Discurso en el matrimonio de mi hija.
Publicado en Nov 23, 2010
Discurso en el matrimonio de mi hija.
POR RAYMUNDO REYNOSO CAMA. -Queridísimos contrayentes de este esperado connubio religioso. -Respetables padrinos del protocolar acto nupcial. -Estimados consuegros de esta feliz unión matrimonial. -Adorada mamá ausente, que desde el cielo bendices el casamiento de tu nieta. -Querido papá, quien a pesar de tu existencia longeva nos acompañas gratamente. -Respetable concurrencia en general. En estos momentos, en los que se experimentan los más nobles sentimientos y en los que confluyen las más caudalosas pero tiernas emociones, a nombre de mi familia y del mío propio, dejo expresa constancia de la enorme satisfacción que me produce el matrimonio de mi hija NERALBA con el joven JUAN, por cuanto el contrayente proviene de una familia bien constituida, de sólida formación moral y con un alto espíritu de responsabilidad, virtudes que les hacen merecedor del amor de mi hija, quien es depositaria de cualidades muy excelsas, conocidas por toda la comunidad, además por que ella es la niña de mis ojos, la reina de mi corazón, mi razón de vivir. Dos seres que se unen con estas características, sumadas a una comprensión recíproca, aseguran una vida conyugal exitosa y feliz. Agradezco la presencia de todos y cada uno de los convocados a la ceremonia, por que se han convertido en los verdaderos artífices del éxito que reviste esta fiesta organizada en honor de los desposados. ¡JUAN, querido yerno, a ti encomiendo esta joya para que la cuides, la respetes y la ames siempre por sobre todas las cosas. Hoy que mi hija se desprende de mis brazos para acudir a tu lado, en busca de su felicidad, yo me obligo a estar tranquilo por que sé que ustedes están debidamente preparados para afrontar esa responsabilidad de conducir un hogar, en forma armoniosa y de un modo muy circunspecto. Sin embargo, conservando la prudencia y el recato que el caso amerita, estaré siempre vigilante para poder orientarles con mi modesta experiencia de la vida, desde luego si ustedes me lo permitieran! Finalmente quiero agregar lo siguiente: ¡NERALBA Y JUAN, HIJOS MÍOS, ámense siempre como en el exordio de su acercamiento, como en el prefacio de su cariño, como en la alborada de su ternura, como cuando se miraron por primera vez a los ojos y habló el alma con su mudo lenguaje diciéndolo todo! ¡Cojan del amanecer su frescura y del anochecer su silencio, para que con frescura y silencio se inspiren y hagan crecer ese gran amor que se profesan! ¡Cojan de la luna su brillo y del sol su esplendor, para que con brillo y esplendor se ilumine el camino que les toque recorrer juntos! ¡Cojan de la sonrisa su ternura y del recorrer su tiempo, para que con ternura y tiempo construyan su eterna felicidad que también será la mía! GRACIAS POR ESCUCHARME, HE DICHO.
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Stella Maris Sanhueza
raymundo
LUMA54
raymundo
jose manuel
raymundo
teodoro luis
Alejandra Correas Vzquez
distinto. Los demás lo sienten o le llegan, sin haberlo meditado.
Tú lo desarrollas como una expresión de ideas con vuelo poético
felicitaciones Alejandra
raymundo
Ena Patricia Sierra Molina
Ena Patry
raymundo
raymundo
Alexis
raymundo
Richard Albacete