Se marchitaron ya
las flores del olvido
y todo lo vivido
lo vuelvo a recordar.
Mis versos más queridos,
un viejo navegar...
Y ese amor antiguo
que me hizo regresar.
 
Se despejaron ya
las dudas del destino
y no viaja conmigo
la cruz de ese pesar.
Ahora al desatino
lo puedo reciclar
y no doy por perdidos
los pasos de mi andar.
 
Se me secaron ya
los cauces de mis ríos
y todo el llanto mío
tornó en pura sal.
Y si hoy también escribo
es para sazonar
esos besos prohibidos
que inundan tu soñar.
 
Se marchitaron ya
las flores del olvido
y todo lo sentido
lo vengo a regalar.
Mis versos más queridos,
un viejo navegar...
Y ese amor antiguo
con sabor a libertad.
 
G.S.A.