Te vi en mis sueños, en mis pensamientos, te vi ahogando lagrimas en Paris, te vi dibujando un mundo gris, posada en el olvido, insistiéndome en el alivio de tu corazón.

Siempre te veo, tan lejana, pero a la distancia te quiero, sutilmente dibujando el tiempo, coloreando las  promesas que antes eran oscuras.
 
Te vi en mi mente y sin importar que diga la gente, llego a tu morada cansado y con las alas rotas por el verano, deseando tus besos aquellos fugases y tiernos que nos prometemos.
 
Cuando no te veo el cielo se vuelve un mundo de sombrar, las calles calladas y los ocasos son solo migajas del día que mueren ante mis ojos. Deseo verte, ahora no en este instante, sino en el presente de mi vida, en el destino incierto de mi existencia, solo aquellos recuerdos me harán decir: te vi aquí o te vi junto a mí, sin importar el recorrido de mi camino te veré junto a las olas del olvido.