas Netol (aunque a veces hay que apoyarse con  la Búfalo o la Nugget para dejar las hebillas completamente brilantes). Pues bien, para no desviarnos del asunto -que a veces son tantas las cosas que pasan en la vida que no damos a basto y los de Abastos siguen preocupados con sus preocupaciones que ahora mismo no sé cuáles son pero me las imagino- me informan de un asunto que es para ponerse los pelos de punta (porque escriben los citados en el asunto con plumíferos de lo antiguallos que son) y es que, en efecto, de los chamanes chapuceros y mangantes se trata. 
Que dicen los chamanes que son ellos los dioses del futuro, los adivinos del presente y los jueces del ayer reconvertidos en chupatintas de hoy, que se ponen no sé cuántas clases de tintas en sus rostros que por eso nosotros tenemos que escribir  a veces hasta con lapiceros porque toda la tinta disponible se la malgastan en pintarrajearse como si fueran quetzales en época de celos. La nota, muy explícita por cierto, dice así: "Los chamanes, que sólo comen chaulafanes y por eso están tan traspellados que parecen canutos de cerbatanas en vez de personas, son brujos que están casados con brujas". Me entra la risa porque deduzco de todo ello que la palabra "chamán" deriva de "cha" de chalupa o chalado que es lo mismo y de "man" de manazas o manitas que también es lo mismo. ¿Por qué deduzco esto de estos tipos tan estrambóticos?... porque !qué bien les meten las manazas estos chalados a las chavalas jovencitas que, por desgracia, creen en ellos para esto de las "curaciones milagrosas" que no son curaciones ni menos aún milagrosas pero que es un chollo verdaderamente lustroso... que aunque bastante escuchimizados por culpa de tanto chaulafán que comen si que están lustrosos con todas esas plumas de aves que se ponen en el coco, porque en vez de cabeza pensante tienen coco parlante... !y cuántos chamanes parlanchines hay por estos mundos indígenas para desgracia de los ingenuos indígenas, sobre todo femeninas, que se creen que los chorizos son las longanizas!. ¿Es que no se dan cuenta de que los chamanes ni comen chorizos ni longanizas -que son productos que otorgan fuerza física y psíquica- ni dejan comerlos porque entonces se descubriría que  no valen ni un pimiento?. Es muy fácil decir que son adivinos cuando de engañar a los pueblos se trata. 
El chamanismo a la carta está de moda (esperemos que sea muy pasajera y la próxima semana hayan desaparecido por completo de los restaurantes chinos donde te dan, entre chaulafán y chaulafán, un poco de curaciones para los espíritus). El chamanismo a la carta comienza con hojas de higueras. Sí. Como si estuviésemos todavía en la época de Adán y Eva pues así de antiguallos son los chamanes. Pero hay una diferencia. Adán y Eva utilizaban grandes hojas de higuera para cubrirse las partes nobles de sus cuerpos pero los chamanes las usan para, una vez restregarte con ellas toda la cara por todos los lados (porque así dicen que desaparecen los "polvos de la madre Celestina" de tu rostro y, de paso explico que los "polvos de la madre Celestina" tan usados en el teatro cómico los inventó el madrileño español Juan Eugenio Hartzenbusch y no los chamanes como ellos dicen mintiendo más que cosacos borrachos como cubas). Pues bien, una vez que han dado una buena serie de soplamocos con las famosas grandes hojas de higueras (por cierto que los higos bien que se los comen ellos a escondidas de sus pueblos indígenas para no ser descubiertos); estos holgazanes y perezosos (porque no se les puede llamar de otra manera ya que se pasan la vida tumbados en hamacas de cáñamo mientras mastican cañamones que parecen que son pájaros carpinteros en vez de carpinteros de verdad)... ellos, que sí que tienen el cerebro hecho polvo por completo, se dignan ir diciendo a toque de flautas dulces (porque bien que se tocan las flautas dulces los dichosos chamanes y que cada cual entienda lo que quiera entender con esto porque para eso somos libres de interpretar como querramos frases como "tocarse las flautas dulces" o "hacer sonar el pito") se meten luego un buen buche de agua en la boca. ¿Qué para qué hacen esa extravagancia?. No para limpiarse los dientes precisamente que buena falta les hace de tan verdes como los tienen de tanto mascar yucas y chirimoyas que otros, por supuesto, han trabajado de sol a sol para producirlas; sino para lo siguiente, aunque suene a marranada ya que es una cochinada. 
Esto es lo que hacen con el agua (hay que decir que son aguas de borrajas por cierto), las mueven y remueven en sus bocas, para que no se quede ninguna sustancia de sus dientes verdes entre sus muelas e incisivos y... ¡de pronto!... ¡sin preguntarte nada!... ¡¡la sueltan a tal presión contra la cara del ingenuo o la ingenua que los creen adivinos que les ponen dichas caras como si fuesen cuadros abstractos; todas ellas llenas de salivas, escupitinajos, aguachirris y otras sustancias que no me permito escribir para no escandalizar a los más pequeños lectores mientras se parten de risa y, además, salpican hasta el cuello y los trajes que lleven puestos los ingenuos e ingenuas que se creen que son adivinos!!. 
De verdad que es para partirse de risa ver como escupen descaradamente que hasta mucosidades salen junto con las aguas de borrajas para después ofrecerte, una vez ya borrachos de tantas chicha que han bebido a pesar de sus pocas chichas musculares, toman un buen ramo de ortiga y te empiezan a sacudir en las espaldas, en las nalgas y en las corvas de las piernas porque dicen así que los malos espíritus que anidan en las espaldas, en las nalgas y en las corvas de las piernas desaparecen. No sé si desaparecerán o no desparecerán (porque esos espíritus precisamente no existen en la realidad salvo en la imaginación enfermiza, calenturienta y parturienta de los chamanes y quienes creen en ellos) pero te dejan todo el cuerpo con un picor que te tienes que pasar tres meses durmiendo boca abajo y echándote polvos de talco y pomadas antialérgicas más algunas que otras frotaciones con carne de membrillo dulce o grasa de bacalao frito que se pueden conseguir algo de eso en las fritadas callejeras, mientras ninguna clase de espíritu desparece ya que, vuelvo a insistir, en que eso de los espíritus que anidan en  las espaldas, en las nalgas y en las corvas de las piernas son alucinaciones de los citados chamanes nada más. 
De  verdad que dan ganas de partirse de risa cuando ves a los pobres ingenuos y po res ingenuas creyendo que con tales procedimientos los chamanes te curan espantando a los espíritus. Y yo me pregunto... ¿por qué entonces no se ortigan ellos mismos sus cataplines a ver si se les desaparecen los espíritus esos que les guían a aprovecharse de las vírgenes indígenas que más de uno y mil casos se han conocido ya?. ¿Por qué no se ortigan ellos sus cataplines?. Por una azón muy clara: si ellos se ortigaran sus cataplines sabrían lo que es el picor de los polvos pica-pica... que de polvos saben bastante los susodichos chamanes. 
De verdad que es increíble e insoportable que en pleno Siglo XXI siga habiendo tanta ignorancia entre los indígenas (no es culpa de ellos sino de los chamanes que los tienen sometidos) para no darse cuenta de tales estafas y que son más rateros que el caco Bonifacio de los tebeos de mi infancia. Y encima ellos eligen siempre los mejores cuys (entiéndase conejitos de Indias) y, acompañados de mellocos y guanabanas que, por supuesto ni han criado ellos ni han plantado ellos, cenar tan abundantemente que quedan totalmente dormidos mientras se han bebido toda la chicha que han podido. 
No puedo dejar de enviar un saludo cordial de recordatorio y medio a los señores Eduardo (que tiene un morro que se lo pisa) y Macas (que ya es peado y cansino verle siempre con el moimo sombrero tipo hongo gris que parece un saltimbanqui o un duendecillo salido de una seta). Por cierto la verdadera definición de CONAIE es Comemos Ostras Naturales Aunque Infectadas Escorbutamente. Bueno. Adiós. Que tengo que seguir trabajando para alimentar a mi familia y dar algo a los más necesitados y que no soy como esos vagos y sinvergüenzas chamanes que meten tantas agujas en los muñequitos de trapo (porque hasta así son de infantiloides). ¿Les gustaría a ellos que todo el peublo indígena despertarse de tal pesadilla de brujerías y les metiesen agujas de coser chompas de cuero por las nalgas para que aprendan a ser de una vez por todas seres normales?. Pues eso.