¡Vuelven Pepe Gotera y Otilio!. Sí. Así está el patio nacional. Y vuelven, con ellos, las chapuzas más chapuceras imaginables e inimaginables para poder aguantar estos "tirones de cartera" por parte de los gobernantes y las gobernantas, que nos están dejando desplumados. Sobre todo se nota mucho en los emperifollados señoritos de los "nigth club privaty" que están mordiéndose las uñas (vaya defectito, señoritos, vaya defectito) porque ven que los siguientes  son ellos.
Y nosotros, los del pan y tomate para que no te escapes, aquí estamos soportando (como me indican mis fuentes informativas) el pan con tomate para poder alimentarnos de algo más que de ideas y pensamientos porque el cuerpo también pide vitaminas. Pues bien. Al menos nos quedan intactas nuestras chavalas que se están poniendo "moradas" a nuestra costa. Para eso son nuestras costillas por cierto. Porque sí. Porque son así. Porque piensan que es la dura realidad de quienes andamos a pie porque nunca aprendimos a montar en bicicletas porque no había cuartos suficientes en casa. A pies juntillas, por cierto, van a tener que caminar ahora los de los "nigth club privaty". Sí. Ahora que la tormenta económica ya la hemos pasado aguantando como estoicos, como epicúreos, como sofistas (porque hasta hemos tenido que dormir en sofás) y demás filósofos de la vida, se nubla el ambiente para ellos. ¡A ver quien se ríe ahora de quien!.
¡Vuelven Pepe Gotera y Otilio!. Y yo me acuerdo de los tiempos de Abilio y Emilio. ¡Ultramarinos para toda la familia que hasta chocolate a la taza, claro que la taza también costaba un pico largo, incluía!. Sí. Era de Elgorriaga pero otras veces era de Dulcinea y entonces nos poníamos como "El Kiko". Pues eso. Que volvemos al túnel del tiempo... del tiempo que hace que merendábamos pan con cebolla o cebolleta o vaya usted a saber con cual de las dos merendábamos. Por cierto... ¿volverá también La Familia Cebolleta?. Esperemos que sí. Cebolletas (o cebollas porque hasta en esto tenemos división de opiniones entre las nuestras y nosotros que somos como toreros haciendo faena tras faena) que son muy buenas para la buena sangre. Y además no están tan mal de sabor como las angulas que no saben a nada.
¡Veremos de qué color se les pone la sangre a los señoritos de los "nigth club privaty"!. Supongo que verde. Sí. Verde de envidia porque nosotros, al fin y al cabo, salimos adelante con alguna chapuza que otra. Y seguro que cogen tal rabieta que van a ir diciendo por ahí que este artículo es una chapuza. Pues no. Escribo mejor que una lechuza de esas a las que ellos invitan todas las noches en sus "nigth club privaty"... ¡pero muchísimo mejor que una lechuza de esas que se pintan el rostro tanto que parecen soshonas en época de "hacha de guerra"!.
¡Púchicas! (yo pienso que esta expresión me la conozco de haberla leído en alguno de los tebeos de mi fabulosa y variada colección que tenía hasta no sé cuántas cajas de zapatos llenas hasta el tope de ellos). ¡Que se nos enfadan los de los "nigth club privaty"!.
Aclaro, para finalizar, lo de las cebollas y las cebolletas. Las nuestras dicen que prefieren las cebolletas y nosotros decimos que preferimos las cebollas... porque hasta en eso estamos divididos y partidos de risa. ¡Estamos aviados! diría mi querida abuela materna si estuviese viva. ¡Cuidado que vienen escupiendo, con perdón lo digo pero es así de cierto, los de los "nigth club privaty" con la intención de mojarnos las orejas!. Nada de eso. Para eso elegimos mejor pasear bajo la lluvia porque es más natural que la saliva. ¡Vaya morro que le echamos a la vida y vaya morro que se les ha quedado a ellos!.