El hijo de La Canela
Publicado en Jan 16, 2011
Le llamaban La Canela
por su piel abrillantada y tan morena. Ella era muy bella, era muy buena. ¡Una chiquilla toda ingenua! Aun no llegaba a sus quince primaveras. En aquella remota Nochebuena se dejó enamorar por un apuesto galán… ¡Todo un naco, todo un rufián! …que de ella se quería burlar. La llenó de falsos besos; le prometió el universo… ¡Qué la llevaría al altar! …el consiguió lo que deseaba. Se marchó en la madrugada en aquella Navidad malograda… La abandonó sola y mal herida; con un regalo en su despedida… ¡Una inesperada e indeseada barriga! A mí me llaman Puro Veneno; de cuerpo tosco y moreno. Soy el hijo de La Canela; esa madre fiel y siempre buena. No tengo padre ni lo quiero… Sólo heredé de él, lo mujeriego; lo altanero y embustero… Vivo en la calle, soy jaranero… Pero si acaso, eres una fina señorita o una buena chica muy bonita… Aunque sea un paquetero; mi madre, La Gran Canela, es lo único que tengo. …y a ninguna mujer buena, ningún mal yo le deseo… “No hagas a nadie lo que no te gustaría que te hicieran a ti”.
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