Me callo, el delirante vaivén de mis labios sobre los tuyos.
Guardo el nerviosismo de mi mirar, los besos imposibles; el aroma de tu piel, los deseos deseados. Escondo la sigilosa sonrisa ocultando sensaciones.
Me callo los suspiros aleteando por tu cuerpo, el filtreo de mis dudas andariegas, el sentimiento espontaneo diluido en la piel. Encendiste la ilusión del beso prohibido, el amor efímero, el hervor de piel por tu piel. Desataste mis debilidades nocturnas. El silencio de mi vientre. La pasión dormida.
Me callo. Sí, el inexplicable deseo de conocer tu piel de madrugada. Porque sé, que otra piel me espera…
 
 
Veronica L