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Publicado en Dec 08, 2010
Sé que siento a los penes empinados
que se quieren meter en mí como espadas y garfios de pirata al abordaje, sé que siento que cualquier falo que me busca es para hacerme daño y yo deseo que sea así... me gusta que sea así. Confundo a los tíos desnudos que me tumban con soldados, a mis muslos con murallas de castillo, puertas de siete llaves... que siempre se abren. Siempre deseo al enemigo, al que me invade con una pólvora caliente y amarilla, al que me vence, y toma cual botín a mi cama que es mi casa y evita que me esconda entre las sábanas, que son mis sombras, para ser yo mi fantasma, mis ojos mi vista atrás, mis gritos de placer mi llamada a mamá, sé que hubo algo con un tío que torció mi voluntad, me llenó de licor envenenado, y mis piernas tiemblan cuando uno me pretende, busca con sus manos bajo mi falda y se hace con mis bragas, cuando empieza el tiempo de los susurros que yo no quiero que se escuchen. Sé que hubo una polla que se metió cuando no debía, que rompió mi oscuridad como se rompen los cristales de un casa que se ataca, sé que no dije no, que me abrí de piernas, la besé y le saqué lo que ella quería. Sé que nunca he olvidado los tiempos dulces de recreo que corridas de leche ardiente me mancharon... ¿para siempre? Que me señalaron con el dedo para gritarme hasta yo llorar: Tú eres tan culpable como yo, si no más. Y sé también que esto ha pasado a otras muñecas que se rompieron como yo: sin echar sangre. Sin echar sangre y mudas hasta que la muerte por fin las lleve a dónde no hay iglesias donde sufrir. Más, espero cada noche amanecer en una mañana sin dolor, autista sin recuerdos que mascar, sin rostros a los que disparar. Cada noche pienso que se borra una vida como del teclado desaparece un texto con tan solo pulsar un botón amado. Nunca es así, siempre vuelvo a ser igual: el no perdonar, el miedo a volver atrás, el odio que no puedo comulgar, se concentran en mi raja que todo lo tragó y es como si mi vagina fuera una bomba presta a explotar. Mientras mi pasado no se resuelve, me acuesto contigo mujer amada, tomando toda tu porción de piel, estampando besos, mamadas, saliva y jugos por doquier. Te apreso con mis abrazos entregados a tu cintura desarmada... ¿cómo un soldado?
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Richard Albacete
Saludos amiga mía,Richard
Monica Vera
Marian