Beso de licor es en tu boca
empapada de rumor en la milonga
bailando adormecido en la picota
del muelle porteño en corazón.
Las notas de la vida son añejas
del sueño que ayer ya sostuvimos
y estamos ahora recordados
en la llama candente de un fogón.
Cenizas de tantas madrugadas
como lágrima inspirada en el constante
vuelo del pájaro olvidado...
En la pena triste de cada alma
llueven grises gotas del licor
en la boca doliente derramadas...
Y al fino percal de un talante
canta la musa de labios suspirada
por ver si una sombra ligeramente errante
se hace corona de diosa en un rincón.
Yo quiero acudir a este desvío
siguiendo la ruta del pálido camino
conforme me late ya pronto el corazón.