Tras la Novena
Publicado en Dec 17, 2010
Fuga. Fuga, fuga, fuga...
En el cerebro de Beethoven anida una fuga que rompe la melodía, que abre un nuevo tiempo de la música vienesa... Fuga. Y el viejo músico atraparla quiere cuando entra en agonía, y cuenta por minutos sus días. Lucha hasta la madrugada, quiere de su mente enferma sacarla y liberarela, fuga, fuga... lo átono ha nacido: no hay movimientos, tonos ni finales deslumbrantes. Es un fluir continuo de la sangre, el viaje interminable de las nubes por el cielo. Es una fuga concebida como el aliento de lo divino.
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Sandra Ruiz Tern
raymundo
Durazno sangrando
"lo átono
ha nacido: no hay movimientos, tonos
ni finales deslumbrantes. Es un fluir
continuo de la sangre, el viaje interminable
de las nubes por el cielo"
Esos versos me parecieron geniales Joelia, se que la fuga era de Beethoven
pero el final es puramente Debbusyano o quizás Satiano. Saludos.
Sra Valdemar
Monica Vera
Richard Albacete