encuentro magicos
Publicado en Jan 04, 2011
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                         ENCUENTROS MAGICOS
Dedicado a esa persona que me lo pidió, no hace falta nombre, ahí esta la magia.
Gracias y debido a esas cuestiones de las nuevas tecnologías, fue que se habían conocido a través del ciberespacio.
En un principio, fue el, como en la mayoría de los casos quien conoció primero a ella, o al menos digamos que intento el primer conocimiento.
Había entrado en la página de los encuentros de gente, visto su foto, leído su perfil, pero en esa oportunidad no dejo ningún mensaje, simplemente, se dedico a seguir curioseando otras fotos, otros perfiles, aunque había sido uno solo uno solo el que realmente le intereso.
Ella sabría un par de días después que el la había visitado. Este hecho no llamo para nada su atención, ya que no era el primero que la visitaba y no dejaba mensaje. Pero esta visita le había dejado un gustito a saber más,
El por otro lado, dedico el resto de esa noche que se la había vuelto fría, lluviosa y solitaria, a buscar una información que necesitaba para su trabajo.
Pensó en que por suerte era jueves, ya quedaba solo el viernes de oficina, donde todo parecía mas tranquilo, y después vendría el finde, en realidad, pensó después, pensó que seria otro fin de semana con mas de lo mismo, o sea de esa casi otra rutina en que se le habían convertido los fines de semana desde su ultima pareja se fuera de  su vida. Tan así había sido que ella se había marchado fuerza del país, dejando así la puerta cerrada para cualquier retorno. De esto hacia poco mas de un año ya y desde entonces empezó a darse cuenta que sus fines de semana estaban vacíos como el resto de los otros días. En un principio no había notado esa falta ya que lo tomo como algo nuevo. El fútbol de los sábados lo había mantenido desde siempre, por lo que eso no había cambiado. El resto de las cosas si, ya que todos sus amigos estaban casados o en pareja, ahora el se sentía como pieza de otro rompecabezas.
Fue así como se anoto en esa pagina a instancias de uno d sus amigos de los sábados futboleros.
Este le había sugerido que como medida para conocer gente nueva, esta seria una buena opción, después quedaba en el si seguía o no.
Al principio no le gusto idea, ya que le parecía algo distante y frió, pero finalmente un día entro en la página y entendió el funcionamiento. Decidió anotarse, con foto, un perfil que no decía o definía  mucho sobre si mismo como había visto que hacían la mayoría. As8imismo se mostraba desconfiado del sistema, incluso no estaba muy seguro de cómo encontrar a alguien que le gustara.
Ella, por su lado, llevaba más de un año de su última separación, que,  había un tanto traumática. Las cosas se precipitaron raíz de la perdida de un embarazo, que después se enteraría que su pareja no quería tener hijos, eso la hizo sentir muy sola, ya que no solo perdía el embarazo que si bien recién comenzaba, ella había pensado que compartirían juntos ese dolor, pero en realidad, fue un desengaño, que obviamente acelero los tiempos y la separación fue inminente.
Antes del final su ahora ex, se había resistido a la separación y prometido cosas varias, pero para ella era indudable, que estaba sola y esas cosas no se pueden reparar, no salvar de modo alguno. Así se encontraba ahora, hasta que una noche de desvelo y soledad entro en la página casi como un juego y se anoto, curioseo y hasta le pareció divertido. Como sabia que podía no contestar los mensajes se sentía tranquila, lo único que podía delatarla era su foto, pero ella no era más que otra persona  común que subía su foto en algún lugar así que esto tampoco la inquieto. Se rió de si misma. Me estoy vendiendo como un auto, pensó con gracia al ver su foto en al pantalla. Se pregunto también cuanto tiempo pasaría para que alguien le mandara un mensaje al tiempo que miraba las fotos de los hombres dentro de su target. De todos hubo uno que le llamo la atención, pero de todos modos no tenia pensado ser ella quien mandara el primer mensaje. Habían pasado unos días desde su primera incursión en la página donde viera aquel rostro sonriente que miraba a la cámara de manera que parecía que lo miraba a el. Esa noche había decido volver a ver esa foto y hasta tal vez le escribiera algún mensaje. Se detuvo un momento mientras miraba la foto, pensado que escribir, quería ser original y no le venia ninguna idea, ni frase a su mente, tampoco  quería caer en lugares comunes y escribir lo mismo que otros según había leído en otros perfiles. Esta noche también su vista quedo en blanco.
Ella se sintió un poco intrigada cuando vio que la misma persona la visitaba por segunda vez y no dejaba mensajes, pero había decidió mantenerse firme y no ser ella la primera en escribir.
Un par de días después finalmente encontró que decir sin pensar demasiado, sabia que no era original, pero de tantas veces que había visto su foto hasta se sentía como con confianza, así que lo suyo fue una especie de saludo breve y simpático que fue respondido con calidez y humor. Desde ese momento comenzaron a intercambiar mensajes por la misma página y después pasaron a los mails, para llegar finalmente al chateo.
Se daban tiempo para estas cosas, no había en ellos ningún apuro, no los corría la ansiedad por verse, se sentían bien en su intercambio virtual y textual. Y conocían los gustos uno del otro y sus modos de matar el tiempo de los fines de semana, el con su fútbol, ella correr por el parque que tenia cerca de su casa.
Pasaron meses "charlando" a través de la "compu", hasta que un sábado soleado, el decidió que tal vez fuera bueno conocerla así sin decirle nada. Tomo su bicicleta y puso rumbo al parque donde sabia que ella estaría corriendo. Una vez allí tal vez se le pusiera a la par la llamaría por su nombre y le diría quien era el, se reirían, y se sentarían a la sombra a charlar un rato frente a frente. Ella pensaba en que pasaría si se conocieran algún día, en como seria ese encuentro, pero de solo pensarlo se puso nerviosa. En el parque se sentía liberada al correr tranquila ya que a esa hora cuando aun hay sol, pero no hace tanto calor le parecía la mejor hora, incluso fantaseo en que ese seria un buen lugar para encontrarse con el.
Cuando el llego al parque, no pensó que hubiera tanta gente corriendo. De todas las edades y todos los gustos. Por suerte el sendero era lo suficiente mente ancho como para poder ir a contramano de la mayoría de los corredores, así de esa manera le seria mas fácil verse.
Estaba por dar una vuelta completa, cuando noto que se había producido un claro entre los corredores, y allí le pareció verla con un pantaloncito corto azul y el pelo atado. Bajo más su velocidad, como para verla mejor y por que no también ser visto, iba tan lento que casi perdió estabilidad  al pasar ella a su lado, no tenia dudas, solo que ella no se había dado cuenta de su presencia.
Decidió que en la próxima vuelta la saludaría. Espero calculando el ritmo a
Estar más o menos en el mismo lugar del parque. Esta vez, ella como avisada de algo especial, levanto la vista para ver a alguien que le parecía conocido, que iba montado en una bici y que venia en dirección contraria a ella. Por un momento no pudo creer que el estuviera allí. Pedaleaba al menor ritmo que le era posible, aunque su corazón batía records de velocidad. Estaban cerca. Se miraron. Pero sus ojos no querían encontrase, ambos tenían esa sensación dual de querer encontrase, pero no.
Una casi sonrisa se había dibujado en los labios de cada uno.
Se encontraban muy cerca cuando sus ojos se detuvieron en el tiempo, en un cruce de miradas que estuvo flotando entre ellos como rozándolos.
Parecía algo mágico que los unía y mantenía al mismo tiempo en una formal distancia. Por un momento indeterminable el parque se detuvo, la gente dejo de correr, no hubo una sola hoja cayendo de ningún árbol todo ese tiempo. En un pacto no voluntario todo había mantenido un secreto de su encuentro.
Ambos pares de ojos siguieron de todas formas mirándola frente, como no delatando darse cuenta de que el uno era el otro. A ninguno de los dos se le hubo ocurrido saludo, gesto, ni siquiera un suspiro.
El siguió su camino derecho, con un poco más de velocidad, ella por su parte, mantenía su trote hasta completar otra vuelta.
Esa noche se volverían a encontrar frente a frente en sus computadoras, sin que ninguno de los dos mencionara el "encuentro", la magia seguía allí donde había empezado.
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Foto del autor sergio golovchenko
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Descripción

cuento corto

Palabras Clave: encuentro bici plaza magico mirada

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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