Incomensurable. Por Alberto Carranza Fontanini
Publicado en Dec 03, 2010
Aún yaciente intentó enmendar la maldición
que lo atribulaba y como Dios es piedad figurada no pudo evitar mordisquear la manzana. Inútil pedir disculpas con espíritu doliente, inútil no ser dueño de un alma depravada, para quien atraviesa cierta frontera ya nada es posible. Buscó entonces volverse a El y con alas inertes entonó infinitas plegarias... Si esas cadenas no hubiesen atenazado Si firmes rejas no hubiesen cercado su rebeldía Si destellos de sangre no dañasen sus ojos, si la espumosa fatiga no asediase inciertamente, y la duda no fuese causante de la fiebre aposentada el perdón hubiese sido un bálsamo sin estrépito, un acto de contrición que lo dejaría prosternado de una vez para siempre.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|