"Lady Blue" (Dama Azul) PELÍCULA - 5
Publicado en Dec 10, 2010
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TERCERA SECUENCIA.
Escena Número 5 - Toma Número 1
Sala / Interior  / Mañana
Sobre una película de color verde claro la cámara toma un primer plano de María de Sotomayor Campoamores "Lady Blue", a la edad de 25 años sentada en su butacón y viendo la televisión. La cámara pasa por un plano medio, un plano americano y un plano general y después se centra en el televisor donde María está visionando la escena en que Tony -el romántico enamorado de María en la película "West side Story" (Roberto Wise, 1967) canta desconsoladamente la célebre canción cuyo título lleva el nombre de su amada. La escena, en total, dura 5 minutos".
Escena Número 6 - Toma Número 1.
Despacho / Interior / Tarde
La cámara se centra en el diálogo entre "Lady Blue" y su padre Pedro de Sotomayor y Santa Cruz. Se encuentran en el salón-biblioteca de éste.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Papá!. ¡Papá!. ¡Ya he encontrado al amor de vida!. ¡Ya sé con qué hombre deseo casarme!.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¡Sabía que lo encontrarías!. Sí. Ya tienes veinticinco años de edad y es hora de que te emancipes del hogar. Siento que te alejes de mí... ¡te recuerdo tanto y tengo tantos recuerdos de tu pasado...!. Todavía no sé cuándo dejaste de ser una niña y te convertiste en mujer. Pero es ley de vida. Tienes tus propias alas y junto a Jorge Galán Apolo serás la mujer más feliz del mundo.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Pero...no papá... te confundes. Tengo mis propias alas y también tengo mi propia voluntad. ¡Al hombre que amo con todo mi corazón es a Salvador Chica Ganalá!.
PEDRO DE SOTOMAYOR (pasando de la alegría al desconcierto).- ¿Cómo has dicho?. ¿Salvador Chica Ganalá?. Dime que no he escuchado bien... dime por favor que ha sido sólo que te has equivocado al decir su nombre y que he entendido mal el nombre que has dicho.
MARÍA DE SOTOMAYOR (con mayor firmeza).- No, papá, ¡has escuchado bien!. ¡El hombre que está en mi corazón desde que era sólo una niña de siete años de edad es Salvador Chica Ganalá!. ¡He dicho Salvador!. ¡He elegido a Salvador!.
PEDRO DE SOTOMAYOR (ENFURECIDO).- ¡¡Pero cómo te atreves a decir tal cosa!!. ¿Es que no tienes vergüenza alguna al venir a decirme que un negro va a formar parte de la familia de los Sotomayor y los Santa Cruz?. ¡¡No lo voy a consentir!!. ¡¡Jamás un negro formará parte de mi familia!!. ¡¡Yo he decidido que será Pedro Galán Apolo y será Pedro Galán Apolo!!!. ¡¡No puedes teñir con la presencia de un negro la ilustre sangre de los Sotomayor y los Santa Cruz!!. ¡¡No!!. ¡¡Salvador Chica Ganalá jamás entrará más veces en mi casa!!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Alguien te dijo algo a tí algo en contra cuando elegiste a una mujer que sólo es pura vanidad y que jamás se preocupò por mí lo más mínimo?. Yo no tuve una verdadera madre y eso fue por culpa de tu elección... fuiste libre para elegir a tu mujer ideal... alta, rubia, ojos azules, fantástica presencia física pero nada más... así que yo deseo ser libre para elegir a un hombre noble y generoso como Salvador. No me interesa para nada saber de qué color es su piel sino de qué color es su alma.
PEDRO DE SOTOMAYOR (pegando un puñetazo sobre la mesa cercana).- ¿Pero es que has enloquecido de verdad?. ¡¡Mira!!. ¡Mira a tu alrededor!. ¡Mira esos famosos e ilustres personajes retratados en esos maravillosos cuadros!. ¡Ahí tienes a Ángel de Sotomayor Montecristi, condecorado con varias medallas y prebendas que el Rey de España le ha otorgado por sus altos servicios sociales de beneficencia con los más necesitados. Pertenece a la nobleza de los Grandes de España, aunque tú todavía no lo conozcas en perseona!. Pero... mira... su porte... mira su elegancia vistiendo... mira su mirada profunda... mira su apostura... es, no lo olvides, un Grande de España...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡No quieres entender nada, papá!. Te estoy repitiendo que la única grandeza que busco en el hombre de mi vida es la grandeza de su alma.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¡¡No me interrumpas cuando estoy hablando!!. ¡Mira a ese otro antepasado ilustre!. !Es nada más y nada menos que Pedro Álvarez de Sotomaior, "Pedro Madruga"; que fue una de las figuras más sobresalientes del medievo gallego y prototipo del caballero feudal. Su apodo, según su principal admirador, el cronista Vasco de Aponte, vendría de llegar a combatir de madrugada, algo que no era habitual entre los caballeros medievales. !Estas ante la flor y nata de la sociedad española de su tiempo. Hay muchos que afirman fue el mismísimo Cristóbal Colón nacido en Pontevedra. ¿Sabias que hasta es posible que desciendas del Descubridor de América?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡No tengo ningún interés en ser descendiente de un caballero feudal aunque sea convertido en el mismísimo Cristóbal Colón. Para mí el verdadero descubridor de América fue Ramón de Triana, un sencillo marinero nada más pero que tuvo el valor y la grandeza de ver por primera vez estas tierras para el conocimiento de la Humanidad. No. Yo admiro mucho más a las personas sencillas como Ramón de Triana y por eso estoy enamorada de Salvador Chica Ganalá. ¡No me interesan los títulos de nobleza, papá!.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¿Qué estás diciendo desdichada?. Si no fuera por ellos tú no serías tú... hasta podrías haber nacido en una barraca de gitanos nada más.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Gitanos y negros son personas papá.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¡¡Pero jamás para los Sotomayor y Santa Cruz!!. ¡¡No me sigas inculcando estupideces de niña bonita y malcriada!!. ¡Mira a ese otro!. ¡Es nada más y nada menos que Manuel Ignacio Santa Cruz Loidi; un gran sacerdote y guerrillero vasco conocido como el cura Santa Cruz en Colombia!. ¡Si te gusta tanto las aventuras rocambolescas de trasnochadas romanticoides atrévete a ser al menos decente, con clase y estilo de mujer ilustre, digna sucesora de aquel otro que ves allí... ¡¡Giacomo Girolamo Casanova!!. ¡Fue un famoso aventurero, escritor, diplomático y agente secreto veneciano!. También forma parte de tu sangre. Por eso tu esposo será Jorge Galán Apolo. Un hombre fuerte, musculoso, valiente, decidido a romperse la cara con quien sea por conquistar tu amor.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Te equivocas en lo más esencial, papá. Yo no quiero ser conquistada por ningún hombre; soy yo la que los conquisto y ese es mi poder. Yo lo que amo es a un hombre que me ama y no a un hombre que me conquista. Si quisiera podría conquistar a cualquier Casanova que se me pusiese delante... pero he decidido conquistar a Salvador, porque Salvador me ha enamorado desde el principio.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¿pero quién es ese Salvador salvo un mísero sirviente negro que sólo ha nacido para ser servidor de los demás?. ¿Crees que porque se llama Salvador es como si fuera un Jesucristo enamorando almas humanas?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- La rabia, la ira, la envidia, el odio, el racismo... todo eso que envenena la almas humanas, ya que de almas humanas has hablado, te hacer decir tal locura. ¡Por supuesto que no es Jesucristo pero actúa siempre con la humildad de Jesucristo y tiene la mágica mirada de Jesucristo así que si deseas, por envidia, compararle con él, mejor que mejor... ¡para que veas que él es más grande que cualquier título de nobleza aunque por su nobleza bien se merece un título. Hasta es posible que tenga sangre de reyes en su interior sin él mismo saberlo. ¿Quieres que te siga contando más de Salvador Chica Ganalá?.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¡¡No!!. ¡¡Ni una palabra más de ese simple hijo de empleada de hogar!!. Ahora quiero que nos serenemos los dos, nos sentemos ante la mesa y hablemos como seres civilizados y sensatos. A ver si la sensatez y la civilización te entra ya de una vez por todas en tu cerebro.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- De acuerdo, sentémonos a razonar, papá. Vamos a ver quien es capaz de razonar mejor o tú con tus imposiciones o yo con mi libertad.
(Ambos se sientan el uno frente al otro en la gran mesa de roble que tiene Don Pedro de Sotomayor y Santa Cruz como escritorio).
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¿Sabes lo que es un as?. Empecemos por pensar en qué es un as.
MARÍA SDE SOTOMAYOR.- Explícame entonces que es un as a ver si me convences de que estoy equivocada en mi elección y eres tan poderoso que eres capaz de razonar tus imposiciones.
PEDOR DE SOTOMAYOR.- Verás, hija mía... los Ases son los principales dioses del panteón de la mitología nórdica. Están emparentados con Odín y habitan en el Asgard, son mencionados bajo el término genérico de «dios». El término femenino es Ásynjur. Aparecen en la religión escandinava luego de las invasiones indoeuropeas y fueron incorporados a un pantéon de dioses más antiguos (los Vanir) en lugar de suplantarlos. Se encuentran trazas de esta fusión en la Völuspá, uno de los principales textos de la mitología nórdica.
MARIA DE SOTOMAYOR.- ¿Y se puede saber para qué me cuentas eso y qué relación tiene con lo de mi boda?.
PEDRO DE SOTOMAYOr.- Te estoy intentando hacer razonar para que me comprendas...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Comprender ¿qué?.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- Que yo deseo tener nietos fuertes, varoniles, que cuando se hagan mayores sean como "dioses" rubios o walkirias si son mujeres. Prefiero varones. Varones fuertes, poderosos, que den a la casa de los Sotomayor y Santa Cruz la formidable alegría ser los más poderosos. ¡Imaginate a un hijo tuyo campeón olímpico de los 100 moetros lisos por ejemplo!. ¡Un Sotomayor siendo el hombre más fuerte del mundo por ser el hombre más rápido del mundo!. ¡Una joya, un dios en la rama de los Sotomayor y Santa Cruz!. ¿Qué me dices a ello?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Estás enloquecido, papá. La soberbia te hace enloquecer hasta extremos de pedirme que te dé nietos que sean dioses; aunque sólo sean músculos sin ninguna idea imaginativa en su cerebro. ¿Tú crees que yo no soy más que un proceso de creación de dioses poderosos?. No. Mi cuerpo será todo lo esplendoroso que Dios ha querido que sea... pero mi mayor esplendor será cuando tenga hijos o hijas inteligentes; que antepongan sobre todas las cosas la imaginación, el arte, la armonía...
PEDRO DE SOTOMAYOR.- Pues a eso voy precisamente. A la armonía. ¿Sabes lo que es la armonía en un cuerpo perfecto?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Perdona papá... te equivocas en algo esencial. ¿Cómo puedo estar contenta con hijos con armonía física cuando la armonía es la principal virtud del Arte?. ¿Acaso nadie te ha dicho que la Armonía es el equilibrio que debe existir entre un cuerpo hermoso y una mente lúcida e inteligente?. Sin consultases el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sabrías que la mejor definición de Armonía es: "conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras"... y espero que me estés comprendiendo lo que te quiero decir o esta conversación no tiene sentido alguno.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- No, espera, escúchame tú a mí. Yo no me estoy refiriendo a tener nietos que sólo sean poetas, pintores, artistas... no... yo necestio nietos que tengan poder... eso es... poder... nietos poderosos para mejorar la raza.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Me estás diciendo que eres racista?. ¿Acaso no sabes que sólo existe una raza humana y que el poder de los seres humanos reside en su cerebro más que solamente en sus músculos?. Estoy de acuerdo en lo de cuerpos hermosos y sanos pero no en esa clase de cuerpos poderosos que tú propones como dioses nórdicos. Hay también belleza en cualquier clase de color de piel.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¡Estás confundida!. ¡Tanto hablar con ese tal Salvador te ha convertido en una filósofa de ideales!. Pero los ideales más grandes que existen son los de una raza pura.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Raza pura?. ¿Quieres una raza pura?. ¿No aceptas a Salvador como miembro de una raza pura?.
PEDRO DE SOTOMAYOOR.- No puedo. Es imposible.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿En ese caso, ya que hablas de raza pura, qué te parece la familia de los Wagner?. Ellos están en esa onda. Ellos son germánicos y hablan desde el punto de vista del dominio de los arios adinerados sobre los demás. ¿Qué te parece Juanito Wagner Schultz tú que hablas tantro de una raza pura superior a las demás?.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- No. Mi elección es Jorge Galán Apolo. Nada de Juanito Wagner Schultz y mucho menos de Salvador Chica Ganalá si quieres seguir viviendo en mi casa y seguir gozando de toda mi millonaria fortuna.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Así que sigues queriendo imponerme tu autoritarismo verdad?. Entonces... ¿para qué me has hecho sentarme a razonar si tenías ya todas las respuestas previstas?. ¿No crees que es perder el tiempo?. Yo amo a Salvador y me casaré con Salvador.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- Si haces eso date por desheradada por completo y haré que nadie te dé la oportunidad de hacer algo importante en tu vida y con tu vida.
(Se produce un tenso silencio entre los dos).
MARÍA DE SOTOMAYOR (rompiendo el silencio).- ¡Está bien!. No voy a ser tan suicida de mi propio futuro. Pero no me casaré con Jorge Galán Apolo.
PEDRO DE SOTOMAYOPR.- ¡Con quien no te casarás será con Salvador Chica Ganalá como me llamo Pedro de Sotomayor y Santa Cruz!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Tú lo has querido!. ¡No necesito tu fortuna para vivir mi futuro!. ¡Me queda la elección de Juanito Wagner Schutz que es de familia incluso más poderosa económicamente que la de los Sotomayor y Santa Cruz!.
PEDRO DE SOTOMAYOR.- ¡¡Si decides eso no me queda más remedio que maldecirte!!. ¡Adelante!. ¡A ver si te atreves a retarme ahora llevándome la contraria!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Por supuesto que lo haré!. ¡Juanito me ha prometido una descendencia numerosa a través de mi cuerpo!.
PEDRO DE SOTAMYOR (levantándose malhumorado y tirando la silla al suelo).- ¡Anda, desvergonzada!. !Vete a hablar con tu madre a ver si así entras en razón. Quízás como mujer te entienda mejor que yo y pueda hacerte razonar debidamente!.
Escena Número 6 - Toma número 2.
Salita / Interior / Tarde
La cámara enfoca el instante en que "Lady Blue" entra en la salita particular de su madre Alicia Campoamores Schopenhauer y luego recoge un plano general en que Maria se sienta frente a su madre, ambas en cómodos sofás. Después la cámara se concentra en el diálogo entre ambas. Hay un piano al fondo de la imagen. 
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Hola madre, mi padre me envía para hablar contigo.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¿Tu padre?. ¿Hablar conmigo?. ¿Cuál es el motivo, cuál es la razón, cual es el tema?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Sí. Ya sé que tú sólo sabes hacer preguntas pero nunca das respuestas porque para eso está el. ¿Cómo llamas a eso?.
María de Sotomayor hace el ademán de querer levantarse para irse de allí, pero Alicia Campoamores la retiene.
ALICIA CAMPOAMORES.- Espera, Maria, espera. Me parece que eres muy dura conmigo. ¿Qué quieres comentarme? Vamos a ver si, al menos por esta vez, podemos comprendernos. Tú eres ya mujer. Yo también aunque no sé si he sabido ser además madre. Quizás hoy podamos entendernos. 
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Dudo que después de tantos años de silencio... roto solamente para cosas banales y sin importancia... puedas comprenderme si te digo que amo a Salvador Chica Ganalá pero he decidido casarme con Juanito Wagner Schultz. De verdad dudo que lo entiendas.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡¡Pero qué barbaridades estás diciendo!!. ¿Cómo vas a enamorarte de un negro y cómo te vas a casar con alguien que no quiere tu padre?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Lo sabía. Antes de entrar a esta salita tan llena de adornos pasajeros sabía que no lo ibas a entender. Es muy sencillo. Soy libre para amar y soy libre para decidir aunque me impongan una voluntad que no es la mía.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡Deja ya de hablar así a tu propia madre!. Quiero razonar contigo.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Ya. Ya lo entiendo. Ya comprendo que tus razonamientos son siempre de esposa. ¿Y yo?. ¿Dónde he quedado yo en tus razonamientos?. ¿Siempre en una hermosa esquina pero esquina al fin y al cabo?. ¿Una esquina para admirarla pero nunca jamás un poco de centro en tu corazón?.
ALICIA CAMPOAMORES.- Escucha. Sí. Es cierto. Él es mi único centro aunque eso signifique que soy una nulidad como madre. La verdad es que si dejas tu libertad a parte y decides casarte con Jorge Galán Apolo, todos estaremos mejor. No tienes por qué irte de aquí. Quizás con dos hombres fuertes seamos más fuertes las dos.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Belleza, sí. Poseemos mucha belleza las dos para poder ser fuertes. Pero la tuya sólo es una naturaleza muerta...
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡Escucha!. ¡Escúchame aunque sólo sea por una vez en tu vida!. Yo no soy tan floja como crees. ¡Mira todos estos retratos!. Ellos son, en primer lugar, el de tu abuela materna Gertrude Schopenhauer von Luddendorf. Muy extremista en su pensamiento de características nazis. Es pariente directa del filósofo Schopenhauer y se mantiene todavía viva allí en Alemania porque es fuerte... fuerte... ¿has entendido, Maria?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- He entendido perfectamente. No es esa la verdadera fuerza de una mujer. Las mujeres nazis sólo son objetos de los caprichos de los hombres. ¿Qué fuerza es esa que no tiene carácter para ser ellas mismas?.
ALICIA CAMPOAMORES.- Estás confundida, María. La fuerza de una mujer sólo radica en la fuerza de un hombre.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Y yo creo, sin embargo, que la fuerza de una mujer radica en su propia voluntad.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡No seas rebelde y vivirás con lujo. Sé que es vanidad y nada más que vanidad pero al menos es lujo. Y merece la pena dejar al amor en un segundo plano!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Para ser solamente un cero a la izquierda de cara a los hijos?. Para eso es mejor buscar el camino menos recto. Sé que es más fácil tu forma de pensar... pero es que me parece que buscaste el camino más recto anulando tu pensamiento...
ALICIA CAMPOAMORES.- No seas necia y sigue mirando esos cuadros. ¡Ahí tienes, nada más y nada menos, que a Giovanni Campoamores Casanova!. Tío abuelo tuyo por parte de mi sangre. De padre español y de madre italiana, nació en Italia pues su padre era cónsul español destinado en Roma. ¿Recuerdas las historias que de él te he contado algunas veces?. Descendiente del famoso Casanova italiano. Cuando toco ese piano que ves ahí siempre me acuerdo de él. ¡Eso sí que es ser conquistador!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Conquistador de qué?. ¿Acaso un hombre que conquista mujeres para tener una hermosa colección de objetos vivientes es un verdadero hombre?.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡Ni se te ocurra dudar de ello, Maria!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Por qué ne me llamas mejor "Lady Blue"?. ¿Quieres hacer de mi la Dama Azul de un conquistador de hembras?. ¿Qué hay de alma en eso?.
ALICIA CAMPOAMORES.- No te entiendo. Siempre he querido comprender por qué eres tan distinta a mí. No entiendo ni entenderé jamás tu filosofía.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Quizás porque no sea ninguna filosofía sino una manera de poder sobrevivir en este mundo en el que me queréis sujetar como su fuera de vuestro círculo no existiese la vida, la verdadera vida que quiero para mí casándome con Salvador. Hasta su nombre me gusta más que todo eso de Giovanni Campoamores Casanova. Yo no soy mujer de amores sino de amor pero os empeñáis en destruirme.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡No sigas diciendo tonteras!. ¿Mira de quiénes desciendes gracias a mi belleza?. Mira esos dos últimos retratos. ¡Nada más y nada menos que Arthur Schopenhauer y Erich von Ludendorff!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Sé bastante bien quienes fueron. El primero de ellos un filósofo alemán cuya filosofía, concebida esencialmente como un "pensar hasta el final" la filosofía de Kant, se siente también deudora de Platón y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo e hinduismo. En su obra tardía, a partir de 1836, presenta su filosofía, además, en abierta polémica contra los desarrollos metafísicos post-kantianos de sus contemporáneos, y especialmente contra Hegel, lo que contribuyó en no escasa medida a la consideración de su pensamiento como una filosofía "antihegeliana". Nada importante para mi manera de pensar. Por cierto. ¿Era sólo un misógino verdad?. No. No me respondas si no quieres. En cuanto al segundo, Erich Friedrich Wilhelm Ludendorff, llamado erróneamente Erich von Ludendorff, fue un oficial del ejército alemán que destacó como general durante la I Guerra Mundial. Tampoco me interesa para nada la guerra ni todo lo que tiene que ver con la guerra. ¿Así que es en ellos dos, un misógino y un militar amante de la guerra, en los que te inspiras cuando tocas el piano?.
ALICIA CAMPOAMORES.- No comprendes nada de nada, "Lady Blue". Es la fuerza. Es la fuerza del ingenio pensante y del guerrero de caballería. ¿No te das cuenta de que las mujeres debemos estar siempre de parte de los fuertes?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Sabe usted una cosa, madre?. Nunca podré llamarla mamá. Porque en la fuerza no hay ternura. Porque en la fuerza sólo hay temor. Porque en la fuerza sólo hay apariencia. Porque en la fuerza sólo hay muerte ya sea muerte del pensamiento o muerte de la materia. No me interesa conocer esa fuerza a la que tanto me estáis empujando tú y mi padre. ¿Comprendes ahora por qué sólo te llamo madre y no puedo llamarte nunca mamá?. ¿Cuándo me acariciaste alguna vez de verdad?. ¿Tú crees que los sentimientos se compran con los regalos y las vanidades?. Yo siempre te he necesitado para poder combatir este círculo vicioso de los parientes pasados... porque tus parientes pasados, como los de tu esposo, sólo son fuerzas nada más... pero carecen siempre de la ternura y, sin embargo, ya ves, un sencillo hombre negro hijo de una empleada de hogar es quien de verdad me ha enamorado.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡Jamás!. ¡Jamás un hombre negro como Salvador o un hombre débil como Juanito, van a formar parte de los Sotomayor Campoamores. Yo estoy viva y luzco siempre en los mejores lugares porque aprendí que siendo sumisa a mi esposo siempre estaría protegida por la fuerza. Mira. Aprende una cosa. La fuerza vale más que los sentimientos. ¿A dónde quieres llegar, "Lady Blue"?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Por desgracia a dónde me estáis empujando. Pero no será de la manera en que lo tenéis planteado entre él y tú.
ALICIA CAMPOAMORES.- ¡¡Cuándo te refieras a tu padre no digas nunca él sino que nómbrale siempre por su verdadero nombre, desvergonzada!!. ¡Sólo eres una ingrata que acabarás, como sigas así, viviendo envuelta en la basura!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Pero por culpa de vuestras maldiciones. La boca tiene poder como dice la Sagrada y ya es la segunda maldición que me habéis jurado cara al futuro. Está bien. Si termino viviendo envuelta en la basura será en la basura que ustedes han creado alrededor de mi existencia. ¿Cree usted que me dan miedo sus maldiciones?. ¡¡No!!. ¡¡Ni ustedes dos ni sus famosos antepasados me dan meido alguno!!. ¿Quieren fuerda verdad?. ¿Quieren poder material verdad?. ¿Quieren que mi hermoso cuerpo sea la fuente de nacimiento de niños varones que sólo sean fuerza bruta elemental en vez de hijos e hijas con la capacidad de poder cambiar la monstruosa historia de esta lastimosa familia de lujo y placer?. ¿Quieren sólo lujo y placer ustedes dos verad?.
ALICIA CAMPOAMORES (Asustada).- Llámame de tú y no de usted... porque deseo ser una madre amorosa contigo...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Entonces por qué no me apoya usted en la tarea de convencer a mi padre de que Salvador Chica Ganalá es mi amor verdadero?. ¿Por qué?. Necesito una razón convincente para saber por qué.
ALICIA CAMPOAMORES.- Mi única razón es que yo le pertenezco por entero a tu padre. Y eso es algo muy importante para mí. Muy importante para ser siempre venerada como mujer de alto rango. ¿Entiendes ahora?. ¡El rango, María, el rango público y social?.
MARIA DE SOTOMAYOR.- O sea, que según usted, las mujeres hermosas debemos ser las primeras en el ranking del glamour y la alta apariencia... como si de una carrera de yeguas en un hipódromo, montadas por nuestros insignes caballeros, estuviésemos hablñando...
ALICIA CAMPOAMORES.- Por favor, hija mía, no seas tan vulgar. No como yeguas montadas por nuestros insignes caballeros sino como damas...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Pero damas montadas por nuestros insginos caballeros. Ellos siempre encima... ¿verdad?.
ALICIA CAMPOAMORES.- Esa metáfora me parece más apropiada. Ellos siemrpe encima porque para eso somos el descanso de nuestros guerreros.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- El sexo fuerte domina la sexo débil. ¿Es eso lo que me está usted queriendo identificar?.
ALICIA CAMPOAMORES.- Eso eso. El sexo macho dominando al sexo hembra.
MARIA DE SOTOMAYOR.- ¡Pues no!. No entiendo yo esa distinción entre los géneros de sexo. Quiero ser esposa y no esclava.
ALICIA CAMPOAMORES.- Piénsalo bien y no seas tan malcriada.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Malcriada por decir la verdad biológica humana creada por Dios?. ¡Me casaré con Juanito Wagner Schultz porque ustedes me han empujado!. Sé que cometo una equivocación y que debería ser tan valiente como para casarme con Salvador Chica Ganalá... pero ya no me importa... porque si lo hago así pongo en juego todo el futuro de mi verdadero amor... ¡por él me sacrifico!... así que ya lo tengo decidido aunque sea pará mi un calvario. Tendré fuerzas suficientes para sostenerme mientras Juanito me llena de hijos e hijas tal como me ha prometido.
ALICIA CAMPOAMORES.- Está bien. Ni cuentes conmigo a la hora de la verdad. Vete y no vuelvas arrepentida a pedirme que sea tu salvación. Adiós, rebelde con causa o rebelde sin causa, adiós con tu rebeldía a otra parte lejana a mí.
Escena Númer 6 - Toma número 3
Habitación / Interior / Tarde
La cámara realiza una toma general de la habitación privada de "Lady Blue" y se va acercando hacia ella que está tumbada sobre la cama en posición sexy e involuntariamente provocativa para los espectadores y espectadoras. A su lado descansa su guitarra. Piensa en voz alta en medio de su profunda soledad.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Soledad. Sólo soledad de mujer soy dentro de este cuerpo y mañana seguiré siendo esa Dama Azul que espera... Porque dentro de mí se ha roto la tormenta de la derrota silenciosa. Silencio de derrota. Rebeldía de no haber nacido otra. Soy una corriente brava arrasando todo el dolor ajeno. Y me introduzco en el crepúsculo de mis sueños para hundirme en el solitario espacio del desamor y el desaliento. ¿Amanezco?. No. Ya no amanezco como siempre. Lo mío es esa clase de grito nocturno sabiendo que el camino me lo han quitado de las manos y mis pies ahora andan sobre el vacío. Eso soy. Un vacío de mujer convertido en jirones del alma. Paloma sin alas que no puede volar. Soy el páramo desierto que busca la sed del río para poder engendrar hijos del silencio nada más. O quizás sea que ya la fuente tiene seca sus orígenes para desaparecer entre las arenas del desierto y el deseo ardiente. Sé que estoy ardiendo como yesca quemada en medio del oasis que ha sesgado su destino. Convertida en muñeca de papel no seré más allá de lo que han querido los propios verdugos de mi soledad. ¿Rebelión?. ¿Rebeldía?. Posiblemente sí. Pero de lo que estoy segura es que no quiero ser el cuerpo violado por la fuerza del bruto instinto irracional aunque ya no razono y ya no existo como princesa del sueño. Mañana habré caído al fondo de un abismo del cual no sé donde poder agarrarme para no quemarme en el fuego. ¿Qué importa?. El fuego soy yo misma. El fuego es mi propio cuerpo, hermoso pero sin fe posible para seguir creciendo. Ya no creo en lo que me propongo pero me propongo huír hacia adelante. Y si en la basura ha de seguir ardiendo esta llama que dentro de mí retengo es para ser un volcán sin límites. Al fín y al cabo prefiero saltar los límites de sus proyecciones y que en mi cuerpo se proyecte todo el sistema de valores destruídos. ¿Amar?. ¿De qué me sirve a mí amar lo que ellos proponen que ame?. Quizás sí. Quizás estoy vendiendo mi cuerpo por el afán de ser fuente que lanza su queja al vacío. Posiblemente me haya equivocado tantas veces que mis propios frutos sean vacíos. Un cuerpo excelso. Una mujer hermosa. Pero en medio de todo ello sólo soy una soledad de mujer anclada en eso, en la materia nada más. ¿Y mi alma?. ¿Dónde dejaré mi alma?. Lo que decida será para ocultarla a los ojos de los demás. ¡Que vean como mi cuerpo arde en medio te este fuego que me devora de ansiedades y que mi alma sea lo único que no podrán conquistar!. Te vas, amor, por entre el miedo y la desesperación de no poder hacer más que asfixiarme dentro de este cuerpo de hembra. Me llaman sólo hembra y sólo hembra seré porque tengo miedo y la cobardía de ellos me la han traspasado a mí. Afrontaré el futuro cargando con todos sus caprichos pero a la manera mía, a la manera de una mujer desesperada que ocultará su alma mientras sólo muestro mis pechos, mis muslos, mis entrañas... y que en el abismo de todo los que han construído este objeto apetecible para los gavilanes de la vida quede el afán de mi victoria. Sé que soy tan cobarde que no puedo ser más allá de lo que ellos han querido que sea. Pero no será a su manera sino a través de un cuerpo de hembra cuya alma queda enterrada en el silencio y la soledad. Será mi venganza la destructora de sus ansiedades y sus afanes materialistas. Seré materia, sólo materia, pero moldeada bajo mi propio capricho no dictado por sus inexorables leyes de la dictadura del desamor. Si he de amar en silencio mientras mi cuerpo se pierde en la oscuridad lo haré. Haré que cada una de mis noches sea un crepúsculo vencido. Pero no a su manera. No. No a la manera bruta e interesada sino a la manera sutil y desesperada de mis ansiedades. Si la negrura les da miedo haré que la negrura de mis acciones les produzca pánico. Sí. Seré mujer vengadora de las que, teniendo cuerpos hermosos, nos rebelamos ante la dictadura del placer. Si es por eso no hay inconveniente alguno. Quizás algún día brille de nuevo la luz en mis ojos pero ahora he determinado ser ciega y sorda y muda y todo aquello que ellos no quieren que sea; para contestarles que soy un vacío etéreo y sin conciencia por culpa de ellos. Que de mis entrañas salgan hijos e hijas que nunca desearon para que sepan que jamás he salido derrotada... y si la vida me derrota que sea por consecuencias de mi propia libertad y no por culpa de las acciones ajenas. Sobre mi cuerpo gobernaré yo; y sobre mi placer gobernará sólo aquel que yo quiera que gobierne en el momento que yo lo decida. Mujer solitaria. Mujer nada más. Peo al fin y al cabo mujer. Muñeca rota pero con ansias de venganza aunque el dolor lo tenga que ocultar de la manera que el futuro me depare. No. No seré pájaro enjaulado cantando las canciones que ellos desean que cante. No. Mi guitarra será la mayor cancíon protesta de mi vida futura. Mi guitarra será esa especie de concienca que en medio de la oscura noche se transforme en dolor, en herida jamás cerrada, en amor perdido y arrebatado... pero seré mujer sólo aparente. Lo de dentro de mí quedará sepultado para no ser visto por sus ansias de poseerme. Seré yo quien posea mis caprichos.
Escena Número 6 - Toma número 4
Habitación / Interior / Noche.
La cámara se centra en María rasgando las cuerdas de su guitarra mientras canta la canción protesta que más puede consolarla como grito en medio de la noche. Canta en voz baja pero su argumento es el canto dolido más potente que sale de su corazón. Ahora está más excitante y sexy que nunca.
MARÍA DE SDOTOMAYOR.- 
 
Mi madre tiene montones de buenos consejos,
no hace mas decir que no lo haga
que sólo haga lo que él desea...
él, siempre él, mandando y dando órdenes
Pero ella no soy yo.
Sólo necesito un poco de valor
para matar sus aspiraciones.
No he de quedarme quieta
sino que seré una mujer de cosas perversas
como me dirán sus dedos acusadores.
No he de quedarme quieta
seré mujer de quien se me antoje.
No he de quedarme quieta
atendiendo a sus viejas razones
sino que seré una mujer de cosas perversas
y que me perdone Dios por todo ello.
No he de quedarme quieta
seré mujer de quien se me antoje.
Él es el muchacho del juicio final
al que tengo que llegar inquieta.
Él es el muchacho del sacrificio
por su negra piel y su negro rostro
pero no no seré una mujer quieta.
Seré mujer de quien se me antoje.
Todo los conquistadores que corren salvajes
son política callejera nada más.
Siguen siendo de la más alta élite
pero yo no sere una mujer quieta
cual objeto de sus ricos salones
sino una revolución en sus caminos
para que su sueños sean para mi cuerpo
y destrozarlos será mi afán.
Seré la mujer de quien se me antoje
como una realidad dispuesta a derrotar
o a caer vencida en la batalla...
pero no seré una mujer quieta.
Sólo necesito un poco de valor
para reirme de las caducas aspiraciones
de él y de ella o de ella y de él
me da lo mismo el porcentaje de culpa
porque prometo no ser una mujer quieta
sino la mujer de quien se me antoje.
Me rodean para la muerte, para la muerte,
pero no seré una mujer quieta
que acepte morir entre sus manos
seré la victoria o la derrota
o quizás ambas cosas por entero
pero seré la mujer de quien se me antoje
aunque sea un camino de dolor y de desdicha.
Si la mala semilla está creciendo en mí
no seré jamás una mujer quieta
y la honradez la dejaré para los cobardes
que no supieron darme a mí otra salida;
porque como el viento huracando de la noche
seré la mujer de quien se me antoje.
Él odia saber qué es lo que amo
y ella le acompaña en el mismo odio
pero yo no seré una mujer quieta
como cifra nada más de un calendario.
Vendrá la lluvia de todos mis deseos
a borrar dee mi mente este naufragio
y seré placer sin ningún motivo
nada más que romper el orgullo de sus razas.
Seré la mujer de quien se me antoje
pero prometo no ser una mujer quieta.
Será mi manera de decir que estoy
fuera de sus negocios y ansiedades.
Seré mujer más allá de sus ideales
que son sólo una fila de familia necia.
Seré la mujer de quien se me antoje
como un relámpago en la niebla de la noche
y mi réplica tentrá el compromiso
de no ser nunca una mujer quieta.
Que perdone Dios a los que ultrajan
la libre decisión de un ser humano
sólo por ser mujer hermosa y deseada.
No seré la mujer casada
con lo que ellos llaman oportunidades.
Seré la mujer de quien se me antoje.
Nunca una mujer quieta nada más
y mis inquetudes de libertad reprimida
saldrá en la noche a dar su veredicto.
No seré imán de lo que ellos procuran
sino hierro candente en la cama oscura
pues soy como soy y no como ellos
quisieron verme que fuera en este mundo.
No seré una mujer que se queda quieta
en el lecho que ellos me han preparado.
Seré la mujer de quien se me atoje
aunque sea un hombre débil y asustado.
Ahora que todos se miren en los espejos
y en los cuadros de los marcos dorados
no seré el sueño por ellos deseado
y si en esta vida de amores me equivoco
no seré jamás una mujer quieta.
Bella esposa para alguien que no quieran
las voluntades ajenas a mi designio
yo soy ahora quien domino
y seré la mujer de quien se me antoje.
Me sobra empuje, coraje y desvergüenza
para ser ajena a lo que ellos planifican.
Mi entrega será una especie de venganza
al ultraje de sus caprichos y componendas.
No te vendas me dirá en el lecho,
pero si en esta vida me equivoco
no seré una mujer que se esté quieta.
Así que no lloro las palabras que me han quitado
por puro miedo a quedarme en la sombra.
Seré la mujer de quien se me antoje
para verles doblar ante mí sus decisiones.
Que todas las pasiones de las que estoy hecha
serán lo mas triste que hayan conocido.
No seré jamás una mujer quieta
y seré la esposa de quien se me antoje.
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Libreto (Guión) de película para mayores de 18 años.

Palabras Clave: Libreto Guión Cinematografía Conocimiento.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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