El Barrio de las Casas Baratas y 7
Publicado en Jan 31, 2009
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61       La  resaca.
 
 
El nuevo edificio de la Caja, en la  “calle ancha”, era bonito. Lo habían vestido de Navidad y, no se porqué, aquello aún me ponía mas triste. Trataba de no pensar. Llegaba por las mañanas a las ocho y me metía en el despacho de la tercera planta, donde me habían destinado y me enredaba con las fichas y los extractos de los bancos a tratar de cuadrarlos.
 
Al principio no salía a desayunar, así evitaba hablar con alguien y tener que contarle mi experiencia en Madrid y, lo que era peor, tener que escuchar…”Ea, al menos lo habéis intentado.., que se le va a hacer.., aquí tampoco se está mal, ese mundo es muy difícil.., Al fin y al cabo, aquí tienes a tus amigos y desde aquí también puedes seguir intentándolo.
 
Desde aquella tarde, cuando Conchi la había llevado hasta la puerta de Herco y, con un “bueno, Isidro, yo he cumplido, aquí os quedáis, buenas tardes..” no la había vuelto a ver…
 
Ahora trataba, por todos los medios, de no encontrarme con ella en la Caja. Le huía y temblaba ante la posibilidad de dar vuelta a un pasillo y encontrarme con ella, cara a cara.
 
A Paco Alemañy lo habían destinado a la Urbana número uno. Nos veíamos casi todas las tardes. El muchacho, que sabía que yo estaba hecho un trapo, trataba de animarme y salíamos, unos días a cazar con el ochocientos cincuenta y otros a dar una vuelta y tomar unas cervezas en “ Nuestro Bar”. Al principio íbamos solos y luego con otros compañeros de la Caja, Aguantó a pié quieto tardes, e incluso noches, todas las llantinas, borracheras y charlas filosóficas sobre el amor, la música, las mujeres, la muerte y demás elucubraciones en que yo andaba zambullido en aquel tiempo; y siempre se portó conmigo como lo que era, un buen amigo. Quizás el único que había tenido hasta entonces.
 
-Juan, tráete unas cervezas y unas bravas.
 
Éramos habituales de “Nuestro Bar”. Casi todas las noches nos dejábamos caer por allí. Nos conocían bien y, aunque nos poníamos un poco pesados, sobre todo yo cuando bebía, siempre éramos bien recibidos.
 
-Sabes, Paco, me han propuesto hacer un conjunto para tocar estas Navidades y sacar un dinero..
-Eso puede estar bien..¿ y con quien?
-Con Luís, “el Lobo, Juan “el Rana”,Pepe Vergara; los de los Trasgos       y “Pichi” un tío que toca el bajo.
-¿ Tú crees que te vendrá bien volver a coger la guitarra?.
-Ná, será por poco tiempo, solo las Navidades. Hemos empezado a ensayar.., cosas de blues,  improvisación y eso.. Tocaremos solo en la discoteca Galaxi y cuando pasen las fiestas lo dejamos…
-No sé, tú verás..¿Y guitarra?
-“La asadora”, me la ha dejado Pepe Robles.
-Hombre, lo que me preocupa es que te metas otra vez en esas cosas.., te van a traer recuerdos y ..,pero en fin si tu crees que ya estás mejor…
-Si, lo voy a intentar. Lo que no puedo es estar toda la vida metido en un agujero.., tendré que intentar salir..¿no?
-¡Así me gusta que hables…!, ¡Con dos cojones y un palito!,Juan, tráete otras dos cervezas!.
-Gracias, Paco.
-¿Porqué?
-Porque me has echado un cable y te lo agradezco
-Venga, Isidro, No me jodas, ¿ es que tú no hubieras hecho lo mismo conmigo?
-Me imagino que sí.
-Pues por eso. Anda, calla y bebe.
 
 
            62           inevitable.
 
 
            -No quisiste hacerme caso y… La habrías hecho voluntario en Aviación y, al mes, con el pase pernocta, a dormir a casa. Ahora, sin embargo, a Alicante.. En  fin de todas  maneras, yo hablaré con el Coronel de la Base y a ver si, cuando jures bandera, puede conseguir que te traigan al Gobierno Militar o a la Caja de Reclutas.
            -Gracias, papá.
            -¿Cuándo tienes que incorporarte?
            -Mañana a las doce, en la Caja de Reclutas.
            -¡Ay, hijo mío!
            -No te preocupes, mamá, si Alicante está cerca, seguro que dentro de quince días estoy aquí con permiso.
            -Ten cuidado, Isidro.-y lloraba.
            -Venga, Amalia, que tampoco se va a la guerra.                   
-Ya lo sé, pero…
 
            …………………………………………………………..
 
 
-¿Tú que opinas de esto de la mili, Dro?
-No está mal, a mi me gusta, vacaciones…
-¡Y una leche!, pues menudas hinchás a andar y hacer gimnasia-¡Venga inútiles, arriba, que son las seis y media-dentro de un minuto formados ahí fuera en perfecto estado de revista-el toddy está malísimo-sabe a petróleo- el bollo está como un risco-hacer instrucción-tu que eres el mas alto de la compañía, serás el guía-cualquier cosa que salga mal en la marcha será culpa tuya-¡Alto!-A cubrirse- a ver los de cabeza-no puedo estirar el brazo porque éste está pegado a mi como una lapa-mi capitán yo no llego-la culpa es del guía-bofetada para los siete de cabeza-y yo que sé-las botas me rozan-los pies me echan sangre- en el botiquín tienen una cosa –un líquido-que te lo echan en los pies y se te ponen como piedras-cuando te eche esto ponte a correr- y cuando dejen de arderte-paras-¡joder que calor hace en Rabasa- .Mayo-Junio-Julio-Agosto-ni por las noches se puede dormir- la última litera es la peor-porque aunque entra un poco de fresco-se oyen venir los mosquitos en bandadas-como los cazas en la guerra- esto es una gilipollez-como vamos a recoger colillas de este descampado-si eso es abono para la tierra-Nada, he dicho que ha recoger colillas y a recogerlas-mañana de marcha-me duele la garganta-tengo anginas-me pongo un pañuelo al cuello- a ver tú que pareces del ejército de pancho villa- tres kilómetros a Font-Calent-a tirar tiros-eso me gusta-bocadillo de mortadela-y para el campamento-las doce el mediodía-julio-no cae agua en las duchas-a vestirse otra vez  sudado -y a comer-mosca no te comas eso que es mío-echan la ristra de morcillas en salsa de tomate hasta con la chapa-el chusco está bueno-voy a coger otro para la merienda-esta tarde debajo e las moreras-con los amiguetes de Albacete-una lata de mejillones y cerveza-es el mejor momento del día-a formar-retreta-fulanico de tal-presente-mi sargento es que menganito está en el botiquín-ahora nos roca morirnos hasta mañana-en que volvemos a resucitar-a las seis y media-en mi cama hay una tía-imaginaria- tráeme el jarrillo para mear-no os tiréis pedos maricones-todos fuera a hacer el pato-ya veréis como se os quitan las ganas de cachondeo-ya están aquí los mosquitos-¡AMEN!
 
-Si, Isi, pero no vemos a nadie, cambiamos de aires-por las tardes en las duchas viejas-que están inundadas porque se han roto las tuberías y dentro hay metro y medio de agua-nos bañamos-te acuerdas de la balsa de la huerta del obispo-el gustico del agua fría en la pechuga-esta está igual o mas fría si cabe-y de paso no bebes-porque aquí no se puede uno roscar-que te meten en la prevención-y además estás mas flaco-y eso es bueno-dentro de diez días juras bandera y si te vas a tu pueblo pues bien-no quisieron los boinas negras que te fueras con ellos-joder que manía con los cuerpos especiales-el tuyo es especial- tienes el tobillo derecho torcido y te roza la bota y echas sangre como un gorrino-como cuando te pilló tu padre el pié con la colorá-te acuerdas-y además así no vas a Galaxi, que aquello se estaba poniendo peligroso con Mari-Carmen-ni te bebes la ginebra como el agua-y en fin que la mili es un chollo-que te lo digo yo-y ¡YA HEMOS TERMINADO!
 
 
 
            63           ¡Si, j…..
 
 
-¡Ay, hijo mío!, que guapo estabas vestido de uniforme.
-¿A que sí, mamá?- me reía.
-No te burles- A mi me ha emocionado lo de la jura de bandera, con los tambores y eso..
-He hablado con el Coronel de la Base y ha dicho que cree que sí. Le ha escrito a un Coronel, amigo suyo, de tierra y le ha dicho que va a hacer lo que pueda.
-Gracias, papá 
-Que bien, hijo mío, así estarás ya en casa.
-Y podrás ir a trabajar a la Caja cuando no tengas guardia. ¿no decías que si haces cien horas al mes te dan la paga completa?
-Eso me dijo Vitaliano.
-Pues nada, a ver si hay suerte.
-Gracias papá.
 
 
           
 
                        64           ¿mas música…?
 
            -¿Te acuerdas de mí?
            -¡Joder que si me acuerdo!. Rodolfo, Robert, Joahn…, “ El Pava”.
 
            Ese día me tocaba guardia. Había entrado por la mañana, a las doce y a las siete le había pedido permiso al Teniente, par acercarme a casa a por la cena.
 
            Cuando iba a entrar al Gobierno Militar, Rodolfo me había visto. Llevaba sin saber de él desde lo de los Nijar.
 
           
            -El mismo. ¿Qué haces vestido de militar?
            -Tú que crees, debe ser la mili ¿no?
            -¿Y donde estás?
            -Aquí en el Gobierno Militar.
            -¡Vaya enchufe!
            -Pues anda que el tuyo, porque alguien me dijo que la hiciste en la Caja de Reclutas, dos puertas mas allá de esto…
            -¿Cómo llevas la música?
            -Mejor que nunca, porque no toco.
            -¿Hombre, algo harás?
            -Si, darle clase de guitarra a la hija del Teniente.
            -No, si digo de conjuntos.
            -Pues no
            -Entonces,¿ estás libre?
            -Como un gorrión.
            -Pues vienes que ni pintado, porque estoy buscando un guitarrista y un bajo. Tengo un batería en Pozo  Cañada, Paquito, que es panadero y toca de maravilla y con el Botero que toca la trompeta y Juan que toca el saxo y el clarinete, queremos hacer un grupo, para tocar para bailes y eso…
            -No sé, no sé. No tengo muchas ganas de meterme en músicas.
            -¡Si, hombre!.Mira, voy a hablar con Luís, “ El Lobo”, que toca la guitarra de muerte y, si quieres, tu tocas el bajo y ya está.
            -¿Y de equipo?
            -Yo tengo un equipo de voces de la leche, con eco Binson y todo..
            -Pero yo no tengo equipo.
            -Bueno, eso ya lo buscaremos. Voy a ver a Luís y con lo que me diga, te llamo esta noche al Gobierno. Si dice que sí, mañana por la noche, nos juntamos en el ensayo, que es en casa del Boti, el trompeta y hablamos…¿te parece bien?.
            -Bueno, aunque ya te digo que no tengo muchas ganas de música. Además, yo nunca he tocado el bajo.
            -Es igual, como sabes tocar la guitarra, tampoco será muy difícil…, digo yo.
            -Dices tú.
 
 
 
 
 
                        65           La  Banda.
 
 
            -Pasa, pasa…
            -Buenas noches muchachos, soy Isidro.
            -Este es Pepe “El Boti”, Juan y Paco… a Luís ya le conoces, ¿no?-Rodolfo había hecho las presentaciones.
            -¿Qué pasa “Lobo”?.
            -Pues nada, aquí el liante de Rodolfo, que dice de hacer algo para sacar unas perrillas.
 
            Paquito, al que pronto llamaríamos “El Mada”, porque se dedicaba a hacer magdalenas, era un chaval de nuestra edad. Como buen batería que se precie no dejaba de darle palos a la “Premier” y parecía que lo hacía bien.
            Pepe “El Boti”, que hacía botas de vino para exportar, y Juan, a quien bautizaríamos como  el “Medicinas”, porque era mancebo de farmacia; rondarían los cuarenta. Tenían un equipo de voces aceptable y un ensayo. El balance estaba hecho, podía haber grupo.
 
            -Lo único que nos falta es un bajo para que lo toque Isidro-Y además tenían ganas, porque Rodolfo insistía.
            -Hombre, yo nunca he tocado el bajo, pero puedo comprar uno de segunda mano y…
            -Yo tengo equipo de cuando Los Trasgos-dijo Luís- y el amplificador para el bajo podemos pedirlo prestado. Se quien tiene el “Selmer” de Kocsila.., a lo mejor nos lo dejan para probar, a ver como suena esto. 
 
            “Esto”, iba a ser primero “La Banda” y después, cuando se marchó Rodolfo y entró Tony Arcos, “ Los Brujos”.
            Durante los tres años siguientes, tocaríamos en todos los pueblos de la provincia y en los de Murcia y Alicante. Un grupo de baile que sonaba bien, sin más pretensiones, al principio, que tocar las canciones del momento para que la gente bailara y sacar unos duros, que buena falta nos hacían.
           
            Para mí, aunque no quisiera reconocerlo, suponía una nueva oportunidad para volver a intentar la escapada.
            No sé como no escarmentaba. Volvía a sentir la música metida en la sangre. No había vuelto a escribir una canción desde lo de Madrid., con Valentín, pero sentía deseos de hacerlo. Era marzo del 71.
 
            Cuando salimos a la calle, como casi siempre que había emprendido algo en la música, no se porqué, estaba lloviznando. ¿Por qué hará tanto frío en los ensayos?.
 
            -¿A que te dedicas, Luís?
            -Ahora mismo a nada. He terminado la mili y estoy buscando trabajo…¿ Y tú?
            -Yo estoy haciendo la mili, me licencio en Mayo. Somos de la misma quinta, solo que tú del reemplazo de Marzo.
            -Si. Si te enteras de algún trabajo, avísame.
            -Descuida. Bueno, Luís, mañana nos vemos.
            -Hasta mañana, Isidro.
 
            Conocí a Luís en las Navidades del 69, cuando hicimos aquél engendro que se llamó “ La Cosa” y tocamos en Galaxi. En plena época negra.
 
            El había intentado lo de la música con toda su alma en el 66, con Los Trasgos. Todos ellos dejaron trabajos y estudios y se embarcaron en la aventura. Lo tuvieron muy cerca cuando les apadrinaron “Los Brincos”, pero las cosas no salieron.
 
            Estuvieron en Madrid y luego, después de discutir con Adrián, en Tarragona con mi primo Morgan de solista.
 
            Después se fueron a Canarias para tocar y buscar una orientación en la música que hacían. Cuando volvieron de allí, que sonaba el grupo de maravilla, lo dejaron todo por culpa de la maldita mili.
 
            Ahora, Luís, que tenía novia, Mari Carmen, andaba loco por un trabajo fijo, para casarse y reorganizar su vida…¿Porqué será que me sonaba aquella canción…?, por lo menos algunas estrofas de la
letra.
 
 
 
                   66           …..Bueno, pues.
 
 
            -¿Qué piensas, Isi?
            -Nada, Dro. Mira ahí está la  “Fifí”
 
            Era mi gata. Me esperaba siempre subida en los machones de la verja  de los primeros chalets de las Casas Baratas. Le había puesto un cascabel , con un lazo rojo y por la noche, cuando venía del ensayo, a las doce o la una de la noche, nada mas llegar al barrio, oía el tintineo. Yo seguía andando, ignorándola y, luego a luego, se acercaba a mí. La tomaba, le hacía unas carantoñas y la echaba al suelo y, entonces se veía andando a mi lado hasta la casa.
 
            -No suena mal “ La Banda”, ¿eh, Isi?
            -No. Está bien. Da gusto tocar con la gente esta. Son buenos chavales. Con quien mejor me llevo es con Luís. Debe ser porque le conozco de hace más tiempo y eso. … Te acuerdas el otro día, cuando estaba tan morrudo y al terminar el ensayo nos juntamos en la puerta los dos y…¡Joder, Isidro!, que a las mujeres no hay quien las entienda-hoy hemos vuelto a tener otra enganchada- porque él es de Lugo-Mari Carmen y yo-que si no te pongas esa falda tan corta-pues me la pongo porque quiero-que a ver si buscas trabajo-que no es tan fácil-ya lo intento-hemos ido Isidro y yo a ver a un tío en Banesto que lleva lo del Hotel Los Llanos y nos ha dicho que ya veríamos- y a una gestoría-pero las cosas no están fáciles-total que tú-que yo-que los dos- no hay quien las entienda Isidro- a mi me lo vas a decir Luís- que ahora resulta que aquello que te conté de “mi rubia”-ahora está saliendo con Ángel-que ha reñido con su novia-seguro que cuando estábamos en Madrid, Valentín y yo-ya le había tirado los tejos-si es que las tías son la leche-vamos a hincharnos a vino-y a roscarnos como piojos-que ¡ay!- que desgraciado soy Isidro-porque Luís es de Lugo-pues anda que yo Luís- así estaba yo como tú, cuando hicimos la Cosa-en Galaxi-pero a mi me habían dejado y estaba jodido-y a ti no- porque aunque  hayáis discutido- a ti la Maricarmen te quiere mucho- no seas zorro-ya nos hemos bebido una botella de vino-que nos traigan otra-aquí no hay vino bastante para roscarnos nosotros-pero a mi Luís la cosa me la trae floja-yo creo que los mundos y la voz y la matraca-y si no oigo la voz no me enredo con ninguna tía-si pero tu tienes trabajo-pero oye Luís has oído la voz-que voz Isidro-tu estás como una cabra-y eso de los mundos-joder estás mas borracho que yo, que ya es decir- ahora pillamos y lloramos-y luego nos reímos y contamos chistes-Paco me echó a mí una mano-ahora nos la echamos los dos-y listo- que no se puede consentir-que mañana voy y le digo a la Maricarmen-que si ha oído la voz-y que lo del mundo es fundamental para que sigamos juntos-y que si no-¡¡Ay Isidro!!-¡¡Hay Luís!!-no está mal lo de la Banda-hacemos un conjunto y nos vamos con la música-si a otra parte-Ja,Ja,Ja-venga que van a cerrar-vámonos ya-pues vámonos-adiós muchachos y que quede constancia que aquí no hay vino bastante-para roscarnos a nosotros-¡HALA!
 
            -Por cierto, Dró, que no se me olvide que tenemos que decirle a Luís que hay oposiciones para entrar en la Caja y que Vitaliano, en la academia, prepara a gente. Ya verás que alegría se va a llevar. Con lo metódico y lo astuto que es, seguro que aprueba.
 
            -Seguro.
 
            Había morciguillos, volando alrededor de la luz de la calle, delante de mi casa, cazando mosquitos. Las acacias ya tenían hojas; y las higueras y el albaricoquero de los patios…Los chalets, recién blanqueados olían a cal, a jazmines y a madreselva.. El Barrio de las Casas Baratas se había vestido de primavera y estaba como siempre precioso…
 
 
 
                           67               no, no, quita…
 
 
            -¿Es que no piensas echarte novia, Isidro?
            -De momento no, mamá.
            -Y el conjunto, ¿Cómo va?
            -Bien, son gente muy maja. Estoy muy a gusto con ellos.
            -Pues ahora, que ya has terminado la mili, podías buscarte una buena muchacha y casarte. Es lo que hace todo el mundo ¿no?
            -Mamá, a mi lo que haga todo el mundo me trae sin cuidado. ¿Qué quieres, que busque una novia, una casa y me case., no?..¡Eso es! Y que me meta allí todo el día con mi mujer, a ver la televisión y a oír llorar a los chiquillos..; y los sábados al cine y los domingos, después de misa, a tomar el aperitivo..¿no?.. Eso no es para mí.
            -Pues es lo que hace todo el mundo. Tus amigos ya tienen novias y se han metido a comprar un piso y piensan en casarse y eso…¿y el trabajo?
            -Bien, muy bien…
 
            Estaba claro. Mi madre no sabía cuales eran mis pensamientos, ni mis proyectos y eso le preocupaba.
            Cada vez que nos quedábamos solos, trataba e sonsacarme. Hábilmente empezaba una conversación de manera intranscendente y cuando me daba cuenta estábamos  hablando de lo mismo. La novia, casarse,.. Lo único que sabía de mí es que no paraba en casa. Me levantaba, me iba a trabajar, venía a comer y ya no me volvía a ver hasta el día siguiente. Estaba preocupada.
 
            El trabajo en la Caja iba bien. Había sustituido a César en el Negociado de Valores y desde la tercera planta, en el mismo despacho donde entré cuando volví de Madrid, me habían trasladado a la primera. Era un despacho muy bonito, con cristalera de colores y las paredes chapadas en madera, junto al de Subdirección y Secretaría.  
 
            El trabajo era mucho y, como me habían dado la oportunidad de pedir un compañero, llamé a Paco Alemañy, que andaba por urbanas, por si le podía interesar.
 
            Paco había accedido y, ahora trabajábamos juntos. Nos pasábamos allí todas las tardes, incluidos algunos sábados y, yo hasta algunos domingo.
 
            Cuando salíamos, a las siete o has ocho de la tarde, tomábamos una cerveza hasta las nueve o las diez y luego iba al ensayo, casa del botero y al terminar, sobre las doce, a casa.
 
            Los sábados y domingo, si había contrato, a tocar por los pueblos con el grupo y, si no, con Paco, Luís Picazo, “El Gamba”, César y, un muchacho de Badajoz, que trabajaba en la Central Contable de Banesto y, al que llamábamos “Veneno”; a pescar al Guadalquivir o a cazar perdices, todo dependía de la época del año y de la veda que estuviera abierta.
 
            Cuando el trabajo no era tan agobiante nos juntábamos, a las cuatro y media de la tarde en “El Carmen”, una cafetería de las Casas Baratas y jugábamos a los dados y proyectábamos  la próxima pesquera del domingo. Luego, a beber vinos al Mesón del Pollo, o a Nuestro Bar.
 
            Solíamos llevar la guitarra y, cuando empezábamos a cantar, hacíamos corrillo. La gente participaba y lo pasábamos bien. Terminábamos como siempre, en los bares de mala nota, y  normalmente pasados de cucharadas.
 
            Uno de los más liante era yo. Trataba, por todos los medios, de no tener un minuto libre que me permitiera quedarme a solas con Dro.
 
            Sabía que no le gustaba lo que estaba haciendo. Me había vuelto algo camorrista y frecuentaba un bar de alterne, en la carretera de Circunvalación, junto a la SEAT, donde algunos días me daban las tres y las cuatro de la mañana, burreando con las chicas de la barra. Más de una vez tuvieron que sacarme de allí, Paco o César, borracho como una uva, para que el chulo de turno no me rajara como a una sandía.
            En Septiembre, después de la Feria había estado saliendo, durante algún tiempo, con Juanita, una chavala de Pozo Cañada que había conocido una vez que fuimos a tocar allí con la Banda. Me la había presentado Paco, el batería, que era del pueblo.
 
            Pero mi manera de ver a las mujeres había cambiado. Ya no pensaba en otra cosa que ir a bailar o a divertirme con ellas y, cuando me hablaban de noviazgo, les confesaba abiertamente que eso no formaba parte de mis planes. No tenía ningún interés en conocerlas mas a fondo ni, por supuesto saber si tenían un mundo y mucho menos conocerlo y participar en él. Solo me interesaba lo que estaba a la vista y lo que se adivinaba; lo demás eran inventos y gilipolleces mías que, como decía Dró, eran cosas de ilusos e ingenuos.
 
            La ley del péndulo, como sabría después, había funcionado en mi vida, como en la de todos los seres humanos, a la perfección.  
 
 
                        68           ¿ entonces…?
 
 
-¿ Que te pasa, Isi?
 
Era inevitable. Tarde o temprano tenía que suceder.
 
-Nada, Dro. Ya sabes que las Navidades me ponen triste, no lo puedo remediar.
-Eso no es malo. Es época de reflexión, y…
-Claro, por eso apareces tú, ¿no?
-Hombre para algo estoy aquí…¡No te quejarás!, en el último año y medio te he dejado hacer digamos… tonterías, sin de decir nada, aunque a veces,  he estado a punto de saltar y…
-¿Y qué?
-Nada, nada, solo que.., en algunas cosas te has pasado.
-¿Cómo en qué?
-De sobra lo sabes. Has bebido como un cosaco y, lo de los mundos, te ha importado tres leches.
-¡Ya estamos! ¿Pues no habíamos quedado que eso era un tontería?,¿a que vienen los reproches?
-¡Y lo de andar, siempre, de gresca en lo de la SEAT.
-¡Bah, tonterías!. Yo no le he hecho mal a nadie.
-Tú no, pero has estado, un par de veces, a punto de que te rajen.
-Ná, exageras.
-Si, si.. Bueno, solo quiero que sepas que sigo aquí y que, en lo que pueda ayudarte… En fin, me alegro de que haya pasado el temporal. Has estado un poco dramático y guerrillero y si llega a durar un poco más, reventamos.
-Quizás se me ido un poco la mano. Si te digo la verdad me daba miedo volver a encontrarme contigo.
-Pelillos a la mar. Oye, Isi, es buena gente esa de la Banda, de verdad, me gusta. Me ha alegrado un montón que Luís aprobara las oposiciones y entrara a trabajar en la Caja. Es un muchacho estupendo y su novia también.
-Hombre, alguna cosa buena tenía que sucederme en el tiempo que hace que no hablamos, y la amistad de Luís es de lo mejor que me ha pasado últimamente.
-Me alegro. ¿No te importa que haya venido, Isi?
-Al contrario.
-Entonces, ¿amigos?
-Amigos, Dro y esta vez, hasta la muerte.
 
 
 
 
                   69   ¿ ..clases de qué?.
 
 
-¿Isidro?
-Si, dígame.
-Soy Eloisa. Igual no te acuerdas de mí. Estuvimos juntos dado clase de Matemáticas en la academia de D. Ascle.
-¡Ah, si!, dime, dime..
-Pues nada, que unas amigas y yo, queremos aprender a tocar la guitarra y me he acordado de ti. Si quieres, nos podías dar clases y nos enseñas.., nada, solamente a acompañar y eso.., para cantar canciones cuando nos juntemos las amigas..¿a ti que te parece?
-Pues…, no sé. Nunca he dado clases a nadie, así en plan formal.., pero bueno..¿Cuantas sois?.
-Seis o siete.
-¡Hala!..bueno, pues vale.
-¿Y donde daríamos la clase?
-No sé, en mi casa mismo.
-¿Y de cobrarnos?
-No tengo ni idea.
-Hombre, a una amiga mía le cobraban trescientas pesetas al mes, por tres clases a la semana, de una hora…, si te parece bien..
            -Pues… bueno...
            -¿Entonces?
            -Hoy es viernes.., pues el lunes si queréis empezamos.., nos vemos en mi casa a las cinco de la tarde, tómate nota de la dirección.
            -Dime.
            -En el Barrio de las Casas Baratas, detrás de la Iglesia de Fátima.., calle…..
            -Vale, ya se donde es, el lunes a las cinco estaremos allí.
            -Y llevaos las guitarras.
            -¡Ah, claro!
            -Adiós.
 
 
                        70           Si te sacas unas perrillas…
 
            -¿Aquí en casa?
            -Si, si no te parece mal.. Solo será una hora por la tarde, a las cinco y únicamente lunes, miércoles y viernes.
            -¿Y donde vas a dar la clase?
            -En el salón. En el único sitio que se me ocurre.
            -Vaya tiberio..¿ Y les vas a cobrar?
            -Si, trescientas pesetas al mes a cada una y son seis o siete.
            -¿Y quienes son?
            -Yo que sé, mamá. Solo conozco a Eloísa, la que me ha llamado. Estudió conmigo en casa de D. Ascle,.. dice que son amigas suyas…
            -Ya. Bueno, pues nada, si te sacas unas pesetas, bueno va.
            La verdad es que a mí tampoco me volvía loco la idea de tener una obligación más. Estaba acostumbrado a terminar de comer y, con el último bocado, salir pitando. Suponía apartarme, un poco, del resto de los amigos. No podría ir a jugar la partida de dados a las cuatro y media a “El Carmen”, pero bueno…ya me juntaría con ellos después, aún quedaba mucha tarde, si es que los pillaba porque, después de salir de la cafetería no sabíamos nunca donde terminaríamos, ni a qué hora.
 
            La otra cosa que me preocupaba, era que nunca había tratado con tantas mujeres a la vez y no sabía si podría barajarlas y como hacer para que la clase no terminara en un “guiry-gay”.
 
            La actitud de mi madre, cuando le dije lo de las clases, me había dado la sensación de que no quería convertir su casa en un gallinero. En fin, me había comprometido y la única manera de saber lo que iba a pasar era, que pasara. Al fin y al cabo, si se daban mal las cosas, o no me veía capaz de seguir adelante, siempre podría inventar alguna excusa para cortarlas. Además, un dinerillo extra nunca venía mal a gente que, como yo, entregaba en casa, todo el dinero que ganaba.
 
 
                        71           Isi, ¿ has oído…?
 
            -¿Qué opinas tú de eso de las clases, Dro?
            -Hombre, no está mal.
            -Pues no lo dices muy convencido. Como si no te conociera.¡Anda, habla!
            -De verdad, me parece bien. Te sacas unas pesetillas, el ambiente es bueno.. Algunas son un poco escandalosas, pero es normal, tantas muchachas juntas..¡Ah! y las hay guapas y otras con dinero..
            -¿Y..?
            -Pues que son muchas, ¿no?
            ¿Y qué?, ¿o es que no domino la situación?
            -Si, si. La verdad es que me has dejado sorprendido, no esperaba tanta eficacia.
            -¿Entonces?
            -No, sé, verás…, no sé como decírtelo sin que te enfades, ni te rías..
            -¡Joder, Dro,..,  me estás poniendo nervioso!.¿Quieres decirme que es lo que te preocupa?
            -Bueno, verás..¿Te acuerdas del otro día, cuando volvíamos de trabajar, a las tres de la tarde, con un calor de justicia y…
            -¿Y qué?
            -Y vimos a la rubita esa, que es delgada y tiene los ojos alegres como un gorrión y las piernas tan bonitas y sonríe a todas horas… Si, hombre, la que se sienta justo enfrente de ti, en las clases y que se pone nerviosa cuando le hablas y le salen los colores….
            -Sigue..
            -Y le dijiste…”Venga, que ya no puedes ni con los zapatos”… y se echó a reír..
            -¡No me digas nada, Dro.!
            -Isi, ¿oíste lo mismo que yo?
            -Si.
            -Entonces, ¿por qué no me has dicho nada?
            -Porque nunca pensé que, de verdad, algún día… oiría esa Voz…
 
©Isidro Martínez Palazón.
http://www.isidromartinez.com/
                                               -INDICE-
 
 
 
 
                        Capítulo                                
 
1                 gorriones y tebeos.                                      
2                 Víctor.                                   
3                 morciguillos…                      
4                 Las palomas….                     
5                 La bici.                                  
6                 Cantar.                                  
7                 El palo                                              
8          el Instituto                                                    
            9          problemas.                             
            10        mis padres                             
            11        la química                             
            12        el gordo Sotoca                     
            13        ¡salta!                                    
            14        las notas                                
            15        la “Sonik”                             
            16        los nijar                                
            17        El mosca                                
            18        más notas                              
            19        en el patio                             
            20        aquí en mi nube                    
            21        La Bolera                              
            22        apendicitis                            
            23        Adiós                                     
            24        ¿y ahora?                              
            25        los pobres y...                        
            26        ¿contadores?                         
            27        Don Jesús                              
            28        ¡Ya!                                        
            29        y “botones”                           
            30        ¿contadores?                         
            31        la Caja                                  
            32        a Madrid                               
            33        Dro                                        
            34        fichas                                     
            35        color caña                             
            36        Cristina                                 
            37        Vitaliano                               
            38        Alemañy                                 
            39        el ratón                                 
 
 
 
                                               -INDICE-
                        Capítulo                    
            40        con los Trasgos                     
41        El puente la gorda.   
            42        escarceos                  
            43        Valentín                     
            44        ¿y si no quiere?         
            45        la corbata                  
            46        ¿Por fin?                   
            47        El festival                  
            48        y, ¿ahora?
            49        ¿porqué no...?                       
            50        ¡aquí estamos!                       
51        ¡primer asalto!                      
            52        la carta                                  
            53        ¿el cuento de la lec... ?         
            54        Juan Pedro...                         
            55        ¡Cantala…!   
            56        mira a ver, anda...                 
            57        Pues…                                   
            58        …y mientras...?                     
            59        Adiós, adiós.                          
            60        ¡A la m….                  
            61        La resaca.                              
            62        inevitable.                 
            63        ¡Si, j…                                   
            64        ¿mas música..?                      
            65        La Banda                               
            66        bueno, pues…                        
            67        no, no, quita…                      
            68        ¿entonces?                             
            69        ¿clases de que?                     
            70        Si te sacas unas p…              
            71        Isi, ¿ has oído?                                 
 
 
 
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Foto del autor isidro martinez palazn
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Descripción

1948, infancia, escasez, imaginacin..

Palabras Clave: el barrio...

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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