"Lady Blue" (Dama Azul) PELÍCULA - 7
Publicado en Dec 16, 2010
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QUINTA SECUENCIA
Escena Número 9 - Toma Número 1
Sala / Interior / Mañana
(Con película de color gris claro, la cámara recoge un primer plano de "Lady Blue" con 51 años de edad, sentada en su butacón ante la televisón; le siguen un plano medio, un plano americano y un plano general. Después la cámara se centra en el televisor donde ella está visualizando la canción de "Charlot" titula "Tú llegaste a mí cuando me voy..." de la película "Candilejas" (dirigida por Charles Chaplin en 1952). La escena total dura 5 minutos.
Escena Número 10 - Toma Número 1
Salón / Interior / Tarde.
(La cámara enfoca un plano general del salón donde se encuentran, sentadas en el sofá, bebiendo licores y fumando, totalmente drogadas, la todavía bellísma María de Sotomayor Campoamores "Lady Blue" y la esperpéntica y fea falsa amiga Esther Galán Apolo. La cámara va jugando con los diversos planos cinematográficos según desea el director del film).
ESTHER GALÁN.- ¡Guau!. ¡Esto sí que es flipar!. ¡Bienvenida la vida del gozo y del placer!. ¿Tú que dices, María?.
MARIA DE SOTOMAYOR.- (en medio de su borrachera).- ¡Viva la vida que desprecia al amor!. ¿Qué es el amor?. Yo sólo quiero volar... volar... ¡pásame la coca!.
ESTHER GALÁN.- ¡Eso es princesa!. ¡La cocaina despierta el sopor de la rutina y nos ofrece el mundo de las visiones!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡No me interesan para nada las visiones!. ¡Sólo quiero olvidar!. ¿Sabes tú lo que es olvidar, querida amiga o lo que seas?.
ESTHER GALÁN.- ¿No crees que soy tu verdadera amiga?. Mira el humo del cigarrillo, observa la botella de ron... ¿que ves si no es amistad en todo esto?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No deseo, por ahora hablar de la amistad... porque paso de la amistad a tope... prefiero hablar del primer amor... de ese que a pesar de todo, por más licor que bebo, por más cigarrillo que fumo o por más cocaína que consumo, jamás lo puedo olvidar. ¿Has tenido tú, Esther, alguna vez esa sensación del primer amor?.
ESTHER GALÁN.- ¡Ah, no!. ¡Yo no he tenido la suerte que tuviste tú!. A mi nadie me ha ofrecido ninguna clase de ilusión...
MARÍA DE SOTOMAYOR (Sacando de debajo del sofá un par de cuartillas escritas).- Escucha esto. Lo saqué de un texto escrito en Internet por una especie de filósofo-poeta o poeta-filósofo mejor dicho. ¿Te interesa escucharlo?.
ESTHER GALÁN (Dando un trago de la botella de ron).- Si me sirve para que alguien me explique qué es eso tan raro y difícil de entender pues bueno... haz lo quieras... yo escucho... aunque no me vaya a servir de nada...
MARÍA DE SOTOMAYOR (Eufórica a causa de la droga).- ¡Vamos!. ¡Atrévete a escuchar!. ¿Qué sentido tiene una vida sin una carta de amor?. ¡Escucha!. ¡Escucha y deja por un momento la botella de nuestras perdiciones!.
ESTHER GALÁN.- Insisto que, en cuanto a mí se refiere, es perder el tiempo. Pero como te pones tan pesada a veces pues venga... adelante guapa...
MARÍA DE SOTOMAYOR (Con los ojos más brillantes que nunca a causa de la euforia de la droga).- Es una larga parrafada pero merece la pena. Ya me contarás al final que impacto ha dejado en tu alma.
ESTHER GALÁN.- ¿Alma yo?. Yo nací sin alma...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Quizás no pusiste la suficiente atención a la vida.
ESTHER GALÁN.- ¿Tú crees que siendo corcovada y fea tuve oportunidad alguna?.
MARIA DE SOTOMAYOR.- Si te va a hacer daño lo dejo sin leer...
ESTHER GALÁN.- Daño ya no me hace nada... adelante princesa... tú que lo tienes todo...
MARÍA DE SOTOMAYOR (Recuperando momentáneamente la lucidez).- ¿De verdad sientes celos de mí?. Una amiga sincera sirve para levantar a otra amiga sincera y no para hundirla.
ESTHER GALÁN.- ¡No hablemos más de ese tema!. ¡¡Me crispa los nervios verte tan bella y yo tan poca cosa!!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Entonces, si va a servir para hacerte más daño no lo leo.
ESTHER GALÁN.- (Volviendo a beber de la botella de ron y entre el humo de los dos cigarrillos).- ¡No!. ¡Nada de eso!. ¡Lee!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Por y para qué?.
ESTHER GALÁN.- Por favor y para saber lo que me he perdido. Quizás me esté convirtiendo en una masoquista.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Entonces seamos dos masoquistas enfrentada la una contra la otra. Leo. "¿Tiene fin el primer amor de nuestras vidas?. El político y escritor británico Benjamín Disreali, que vivió a caballo entre los siglos XVIII y XIX, dejó escritas para la posteridad algunas frases verdaderamente muy importantes y significativas. Una de ellas la he encontrado al abrir la página de Vorem esta mañana, porque está recogida en esa serie de frases célebres que aparecen en la cabecera del Vorem. Es una frase sencilla pero muy humana a la vez y tiene un gran contenido sentimental. Se refiere al primer amor que los humanos conocemos en nuestra vida y dice así: "La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que puede tener fin". Me ha hecho meditar durante el día de hoy y ahora me pongo a daros a conocer mi opinión sobre el tema que, por supuesto, es una opinión personal y parte de la base de que cualquier ser humano, hombre o mujer, puede estar de acuerdo con ello totalmente, puede estar de acuerdo parcialmente, puede estar en desacuerdo con algo de lo que expongo o puede estar en desacuerdo con todo. Porque Vorem es especialmente querido por todos gracias a su libertad de expresión y libertad de sentimiento. Por eso es grande Vorem y por eso es patria mía. Paso a exponer mi reflexión sobre la frase de Benjamín Disraeli. Para empezar hay algo en lo que concuerdo totalmente con él. Y ese algo es que el primer amor es siempre algo mágico... porque yo opino que tiene mucho de inexplicable y en él juega un papel más importante la espontaneidad que cualquier artificio mental. Ese primer amor que todos y todas hemos sentido y vivido cuando todavía éramos tan tiernos como para no pensar nada más allá que en el amor mismo es algo que nunca jamás vuelve a repetirse con la misma cualidad. El primer amor es la magia del primer encuentro con otra persona a la que hacemos única e irremplazable. El primer amor es la magia de un descubrimiento totalmente sorpresivo y sorprendente y en ello no interviene para nada la razón sino la simple naturaleza de los humanos. También estoy de acuerdo con Disraeli cuando señala que el primer amor es una ignorancia. Por supuesto que es una ignorancia. ¡Pero bendita ignorancia!. Es esa ignorancia que surge de lo más hondo de nuestro corazón y no se plantea divagaciones ni alternativas. Durante el primer amor se ama ignorantemente pero, a la vez, con una total entrega de todos nuestros sentidos en su aspecto más noble y sincero. No es una ignorancia negativa. Es una ignorancia positiva. Porque a partir del primer amor es cuando empezamos a descubrir y aprender a amar. ambién es cierto que en muy pocas ocasiones el primer amor entre dos seres humanos se consolida como el único de nuestras vidas. Lo más normal y lo más común es que el primer amor se acabe, se diluya, se desvanezca. Muy pocas personas en la Tierra afianzan el primer amor como el único que experimentan en sus vidas. Es por eso por lo que Disraeli afirma que la ignorancia en el primer amor es que no sabemos que puede tener fin. Y aquí es donde comienza mi reflexión discordante. Aquí es donde yo, con perdón por mi atrevimiento, corregiría la bonita frase del político y escritor inglés, porque estoy seguro de una cosa que he podido comprobar en todos los casos en que he hablado con hombres y mujeres sobre el primer amor. Este tema lo he tratado muchas veces con amigos, con amigas y con personas desconocidas con las que he tenido comunicación interpersonal en alguna ocasión. Todos los hombres y todas las mujeres que han hablado conmigo sobre este tema y a todos los hombres y a todas las mujeres que he tenido ocasión de oír su opinión o la he leído en novelas, artículos de prensa o cualquier otro medio de comunicación, están de acuerdo en que el primer amor nunca se olvida. Jamás se borra de nuestra memoria por mucho que pasen los años o por muy felices que nos encontremos en nuestro matrimonio o con nuestra pareja. Jamás se olvida el primer amor. De esta afirmación (que también ocurre en mí mismo con la experiencia que tuve sobre mi primer amor) deduzco algo que no coincide plenamente con lo dicho por Disraeli. Él dice que puede tener fin. Yo ahora estoy plenamente convencido de que el primer amor, como nunca se olvida por lo que tuvo de mágico y soñador, no tiene nunca fin. Si después de la muerte de un ser humano no existe nada más es entonces cuando tiene fin el primer amor. Pero mientras dura la vida en esta Tierra el primer amor de cualquier hombre o de cualquier mujer no tiene fin. Por eso me atrevería a corregir la frase de Benjamín Disraeli y la expresaría de la siguiente manera: "La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que jamás tiene fin". Bueno. Dejo esta reflexión a la libre opinión de quien la quiera y tenga interés de comentarla en Vorem o simplemente comentarla con sus amistades. Pero no quiero cerrar este texto sin plasmar otras dos frases célebres que conozco sobre el primer amor. En primer lugar, la que expresó Bernard Shaw. Shaw dijo que "el primer amor es una pequeña locura y una gran curiosidad". La segunda pertenece a Antoine de Saint Exúpery y dice así: "Al primer amor se le quiere más, a los otros se los quiere mejor". Frases también que darían cabida a otras sendas reflexiones. Para cerrar el texto pienso que un hombre o una mujer quiere a su primer amor más que a cualquier otro y a su pareja definitiva (hombre o mujer) más que a nadie. Parece una contradicción pero la dejo para que penséis en ello. Tiene explicación muy natural. Y es que sobre el primer amor y sobre cualquier otro amor posterior siempre hay una explicación muy natural incluso aunque sea un amor de verdadera locura. Siempre el amor tiene una explicación aunque ese amor sea calificado hasta de insensato por quienes lo analizan desde fuera de los dos seres que se aman. Ahora que tengo tiempo voy a reflexionar algo, con libertad total y por mucho que se empeñen en no querer oírlo los "de siempre", porque para eso tengo el permiso de Jesucristo, y es que en mi caso particular (y no paso a analizar los casos ajenos porque sólo puedo opinar de mis experiencias) el primer amor que tuve es, precisamente, mi actual esposa, la única esposa que he tenido en la vida y que la tendré hasta la Eternidad (por mucho que se me enfaden "los de siempre"). Se lo pueden creeer o no creer (ese no es mi problema) pero mi primer amor (o sea mi único amor verdadero es mi esposa) me enamoró nada más nacer cuando yo tenía 7 años de edad. No es para mí importante que me crean o no me crean. Lo que me importa es la verdad de mí mismo y mi sinceridad y no engañar como hacen ellos (aunque se enfaden "los de siempre"). Así que afirmo rotundamente que el primer amor, cuando se trata de "amor noble" no es ninguna locura sino producto de un sueño donde intervienen todos nuestros sentidos físicos y espirituales. Aclaro que los "amores libres" (con los que jamás estaré de acuerdo) sí son producto de locuras todos ellos. El "amor libre" es producto de locura. El "amor noble" es producto de lucidez. Y si nuestro primer amor es noble (le puede ocurrir a muchas personas como yo) es totalmente producto de la lucidez de todos nuestros sentidos porque proviene del sueño espiritual. Luego discrepo por completo de Bernard Shaw o por lo menos el citado Bernard Shaw debió haber sido sincero y no tan falso y haber hecho esta explicación de saber distinguir entre el "primer amor noble" y el "primer amor libre" así que como nadie se ha atrevido a decirlo porque nos les interesaba decir la verdad lo analizo y lo expongo yo. El "primer amor libre" no sólo es locura sino suciedad espiritual, mientras que "el primer amor noble" no sólo lucidez sino limpieza espiritual; se pongan como se pongan "los de siempre" que bien sabemos todos ya quienes son; o sea, los drogatas, los que se van con mujeres distintas a las suyas, los que se emborrachan, etcétera. Y si se enfadan que se enfaden. Yo sé que tengo chavales y chavalas que están leyéndome y que están de acuerdo conmigo y sea cual sea su número eso es para mí suficiente. Porque esto de que "el primer amor noble es producto de un sueño lúcido y con los ojos abiertos inteviniendo todos los sentidos" jamás lo voy a negar sino a defenderlo a ultranza; porque esa ha sido mi propia experiencia. Paso a la seguiente frase; la de Antoine de Saint Exúpery: es totalmente falsa. Al primer amor (y hablo del "primer amor noble") siempre se le quiere mucho más que a cualquier otro amor posterior. Ahora bien si Saint Exúpery se refiere al "primer amor libre" (o sea al sucio "amor libre") entonces estoy de acuerdo con él. Luego tanto la frase de Bernard Shaw como la frase de Antoine de Saint Exúpery que ellos las proponen como absolutas son completamente relativas. Entiendo perfectamente a los del "amor libre" y por eso huyo de todo "amor libre" y defiendo por completo al "amor noble". Una vez ya aclarada mi propia visión personal, subjetiva e intransferible, doy por cerrado el tema, porque paso a escribir otro texto".
ESTHER GALÁN.- ¡¡Nos acaba de dar un tortazo a las dos!!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Yo más bien diría que nos acaba de dar un verdadero tortazo a las dos porque ha dicho una gran verdad. Por eso te dije que somos dos masoquistas la una contra la otra.
ESTHER GALÁN (Poniéndose de pie).- ¡¡Quiero bailarrrrr!!. ¡¡Quiero bailarrrrr!!. ¡¡Bailarrrrr, bailarrrrr y bailarrrrr!!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Pues conmigo no cuentes monada... que mi último baile se me pierde ya en mi memoria.
ESTHER GALÁN (Volviéndose a sentar y cogiendo las dos manos de María).- De verdad que siento la muerte de tu padre.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Si lo dices sinceramente gracias pero sé que no es así. ¡Venga!. ¡Pásame la botella para acá!. Mi padre fue siempre un fantasma para mí y quiero ahuyentar a todos los fantasmas de mi vida.
ESTHER GALÁN.- Incluído Sebastián Chica Ganalá... ¿no es cierto?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No es cierto. El poeta-filósofo o lo que sea tendrá mucho de bohemio pero tiene mucho de sabio. A Sebastián lo llevo en las entrañas.
ESTHER GALÁN.- ¿Entonces por qué no te casaste con él?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No lo sé. Quizás por miedo, por falta de valor o por no ser capaz de vencer. Quizás las tres cosas al mismo tiempo.
ESTHER GALÁN.- ¿Quieres que te sea sincera?. ¡Me alegro de tu fracaso!. ¡Sí!. ¡Ya sé que yo soy una fracasada también pero no tuve las oportunidades que tuviste tú y por eso me alegro de tu fracaso!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Siempre supe que eras una bruja y una mala amiga!. Pero... ¿sabes lo que te digo para que rabies de envidia?. Que todavía puedo conquistar a los hombres que desee. Sé que es, a veces, sólo pura ficción de conquistas pasajeras pero la ficción también es necesaria para existir cuando se tiene el corazón roto.
ESTHER GALÁN.- Y el rumbo perdido... ¡jajajajaja!. ¡¡El rumbo perdido princesita, el rumbo perdido!!. ¡¡Jajajajaja!!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Quizás sea verdad pero peor es lo tuyo ya que te ríes de tu propia desgracia. Yo al menos todavía me queda el físico pero... ¿y tú?... mona montada siempre en el caballo...
ESTHER GALÁN.- Sólo soy la jineta justiciera que está vengándose de lo que le hiciste a mi hermano.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Tu hermano?. ¿Sabes de verdad lo que era tu hermano?. Una simple marioneta machista nada más. Músculos hasta en el cerebro. Por eso pensaba de esa manera. Me dió asco estar a punto de establecer contacto sexual con él. Sólo era naturaleza bruta nada más.
ESTHER GALÁN.- ¿Y en qué te estás convirtiendo tú sino es en otra simple marioneta feminista?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Vete ya de mi casa, bruja!. Sólo eres una sanguijuela sedienta de sangre nada más. Pero no... yo no seré más veces como tú deseas que sea... si tienes envidia es porque nunca pudiste arrebatarme a ninguno. Los tres eran míos.
ESTHER GALÁN.- ¡Claro que me voy para nunca más volver!. Me asomaré todos los días a mi oscuro balcón para ver cómo te deshaces poco a poco... lentamente... sin remisión alguna.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Adiós, Esthercita. ¡Ah, no te olvides de llevarte toda tu mercancía!. Demostraré al mundo que puedo subsistir aunque el dolor me salga del pecho.
Escena Número 10 - Toma Número 2.
Habitación / Interior / Noche.
(La cámara enfoca un plano general de la habitación de "Lady Blue". Ella, María de Sotomayor Campoares, y Gino Troyano Amoretti (más conocido como el gigolo "Gigi"), están metidos en la cama, ambos con pijamas. "Lady Blue" tiene la cara completamente pintada como una payasa de circo, completamente pintarrajeada y el director de la película tiene libertad para hacer los planos que desee a lo largo de toda la toma).
MARÍA DE SOTOMAYOR (cogiendo un billete de su velador).- Toma tus quinientos dólares; pero que conste que no estoy muy satisfecha contigo, "Gigi".
GINO TROYANO (agarrando el billete de quientos dólares y la muñeca derecha de María).- ¿De qué te quejas?. Soy un profesional del sexo y siempre cumplo perfectamente con mis trabajos.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Sueltame la muñeca!. Por eso mismo... porque lo haces como si fuese un trabajo es por lo que estoy descontenta contigo. No hay emoción, no hay magia, no hay sorpresa.
GINO TROYANO (Soltando la muñeca derecha de Maria y guardándose el billete en el bolsillo superior de su pijama).- ¿Te quejas de mí?. ¡Y yo?. ¡Yo también te puedo exigir varias cosas importantes!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Cuando hicimos el trato de ponerte a mi servicio ya sabías mis condiciones.
GINO TROYANO.- Sí. ¿Pero qué crees que puedo hacer a la hora del amor con una mujer que se pinta la cara como una payasa?. ¿Tú crees que eso puede despertar la libido de un hombre?. No, "Lady Blue". Yo sé que me impusiste condiciones pero, por favor, déjame ver tu rostro alguna vez que otra. Yo siempre miro los rostros de las mujeres cuando estoy haciéndoles el amor en sus camas. ¡Qué desagradable es hacerlo con una mujer que parece una máscara de circo en lugar de una hembra hermosa!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Me prometí a mí misma que nadie vería mis rostro tal cual es. Estoy ya cansada de todo esto; de que me intenten enamorar los hombres sólo por algo que no es mío sino que me lo regaló Dios a través de la Naturaleza. ¿Qué he hecho yo para ser la bella Dama Azul?. Nací así. Yo no pude elegir el rostro que tengo y... además... para hacer el amor como si fuese un trabajo rutinario lo único importante es que cumplas con tu trabajo bien. El resto sólo es cosa mía y de nadie más.
GINO TROYANO.- ¿Y tú crees que es normal eso de pintarrajearse como Colombina, La Mamá Gansa, Beby, Miss Lou Lou, Orlanda Cristiani, la Señora de Riquelme o Elizabeth Silvestre a la hora de hacer el amor con un profesional del sexo y no de ningún espectáculo circense?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No me interesa ya saber lo que es normal o lo que es anormal. A estas alturas de mi vida, lo normal es sólo lo que yo quiera que sea lo normal. Nuestras relaciones sólo son actos sin compensación amorosa; por eso las considero una forma de hacer circo en medio del teatro de la vida. Ya te advertí que lo teatral de nuestras relaciones sólo sería cómico en lo que a mí respecta. ¿No te parece cómico lo que sucede en la cama entre tú y yo?.
GINO TROYANO.- ¿Cómico?. ¿Qué tiene de cómico mi oficio?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Tu oficio tiene de cómico todo lo que yo desee. Para eso te pago. Yo soy la payasa y tu el augusto que busca dominar a la fiera que hay dentro de mí. Sólo falta un enano para tener la función completa.
GINO TROYANO.- Sí, sólo falta el enano. Pero no te quejes porque no es eso es lo que tú quieres. ¿Cuántas veces te he rogado que lo hagamos sin preservativos?. Si no fuese por eso ya te habría hecho yo ese enano que tanta falta te hace.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Jamás!. Porque también me prometí a mí misma no tener nunca un hijo. los bebés me dan pavor. Cuando era sólo una niña pensaba siempre en ser mamá de muchos bebés pero el ejemplo de mi madre fue tan calamitoso a la hora de la verdad que decidí separarme para siempre del mundo de los niños. Por no parecerme nunca a ella.
GINO TROYANO.- ¿Por qué sigues siendo siempre una niña malcriada nada más?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Seré todo lo que tú quieras llamarme menos mamá.
GINO TROYANO.- Pero yo quiero que seas normal...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Qué es para ti lo normal?.
GINO TROYANO.- Hacer el amor libre sin tener que disfrazarnos de nada.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿El amor libre?. El amor libre sería mi esclavitud total. Y yo no quiero ser la esclava de nadie. Y mucho menos de un gigolo.
GINO TROYANO.- Cuando me contrataste sabías bien que yo no soy un sentimental. Los sentimientos quedan para lo que de verdad están enamorados.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Exacto. Eso es lo que deseo. Nada de sentimientos. Que nunca puedas enamorarme, Gino, nunca...
GINO TROYANO.- Pero tu rostro de payasa pintarrajeada y el uso de los preservativos masculinos y femeninos me bloquean la mente y eso hace que no cumpla perfectamente con mi oficio.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Ese es el juego. ¿Quién castiga a quién?. ¡O tú me castigas a mí o yo te castigo a ti!.
GINO TROYANO.- ¿Masoquismo psicológico acaso?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Algo más que eso. Quemeimportismo total.
GINO TROYANO.- ¿Entonces que pinto yo aquí?.
MARIA DE SOTOMAYOR.- ¿No eres un profesional?. Demuéstrame que eres un profesional capaz de robarme algún sentimiento. El día que lo logres me quitaré este falso rostro de payasa para ser un rostro de mujer.
GINO TROYANO.- Pero... ¿soy yo en realidad quien está manteniendo relaciones sexuales contigo o estás pensando en alguien ajeno a mí?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Escucha bien, "Gigi". Yo sólo soy una muñeca rota. Lo que intento hacer es no recomponerme otra vez. Prefiero estar rota a estar derrrotada. En realidad cada pedazo de mi cuerpo es un grito que pide libertad. Sé que es un grito baldío; algo así como El Grito de Edward Munch. Estoy sola en el puente. La vida pasa por debajo. O me tiro desde el puente o simplemente dejo pasar la vida.
GINO TROYANO.- ¿De verdad estás bien de la cabeza?. ¿O estás comenzando a enloquecer y me quieres enloquecer también a mí?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Puede que sí. Puede que esté empezando a enloquecer. Por eso mi única defensa es ser una payasa de circo bailando sobre la cuerda floja de una funambulista. Si me caigo al vacio sólo será una responsabilidad mía. Tú sólo eres la circunstancia porque yo soy el objeto que desata dicha circunstancia. En tu circunstancia no está mi salvador.
GINO TROYANO.- ¿Siempre pensando en tu Salvador Chica Ganalá?. ¿Y si te dijera que yo me estoy enamorando de ti?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡No cites nunca más ese nombre ante mi presencia y olvida enamorarte de mi!. ¡Tú  nunca jamás podrás ser ni la octava parte de mi Salvador!. Ocho sentidos tenemos en la vida, algo que tú y los que son como tú desconocen por completo y viven en la absoluta ignorancia!.
GINO TROYANO.- Tu Salvador está ya demasiado lejos...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¿Quién sabe lo que exite más allá del horizonte?. Sólo los que caminan lo saben. En el horizonte siempre hay sorpresas que nos dejan de ser extrañas cuando las conocemos y entonces se convierten en sentimientos reales y  profundos. Demasiado profundos para que los gigolos los podáis comprender.
GINO TROYANO.- ¡Siempre pensando en ese odioso Salvador!.
MARIA DE SOTOMAYOR.- Siempre pensando en Salvador Chica Ganalá. Sí. Pero... ¿qué importancia puede tener para un gigolo que una mujer esté pensando en otro hombre mientras realizamos nuestros actos teatrales de cama y las relaciones sólo estriban en el alma de cada uno?. ¿Dónde tienes tu alma, "Gigi", cuando pasas las noches conmigo?.
GINO TROYANO.- ¿El alma?. Yo no tengo alma definida en ningún lugar ni en ninguna parte. Soy el agente neutral de las mujeres insatisfechas con sus esposos.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Agente neutral. Alma neutral. Eso es. Y un agente neutral con alma neutral no puede nunca impedir que una mujer sea sólo quien ella desea ser. Yo por ejemplo soy y quiero seguir siendo un grito silencioso. Un grito cobre el puente antes de caer al vacío. O quizás sea ya que soy el propio vacío que miro desde el puente. ¿Quién soy en realidad?. ¿La mujer que grita o el vacío que calla?.
GINO TROYANO.- ¡A mí no me vengas con problemas mentales!. Me estoy enamorando de verdad de ti pero no quiero terminar loco. ¡Yo no quiero esa especie de locura en la que estás penetrando todas las noches!. ¡Lo mío es penetrarte, salir y dar por terminada mi función!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Escucha, "Gigi". Hace mucho tiempo, cuando tenía la edad apropiada yo no era más que un capcricho de mi padre. Mi madre siempre fue un agente tan neutral como tú. Pero ahora ya no soy ni tan siquiera un capricho. Ahora soy una especie de mujer fantasma introducida, noche tras noche, por un profesional de las ignorancias. Sólo eres un ignorante, "Gigi"... un ignorante que no sabes jamás qué ocurre dentro de las mentes de las mujeres que te contratan para pasar las noches en sus camas. Ignoras todo sobre lo que es una mujer y lo que es ser mujer y por eso eres, en realidad, un profesional de la nada.
GINO TROYANO (levantándose furioso de la cama).- Si esto es la nada lo mejor es dejarlo. No quiero seguir siendo parte de tu locura.
Escena Número 10 - Toma Número 3.
Habitación / Interior/ Madrugada
(La cámara toma un plano general en el que se ve a "Lady Blue" que sigue metida en la cama, con su pijama puesto y la cara pintarrajeada de payasa mientras "Gigi" ya está vestido y de pie al lado de ella).
GINO TROYANO.- "Lady Blue". Aquí acaba mi historia contigo. Puesto que no soy nada más que nada para ti... toma... te devuelvo los quinientos dólares de mis servicios. Aquí te los dejo sobre el velador pues has velado mi existencia.
MARÍA DE SOTOMAYOR- ¡¡No, por favor, no te vayas!!. ¡No te quise hacer daño alguno!. Sólo necesitaba desahogarme con alguien y quien estaba a mi lado eras tú.
GINO TROYANO.- No, "Lady Blue". A tu lado no puede estar nadie si no quiere perecer entre tus llamas. Eres volcán en ignición, furia, vendaval de hembra convertida en fuego. Y yo no quiero seguir quemándome en este fuego que me está destruyendo lentamente.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡¡Espera, no te vayas, por favor!!. Te aumentaré los servicios a ochocientos dólares por noche.
GINO TROYANO.- ¡Estás enloqueciendo, María!. ¿Lo sabías?. Ninguna de mis clientas me paga tanto como tú pero tampoco ninguna de ellas me destruye como tú.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Sí. Lo sé. Sé perfectamente que estoy enloqueciendo... pero necesito el Olvido. Te necesito a ti para que seas mi Olvido.
GINO TROYANO- No. No me necesitas para nada más que para tu egoísmo personal. Hay otras muchas mujeres decepcionadas que aceptarán mis servicios sin ponerme ninguna clase de condición.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Escucha, "Gigi". Sobre el olvido me viene a la memoria un pensamiento de mi escritor preferido: "El olvido total es imposible pero el olvido del dolor es alcanzable".
 
GINO TROYANO.- Claro... ¡tú siempre tan egoísta!... El pensamiento es extraordinario y propio de un escritor genial pero... ¿quién soy yo en realidad para ti, el olvido o el dolor?.
MARIA DE SOTOMAYOR.- No. El dolor no eres tú. El dolor es mi imposible olvido total.
GINTO TROYANO.- ¿Otra vez ese tal Salvador Chica se interpone entre tú y yo?. ¿No ves que no quiero ser un juguete entre tus manos?. Esto nuestro me recuerda a una novela de Juan Marsé titulada "Encerrados con un sólo juguete". Yo ya no sé si el juguete eres tú o el juguete estoy empezando a ser yo. Lo que no deseo es sufrir más. Dijiste que éramos una batalla entre dos masoquistas. Dijiste de mí cosas tan duras que me haces dudar ya si tengo alma o no tengo alma. Ninguna de mis clientes me ha llegado a importar jamás. Sólo son mujeres desesperadas engañadas por sus esposos y a los cuales les pagan con la misma moneda. Pero tus monedas son distintas. Nadie te ha engañado. Tú sola te estás engañando contínuamente. ¿Para qué quieres que yo sea el instrumento de tu olvido si me estoy quemando entre tus llamas?. Y cuándo ya no exista de mí nada salvo la ceniza... ¿qué harás conmigo?. ¿Tirarme al cubo de los desperdicios?. No. Yo soy sólo un gigolo y no quiero terminar siendo una basura. Si tú buscas el olvido entre la basura es tu problema, "Lady Blue". No me hagas ser consecuencia alguna. Yo estoy perdido cuando entro en tu cama... y perdido cada noche un poco más...
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Yo sólo necesito compañía sexual. Es lo único que te pido. No amor sexual porque entre tú y yo no habrá amor nunca.
GINO TROYANO (Sentándose en una silla al lado de la cabecera de ella).- Voy a esperar un poco más a ver si te puedo por fin entender. ¿Me rechazas como hombre valioso para el amor?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No, Gino, te reclamo como objeto nada más lo mismo que todos han estado haciendo conmigo. ¿Qué sabes de la vida de una mujer que nunca pudo ser lo suficientemente valiente para haber dicho sí cuando tuvo que haber dicho sí y que no pudo ser lo suficientemente valiente para haber dicho no cuando tuvo que haber dicho no?.
GINO TROYANO.- Yo a eso lo llamo incapacidad infantil nada más. Que una niña no sepa valorar entre el sí y el no no es de extrañar... pero una mujer como tú, dejando aparte a esas furcias facilonas que te dicen siempre que sí, ya debe dejar de seguir siendo una niña caprichosa como siempre has sido. Tú sabes que vales mucho y sin embargo te rebajas a la altura de esas furcias facilonas que te dicen siempre que sí. Si sabes que vales tanto lo único que pienso es que eres una furcia en trance de locura tras locura.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Pero a ti no debe importarte para nada si soy sólo una furcia o si soy algo más superior que una furcia. No debe impportarte tampoco si estoy enloqueciendo o ya estoy loca de verdad. Escucha esto.
(María de Sotomayor saca un DVD de un cajón.
GINO TROYANO.- ¿Qué significa esto?. ¿Otra manía masoquista tuya?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Toma. Cógelo y ponlo en la computadora que está destrás de ti. Detrás de cada persona hay siempre una sorpresa. Si estoy loca... ¿no puede ser la locura del lúcido amor?. Yo también necesito una oportunidad más y quizás lo necesite más urgentemente que tú. Pon ese DVD. No te asustes. Es sólo música.
(Gino Troyano mete el DVD en la computadora y ambos empiezan a escuchar)
DVD.- "No te pongas bruto. Loca. Que te la bebe. Loca. El está por mi y por ti borró
Y eso que tú tienes to' y yo ni un Kikí. El está por mi  por ti borró eso que tú tienes to' y yo ni un Kikí. Ella se hace la bruta pa' cotizarse cinco minutitos de su saldo del celu contigo. Te cotorrea el oído pa' tenerte en alta. Ella muere por ti pero por mi se mata. Yo soy golondrina como una paloma de e'quina mientras ella se pasa en su BM al lado mío. Yo de aquí no me voy, se que está está por mí y ninguna va poder quitármelo de un tirón. Yo soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca.
Soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca.
Soy Loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. El está por mí y por ti borró y eso que tú tienes to' y yo ni un Kikí. El está por mí y por ti borró y eso que tú tienes to'
y yo ni un Kikí. Mientras ella te complace con todos tus caprichos yo te llevo al malecón por un caminito. Me dicen que tu novia anda con un rifle porque te vio bailando mambo pa' mi. ¿Qué no lo permite?. Yo no tengo la culpa de que tú te enamore' mientras él te compra flores yo compro condo'.Guau. Yo soy loca con mi tigre. Yo soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy Loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. !Dios mio!. ¡Ah!. Se colán lo ra-ta-ta. No te ponga' bruto que te la bebe
Loca. Loca. Loca. El está por mi y por ti borró y eso que tu tienes to' y yo ni un Kikí. Yo soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy loca con mi tigre. Loca, Loca, Loca. Soy Loca con mi tigre Loca, Loca, Loca.
GINO TROYANO.- ¿Soy yo el afortunado?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Sabes perfectamente que no. Jamás.
(Gino se vuelve a sentar junto a la cabecera de ella).
GINO TROYANO.- ¿Y de esta manera quieres que te entienda?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No te pido que me entiendas ni tampoco que me alcances una estrella azul. Yo ya soy la Dama Azul. Lo he sido desde siempre. ¿Para qué quiero una estrella azul?. Yo sólo quiero una estrella roja... de esas que explotan en el Universo y se fragmentan en mil pedazos que chocan y rebotan con los astros y ruedan por el abismo de los espacios siderales quemando todo lo que encuentran.
GINO TROYANO.- Es cierto. Estás loca de verdad. Y como yo no soy el afortunado ni lo seré jamás... ¿por qué te empeñas tanto en hacerme víctima tuya?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible, como un sueño que nunca lograré realizar y el lejano perfume de mi amor imposible rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.
GINO TROYANO.- ¿Me lo dices a mí?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No es mío sino de Jaime Buesa... y no te lo digo a ti... jamás te lo podría decir a ti porque sólo eres parte extrísenca de la epidermis de mi piel. Se lo digo a quien es parte hondamente intrínseca de mi corazón.
GINO TROYANO.- ¿Ves cómo yo tengo todavía razón suficiente para saber que siempre será una barrera que nunca podré rebasar?. De verdad que cada vez te entiendo menos. Me quieres llevar a límite del masoquismo psicológico. ¿Es eso lo que quieres de mí?. ¿Quieres que sea yo la víctima de tu propia cobardía?. Me tengo que ir para salirme de tus zarpas. Fuí paloma por querer ser gavilán... pero puedo todavía reaccionar si es que tengo tiempo.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- No te vayas todavía. Escucha esto: "Seres a los que quisimos mucho más de lo que pensábamos y que ya se han ido de aquí... amores grandes y pequeños amores; unos de años y otros solo flor de un día pero que todos ellos dejaron influir su ánimo en nuestro sentimiento... esos amigos y amigas que vivieron mucho tiempo a nuestro lado y con los que pudimos vivir y descubrir misterios pero que ahora ya quedaron lejos, en la pretina de los recuerdos... esos compañeros y compañeras de juegos, de labores, de aventuras pasajeras pero con los que pudimos entablar algo más que una simple ausencia... esos países que tuvimos que abandonar un atardecer porque la vida empuja a destinos inextricables... esa ciudad... ese pueblo... ese otro ser humano con el que cruzábamos miradas y silencios pero que hacía pensar que eramos algo más que aire... todas esas grandes ausencias que se acumulan en los diarios diapasones del vivir. Hay muchas nuevas presencias pero... !cuántas ausencias se acumulan en el pasaporte de los viajeros!. Esas grandes ausencias dejan grandes huecos, grandes huellas, grandes pensamientos... y nos vamos haciendo lejanos... hasta que un día tenemos ganas de volver y ver a todas esas grandes ausencias reunidas en un solo sueño...".
GINO TROYANO.- ¿Te lo aprendiste de memoria?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Sí. Me lo aprendí de memoria cuando cumplí los 25 años de edad y no lo he olvidado jamás.
GINO TROYANO.- ¿De tu escritor favorito?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Exacto. Del escritor que me dio vida para nacer, crecer y pensar.
GINO TROYANO.- Escucha, Dama Azul, yo ya sé que no puedo conquistarte una estrella roja pero te tengo que decir que eres el primer abandono de mi vida. Yo, el gran sucesor de Casanova, Landrú, Don Juan entre las mujeres... reconozco que por primera vez una Dama Azul me derrota. Así que me voy de tu vida para siempre... porque no quiero terminar destrozado del todo. ¿Quién eres tú en realidad sino una mujerzuela que me está intentando robar el corazón para convertirme en su payaso consorte?. No. Sigue siendo Colombina, o La Mamá Gansa, o Beby, o Miss Lou Lou, Oranda Cristiani, la Señora de Riquelme y Elizabeth Silvestre... sigue siendo cualquiera de ellas como lo que eres, una verdadera cualquiera nada más... o si tu locura llega a ser tan grande sé todas ellas juntas si lo deseas... pero yo no seré por más tiempo el comparsa de tus deshonestas acciones.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Pues mucho más honestas son mis acciones que la tuyas; porque, al menos, soy quien paga y tú quien recoge las miserables monedas que te doy a causa de esto del amor libre. ¡Vuélate si quieres lejos del nido de mi cama pero nunca serás un gorrión sino un simple gavilán de carnes escarnecidas o un buitre de la carroña sexual como los sois todos los que practicáis el amor libre en vez del amor noble!. Yo puedo ser hasta una furcia si tú me quieres llamar así pero siempre estaré muy por encima de ti en la cama o fuera de la cama.
GINO TROYANO.- ¿Sabes lo que me pareces tú?. ¡Sólo una mujerzuela patética nada más!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Insúltame todo cuanto desees pero tú eres el perdedor porque siempre te quedará la impotencia de no haberme podido conquistar jamás. Recuerda que yo seré sólo el dolor pero el dolor no deja de ser un sentimiento... mientras que tú sólo serás un olvido vacío... ¡un total olvido vacío para mí!.
GINO TROYANO.- Entonces... ¿por qué compraste mis favores?.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- Porque sólo eres una mercancía nada más. Una mercancía que se paga para consumirla y después tirarla al tacho de la basura.
GINO TROYANO.- Y yo pienso que en ese tacho la principal basura eres tú.
MARIA DE SOTOMAYOR.- Te equivocas en tu palabrería machista. ¿Comprendes por que siempre te quedará en el pensamiento mi recuerdo, por qué nunca permití que me hicieses un hijo y por qué jamás tu nombre será pronunciado por mi boca nunca más?.
GINO TROYANO.- Dices cosas demasiado imprudentes, María... ¡nunca digas jamás!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- En este caso sí. !Jamás, jamás y jamás!.
GINO TROYANO (Levantándose de la silla y dirigiéndose hacia la puerta).- ¡Adiós, hasta nunca, loca de atar!.
MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Hasta nunca machista pendejo!. ¡Loca de atar sí pero nunca por nadie como tú!.
Escena Número 10 - Toma número 4.
Salón / Interior / Mañana
(La cámara enfoca a María de Sotomayor, "Lady Blue", fuera de la cama, sentada en el sofá del salón de su casa, con la cara todavía pintarrajeada de payasa y bebiendo de una botella de ginebra).
MARIA DE SOTOMAYOR.- Y estoy con mi silencio contando esas miles de horas que he pasado en aquellas calles del hambre, del frío, de la soledad... y estoy con mi silencio contando esas miles de estrellas nocturnas que me acompañaron en el hambre, en el frío, en la soledad... y estoy con mi silencio contando esos sueños que viví en el hambre, en el frío, en la soledad... y estoy con mi silencio contando esos cuentos con los que lloré en mi hambre, en mi frío, en mi soledad... y estoy con mi silencio contando esos poemas con los que grité a mi hambre, a mi frío, a mi soledad... La calle está totamente desierta. Sólo hay grillos cantando y silencio humano. No hay Sol. No hay Luna. Unos ruidos lejanos me hacen pensar que este Silencio mayúsculo no es una Soledad o que esta Soledad no es un Silencio mayúsculo.
Los rastrojos de la vereda del camino están secos, muy secos, y en sus ramas sólo se ve la Tristeza. Pero algo me dice que tampoco esta Tristeza es una Soledad o que esta Soledad no es una Tristeza. Voy solo, completamente solo, por la solitaria calle pensando. Pienso en los tiempos del pasado, del presente y del futuro y me doy cuenta de que, en realidad, lo que existe, más que el Tiempo en sí mismo es el Eco del Tiempo. Tan fuerte es el vender los silencios que la vida nos cosecha de luces
y en el cómputo general de la sombras existe siempre un árbol sembrado de razones
que son los acordes del sueño de las horas pendientes de una primavera de flores con fuego. Las golondrinas, perfumes del viento, dan vuelos entre el aire y las caricias,
y bajo el canto vivo de las inquietudes está siempre una primera vez de asombros. Sí. Las nubes pueden ser violetas abiertas en el más allá de las tierras y en las calles soledades las huellas se quedan impresas como versos en las esquinas. Quizás algo de mí vagabundea en los misterios que se extienden para no volver porque son saludos a las lluvias y al viento y al sol y a las estrellas. Y, muy abiertas, las horas de la mañana me dicen adiós con sus cadencias de amores casi de oro en el mes de mayo desnudo de estas semillas amanecidas. Soy un soñar de álamos en la urdimbre
del misterioso sonido de las rosas. ¡Soledad primera de mí misma!. Tú me rompes, me destruyes, me arrinconas entre la pared y el silencio y yo sólo soy esa mariposa que voló entre los espinos para quedarse varada en el puerto mientras tú, soledad primera de mi misma, me acechas en cada esquina de mi cuerpo y me aprisionas y me asfixias como si de un enamorado ansioso fueses. ¡Tú, mi soledad primera de mi misma!. Tienes el agravio engarzado en mis pechos y por mis piernas me introduces tu dolor dentro del alma. Soledad de alma. Soledad de vida. Yo no sé si enloquezco en esta soledad de brumas o sólo respiro porque la vida se disipa entre tus dedos, soledad primera de mí misma. Quiero levantarme y no puedo. Quiero gritar que quiero levantarme y  no puedo. Quiero pensar que quiero gritar porque quiero levantarme y no puedo.
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Libreto (Guión) de pelicula para hombres mayores de 18 años y para mujeres mayores de 16 años.

Palabras Clave: Libreto Guión Película Cine Conocimiento Cristianismo.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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