Y cuando los minutos fueron tristes.
Publicado en Dec 10, 2010
Y cuando los minutos fueron tristes la nombré cerezo, pero no había cerezos en el desierto de mi alma. Entonces la llamé trigal y el viento meció suavemente las espigas. Falso espejismo. No estaba ella entre las doradas espigas. La designé tomillo, yerbabuena, retama.. pero su perfume no aparecía entre los arbustos y tampoco cuando la nombré azucena, rosa o clavel. Totalmente derrotado me volví de nuevo niño y me senté en el pretil de mi puente para comenzar a llorar. En medio de las lágrimas había silencio que me llegaba de las riberas del rio y fue cuando oí su dulce voz melodiosa: "Búscame, pequeño, dentro de tu gran corazón... porque estoy ahí dentro". Y comenzaron a cantar los ruiseñores de la humilde aldea...
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|