"Lady Blue" (Dama Azul) PELÍCULA - 8.
Publicado en Dec 18, 2010
SEXTA SECUENCIA
Escena Número 11 - Toma 1. Sala / Interior / Mañana (Con película de color amarillo claro, la cámara enfoca un primer plano de "Lady Blue" (Maria de Sotomayor Campoamores) que está sentada en su butacón, ya sin la cara pintarrajeada como payasa sino bellísima y natural, viendo la televisión y luego va haciendo plano medio, plano americano y plano general para pasar luego a enfocar la televisión donde María estrá visionando la escena del desfile de "los comulgantes" de la película "El séptimo sello" de Ingmar Bergman, del año 1957). La escena en total dura 5 minutos. Escena Número 12 - Toma 1. Salón / Interior / Mañana (La cámara enfoca a la "Dama Azul" (María de Sotomayor Campoamores) con un plano general. Está sentada en el sofá. Sigue su rostro siendo bellísimo, sensual y sexy. Está leyendo una carta que le ha enviado Salvador Ganalá Chica desde la ciudad de Latacunga). MARIA DE SOTOMAYOR (Leyendo en voz alta, pero en soledad, la carta de Salvador).- ¡Hola mi Princesa!. ¿Cómo estás "Lady Blue"?. En ningún segundo de mi desolada vida he dejado de pensar en tí. ¡Ni un sólo segundo he dejado de sentirte mi pequeña Dama Azul!. Durante todo este tiempo en que nos separaron por la fuerza del autoritarismo de la sinrazón he dejado de soñarte. Todo el tiempo con esta cancíón metida en mi alma y pensando en tí, mi jardín prohibido: Esta tarde vengo triste y tengo que decirte que mi mejor amigo ha estado entre tus brazos. Tus ojos me llamaban pidiendo mis caricias. Tu cuerpo me rogaba que le diera vida. Comiste del fruto prohibido dejando el vestidcolgando de nuestra inconsciencia. Ti cuerpo fué gozo durante un minuto, tu mente lloraba mi ausencia. No lo volveré a hacer más. No lo volveré a hacer más. Pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos decían cansados que eras tú, que eras tú. Que siempre serás tú. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. Siempre que te he mirado a los ojos y cogidos por la mano yo me he dejado llevar por tu cuerpo y me he comportado como un ser humano lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. Sus besos no me permitieron repetir tu nombre, y el suyo sí por eso cuando le abrazabas me acordé de tí. Comiste del fruto prohibido dejando el vestido colgando de nuestra inconsciencia. Ti cuerpo fué gozo durante un minuto. Mi mente lloraba tu ausencia. No lo volveré a hacer más no lo volveré a hacer más pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos decían cansados que eras tú, que eras tú que siempre serás tú. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. Siempre que te ha mirado a los ojos y cogidos por la mano yo me he dejado llevar por tu cuerpo y me he comportado como un ser humano. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. La vida es asi, no la he inventado yo sus besos no me permitieron repetir tu nombre, y el suyo sí. La vida es asi, no la he inventado yo. Él te miraba a los ojos y yo pensando en ti. La vida es asi, no la he inventado yo. Comiste del fruto prohibido, por un minuto de amor has olvidado mi amor. La vida es asi, no la he inventado yo y tú lo sabias mi amor, pero la vida es asi. La vida es asi no la he inventado yo. Ya lo ves, no es que yo quiera. Esas son cosas que le pasan a cualquiera. La vida es asi, no la he inventado yo. Suave que me estás matando que estás acabando con mi corazon. ¡Ay mi vida!. La vida es asi, no la he inventado yo. No, no, no, no, no te lleves de nadie llévate de mi corazón que yo te voy a hacer feliz.La vida es asi no la he inventado yo y cuenta conmigo mi amor. Espera que voy. No te culpo de nada del pasado. No me importa qué es lo que hiciste o qué es lo que soñaste. No me imorta si estás soltera, casada o viuda. La vida es así y yo, aunque no la he inventado, quiero cambiarla a tu lado. Durante muchos años luché contra todo y contra todos. Pero por fin alcancé el éxito. Ahora soy yo el que manda. Soy el hombre más importante de Latacunga. Pero nada de eso me importa si no estás tú. No te enjuicio, no te condeno... porque sé que no fuíste culpable de nada. Quizás fui yo. Quizás fui yo quien te hizo tanto daño al amarte. Pero ya no importa. Todo lo que tengo es gracias a que siempre has estado todos los segundo de mi vida en mi pensamiento. Ahora mismo te estoy escribiendo con una Biblia en la mano: "Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el Amor, no sería más que bronce que resuena y campana que toca. Si yo tuviera el don de profecías, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos, y tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el Amor, nada soy. Si reparto todo lo que poseo a los pobres y si entrego hasta mi propio cuerpo, pero no por Amor, sino para recibir alabanzas, de nada me sirve. El Amor es paciente, servicial y sin envidia. No quiere aparentar ni se hace el importante. No actúa con bajeza, ni busca su propio interés. El Amor no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona. Nunca se alegra de algo injusto y siempre le agrada la verdad. El Amor disculpa todo; todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. El Amor nunca pasará. Pasarán las profecías, callarán las lenguas y se perderá el conocimiento. Porque el conocimiento, igual que las profecías, no son cosas acabadas. Y cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño; pero, cuando ya fui hombre, dejé atrás las cosas del niño. Del mismo modo, al presente, vemos como en un mal espejo y en forma confusa, pero entonces será cara a cara. Ahora solamente conozco en parte, pero entonces le conoceré a él como él me conoce a mí. Ahora tenemos la fe, la esperanza y el Amor, los tres. Pero el mayor de los tres es el Amor". No lo dudes más. No me importa nada de los que hayas podido hacer, hayas podido pensar o hayas podido soñar. Soy el hombre más importante de Latacunga pero sin ti nada soy, nada tengo, de nada me sirve el esfuerzo realizado. Para siempre has seguido siendo la niña aquella de los siete años de edad; aquella niña a la que le prometí, ¿recuerdas?, el País de Las Fantasías. Yo quiero convertir, como fue mi promesa, para ti todas esas fantasías en realidad. Tú serás Wendy y yo Peter Pan y no creceremos nunca. Conmigo crecerás por dentro pero por fuera seremos siempre Romeo y Julieta. No. Mejor dicho, porque tú lo preferiste, tú serás la más dulce Dulcinea del mundo y yo seré un pequeño quijote nada más. Puedo hacerlo. Puedo convertir a la Ínsula Barataria en la Península del Amor. Existe. Es real. Se llama España. Yo no soy falso, María... y eso es lo que importa. Aprendí siempre a ser verdadero. Sólo soy Felicidad. Lo que empieza por Fe y termina por no tener nunca Edad. Sabes que no hay ninguna más en mi corazón. En todos los lugares de la Tierra tú eres ella. Yo no quiero jamás a otra ni te venderé por nadie ni por nada. Porque yo te amo sin engaños. Soy sólo tu Esperanza. Sólo tu Esperanza. Así que no tardes mi amor chiquito. Súbete mañana mismo al tren. Mañana es sábado. El tren sale de la Estación "Eloy Alfaro", en el barrio de Chimbacalle, a las 8 de la mañana. No lo olvides. A las 12 del mediodía de estaré esperando porque voy por ti. Voy para hacerte la Reina de mi Gran Sueño de siempre. la que sigue siendo la niña de los siete años jugando a querer, amar y sentir. Sólo son 10 dólares. Por sólo 10 dólares yo te ofrezco toda mi fortuna acumulada en todos estos años de soledad. Pero existe la Esperanza. De tu escritor preferido, ese que siempre eliges a la hora de la verdad, te envío el siguiente texto: "Hola. Buen día. Hoy has despertado abriendo los ojos una vez más. Dame la mano. Vamos a saludar juntos a la esperanza y a este milagro divino llamado realidad, sueño y magia de transformación". Te amo con toda la Verdad del Mundo. Tu Salvador. Escena Número 12 - Toma Número 2 Salón / Interior / Tarde MARIA DE SOTOMAYOR (en un obnubilado monólogo con la conciencia perdida entre el fracaso y la esperanza).- ¡Apartaos de mí, fantasmas del pasado!. ¡Apartaos de mí, fanstasmas del recuerdo!. ¡Apartáos de mí, fantasmas del olvido!. He sido tan sumamente pecadora que sólo el pecado es mi ser. No. No puede ser. Tiene que haber alguna ventana abierta para saltar hacía el vacío. ¿Qué digo?. ¿Qué estoy diciendo?. Si mi boca habla no soy ya la que siente sino la que huye, la que se esconde, la que se encadena al producto negativo de la vida. No. No puede ser. Tiene que haber una puerta para cerrarla para siempre. Pero ¿qué estoy diciemndo?. ¿No he sido siempre la amante de la libertad?. Entonces ¿por qué?... ¿por qué la araña negra me come la conciencia?. Soy tan pecadora como nací y quizás deba ser esta mi muerte. ¡No!. ¿Que estoy diciendo?. ¿No soy hermosa?. ¿No soy bella?. ¡Fantasmas!. ¡Sólo fantasmas del pasado, del recuerdo y del olvido!. Pero ¿y tú?... ¿que esperanzas me das tú que escribes al otro lado del mar... en aquellas costas en que el sol calienta la arena donde mi rostro, mis brazos, mis pechos, mi cintura, mi cuerpo, mis piernas te han enamorado hasta enloquecerte?. ¿Qué esperanzas me das tú, mi escritor que narras canciones mientras me sueñas?. ¡Quiero saber qué me dices tú!. (Maria bebe un trago de ginebra, se levanta, saca un texto que tiene guardado en el mueble bar y lee) MARÍA DE SOTOMAYOR.- "Girándulas. Esencias de sueños. Mágicas incursiones en los mundos del Arte donde los bohemios os fundamos y os refundamos mil veces por segundo. Profundas metáforas a corazón abierto como operaciones poéticas de los versos que se concatenan en los deseos del vivir. Girándulas. Poemas vivientes y libres. En el viento de los sentires os hacéis movimiento. Mucho más tangibles, reales y concretas que los cronopìos borgianos sin sustancia ni alegorías posibles. Girándulas. Alegorías soñadas junto a un surtidor de ideas que bañan el cuerpo y la mente de los poetas y hacéis de nuestros mundos una verdadera existencia floral, concreta y tan verídica como las musas de los romances. Muy lejos de vosotras, los cronopios se hunden en sí mismos porque se creen poseedores de una verdad que sólo es el absurdo de la irrealidad abstracta. Girándulas. Realidades transformadas por los sueños. Los vientos literarios forman sílabas de amor con vosotras, girándulas de los sueños que sois la raíz esencial de donde derivan los apotegmas y los sintagmas de la Fantasía. ¿Qué son los cronopios comparados con vosotras?. Nada. Vacuidad. Vacío. Los cronopios borgianos son unos vacíos sin materia definida ni espíritu definible; algo así como fantasmas inexpresivos. Pero vosotras, girándulas de los sueños, no sois, como diría Don Quijote: "fantasmagorías inexplicables vive Dios". Tenéis un cuerpo formado por las proposiciones bohemias de los poetas de la luz... porque sois luz de ideas libres mientras los cronopios permanecen atados a la ineficaz tarea de las abstracciones absurdas e imposibles de definir como su propio autor (Jorge Luis Borges) no tuvo más remedio que confesar. Girándulas. Concretas composiciones de cuerpo, materia, alma y espíritu y ese otro concepto lírico que llamo "liriasis" del tiempo porque sois como lirios en medio del desierto, crecidas en el oasis donde los poetas bohemios vamos todas las noches a beber sedientos bajo la luna de la Imaginación rodeados de estrellas de la Realidad. Girándulas. Experiencias vividas por y para el amor. Los cronopios se pierden en las nebulosas de la antipoesía mientras vosotras sois poesía completa. Besos, luz y luna". MARÍA DE SOTOMAYOR BEBE OTRO TRAGO.- ¿Me hablas a mí?. ¿Me hablas a mí que sólo soy sirena varada en la playa?. No. Yo sé que tus lirios son hermosos pero los míos se han quedado secos. Sí. ¡Claro que te creo!. Pero no te creo. No soy capaz de llegar a creerte tanto como para saber que escribes para mí. ¿Tú eres mi verdadero salvador que me está llamando a ir junto a él?. No. Girándula del viento soy y anémona marina perdida entre los vientos del atardecer. Ya no hay playa aunque tú me lo digas. Ya no hay rostro hermoso aunque lo haya, ya no hay brazos hermosos aunque los haya, ya no hay pechos hermosos aunque los haya, ya no hay cinturas hermosas aunque las haya, ya no hay cuerpo hermoso aunque lo haya, ya no hay piernas hermosas aunque las haya. ¿Quién eres tú que me impulsa a saltar lejos del vacío y llegar de nuevo a la playa del sol?. No. Yo ya soy sólo nube gris perdida en un cielo negro. Negro. Salvador Chica Ganalá. ¿Te gano o te pierdo?. ¿Qué esperanza tengo cuando soy la desesperanza total?. ¿Y mi mente?. ¿Dónde he perdido mi mente entre tanto pecado cometido?. ¿Qué me vuelves a decir tú, ahora, escritor de mis sueños?. ¿Qué tienes qué decirme ahora cuando ya no estoy convencida de si soy o no soy?. (María viuelve a buscar entre las hojas revueltas del mueble bar y encuentra una ya muy antigua) MARIA DE SOTOMAYOR.- Las estelas nocturnales alumbrando las manos del fulgor entre las lunas cuando los brazos apegados al cuerpo marcan un sendero al cuerpo caminante. Todas las bóvedas sus lámparas extienden con luces escapadas de los labios de las sombras y un desdoblar de caminos deshojados trazan en mis pies un breve murmullo. La pluma con que escribo ahora mismo se acompaña de nubes enardecidas por las prendas amadas de este insomnio que sigue al poeta de aguardiente. Cuando la boca despierta del influjo lunario guarda en mis ojos un bello paisaje de andares por las sombras de Quimera envueltos en penachos de escondidos sueños. Y en los dulces resplandores plateados recuerdo al hombre en su labor convulsa y a la hembra que acompaña todo el cuerpo y sorprende vibrante y enlazada. Ya sólo soy una sombra disparada en el pincel del rincón de la bohemia y mi vida inquieta brota en su aventura de beber de la boca voladora de la noche". (María está cansada, muy cansada). MARÍA DE SOTOMAYOR.- ¡Ay mi poeta preferido si supieras cuáles son las esquinas que me acorralan!. Yo soy también sólo sombra. Sé que me quieres elevar a las alturas de este mundo oscuro, triste, apagado... pero no tengo fuerzas. Te leo y te comprendo pero a la vez no te entiendo. ¿Cómo puedo salir de este laberinto de Quimera si la quimera sólo quimera es. Gracias te doy por querer acompañarme en la penumbra de este atardecer pero... ¿Y Salvador?. ¿Y ese fantasma del pasado, ese fantasma del recuerdo, ese fantasma del olvido?. Tú quieres expresarme la esperanza. ¿La esperanza?. ¿Qué esperanza, bohemio poeta, qué esperanza?. ¿Qué estoy diciendo?. ¿Qué estoy no diciendo?. ¿Qué quieres que exprese?. ¿Sigo siendo tu chica de la playa dorada?. Pero no. El cielo es ahora negro. Salvador es negro. ¿Qué puedo hacer?. ¿Qué puedo no hacer?. No siento mis palabras, no acierto a comprender mis palabras. ¿Qué me dices tú de las palabras, poeta que todavía sigues creyendo en mí cuando yo ya no creo en mí misma?. (Maria, ya agotada por el esfuerzo mental, saca el último texto que encuentra en el muebel bsar, escondido entre las copas preparadas para seguir bebiendo). MARÍA DE SOTOMAYOR.- "La niñez se me vuelve a veces con el ruido del molino en el recuerdo y me acuerdo de pasos solidarios con los músicos en las hondas ondas de la melodía. Mediodía. Tengo yo un punto luminoso en las pupilas de fluorescencia tierna y sobre la tierra una hebra delgada muere junto al río. Sonrío como niño volviéndome semilla y entre las lilas todo me rodea de silencio. El precio es un puente de rosas extendiendo poco a poco mis palabras" (María hace estallar su última copa contra el suelo. Está extasiada y sólo puede musitar palabras en baja voz) MARÍA DE SOTOMAYOR.- Gracias por confiar en mi, poeta de mil recuerdos y mil vidas y mil ilusiones... pero no... ese mediodía del que me hablas no podré estar junto a él. No. No entiendo lo que siento, no entiendo lo que hablo, ya ni te entiendo a ti. Él ¿me estará esperando mañana al mediodía?. ¿Para qué?. Salvador Chica Ganalá es negro y me ha derrotado, me ha derrotado desde esa infancia que tú me haces rercodar. No. No puedo. No puedo arrastrarle con mis pecados. ¿Quién soy?. Pero... ¿quién soy en la realidad?. Sí. Me miro al espejo. ¿Sigo siendo la Dama Azul o sólo soy una sombra de la Dama Azul?. No puedo, poeta bohemio, irme... ¿a dónde?... ¿hacia dónde irme?. Estoy cansada... muy cansada... solo quiero dormir y no despertar jamás. Escena Número 12 - Toma Número 3. Salón / Interior / Noche. (María de Sotomayor Campoamores, que sigue sentada en el sofá, consigue, en unos momentos de plena lucidez, recordar los tiempos del pasado) MARÍA DE SOTOMAYOR.- Sí te recuerdo ahora, Salvador, mi primer y único amor... pero la distancia puede ser un acercamiento y un olvido y yo no soy digna por no haber sido valiente. ¿Quién soy yo, Salvador?. Sólo una mujer que tuvo miedo... sí... siempre he tenido miedo de perder. Por eso soy una mújer débil. Tú quieres protegerme pero ¿quién puede proteger a una mujer que ahora se da cuenta de que todos sus casprichos eran la consecuencia de no tener su propia libertad?. Claro que te amo, Salvador, te amo desde que sólo era una niña enamorada del ballet. Sí. Aún tengo las zapatillas rosas. Nunca he dejado de pensar en tí, pero ¿qué significa el pensamiento?. Recuerdo, letra tras letra, lo que dijo mi escritor favorito: "El trípode compuesto por "cuerpo, alma y espíritu" sostienen una edificación llamada existencia". ¿Qué he hecho yo con mi cuerpo, Salvador, sino entregarlo a quien suponía todo lo opuesto a ti?. ¿Y qué decir de mi alma?. ¿Dónde dejé mi alma?. ¿En que rincón de la vida dejé colgada mi alma como si de un objeto se tratara?. Mi alma sólo es ya un objeto corrupto, corrompido por el tiempo hasta quedarse desgastada. Esa es mi existencia. Un fracaso, Salvador. ¿Y tú crees que te mereces un fracaso como compañera?. Hay una canción que dice: "Si tú me dices ven, lo dejo todo si tú me dicmes ven, será todo para ti. Mis momentos más ocultos, también te los daré, mis secretos que son pocos, serán tuyos también. Si tú me dices ven, todo cambiará, si tú me dices ven, habrá felicidad, si tú me dices ven, si tú me dices ven. No detengas el momento por las indecisiones, para unir alma con alma, corazón con corazón. Reír contigo ante cualquier dolor, llorar contigo, llorar contigo, será mi salvación. Pero si tú me dices ven, lo dejo todo, que no se te haga tarde y te encuentres en la calle, perdida. Sin rumbo, y en el lodo, si tu me dices ven, lo dejo todo". Pero pienso, ahora con toda claridad, que es sólo una canción que me llega ya muy tarde para mí. Mañana iré al tren... pero para decirle adiós a la vida... porque... ¿qué tengo yo ya para ofrecerte?. Mis zapatillas de ballet de color rosa será lo único que quede de mi. Si. He decidido acabar con esta vida baldía que sólo te puede arrastrar al abismo. No. Yo sóla irá al abismo y el tren será mi destino. Pero no para llegar a tí sino para alejarme de tí definitivamente entre sus ruedas. Lo hago para no herirte, para no dañarte, para no hacerte sufrir. Tú eres mi único amor pero te he traicionado tanto que no tengo valor para contártelo ni para vivirlo junto a ti. Amor. No sé ya que puedo hacer para que el amor sea la frontera salvadora. España. Claro que quiero a España porque es la patria de mis antecesores. Pero... ¿qué puedo hacer a tu lado en esa España mía, en esa España nuestra. Escucha: "Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra. De tu santa siesta ahora te despiertan versos de poetas; ¿dónde están tus ojos?, ¿dónde están tus manos?, ¿dónde tu cabeza?. Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra. Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra. De las aras quietas, de las vendas negras sobre carne abierta. ¿Quién pasó tu hambre?. ¿Quién bebió tu sangre cuando estabas seca?. Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra. Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra. Pueblo de palabra y de piel amarga. Dulce tu promesa quiero ser tu tierra quiero ser tu hierba cuando yo me muera. Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra". Si. No hay otra cosa más deseable por mí que irme contigo a España para olvidarlo todo y empezar... ¿pero otra vez empezar es posible?. No. Lo mejor que puedo hacer es entregar este mi cuerpo, otra vez entregar este mi cuerpo, definitivamente a las ruedas del tren. (Y Maria se queda dormida). Escena Número 12 - Toma Nñumero 4. Estación / Exterior / Mañana (La cámara recoge un plano general de María paseando por el andén donde se encuentra detenido el tren que sale a las 8 de la mañana con rumbo a Latacunga. Pasea con la mente perdida en el vacío. Sólo desea una cosa: que el tren arranque para lanzarse bajo sus ruedas. Deja las zapatillas de ballet de color rosa sobre uno de los asientos de la estación. La cámara recoge el momento en que el tren se pone en marcha... pero en el asiento número 52 una bellísima "Lady Blue" está sentada con el corazón latiéndole de emoción y ansiedad amorosa mientras el pasajero que está sentado al lado de ella ha puesto en funcionarmiento una emisora musical) MÚSICA.- "Ansiedad, de tenerte en mis brazos musitando,... palabras de amor. Ansiedad, de tener tus encantos y en la boca, volverte a besar. Tal vez esté llorando mis pensamientos. Mis lágrimas son perlas que caen al mar. Y el eco adormecido, de este lamento hace que este presente en mi soñar. Quizás esté llorando al recordarme y estreche mi retrato con frenesi. Hasta que a tu oído llegue la melodía selvaje y el eco de la pena de estar sin ti. Ansiedad, de tenerte en mis brazos musitando... palabras de amor. Ansiedad, de tener tus encantos y en la boca, volverte a besar". FIN
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