El infortunio de los amantes
Publicado en Jan 28, 2011
No se bien como comenzar este relato...a decir verdad, me tiembla el pulso al escribir estas palabras.
Pero de alguna forma siento la necesidad de compartir con los lectores la historia de los asombrosos, y aun mas terroríficos sucesos que me han ocurrido, quizás sea por mi vocación de escritor, pero eso no viene al tema. Todo comenzó hace un año...el año mas largo de mi vida...mi pobreza me trajo hasta aquí en búsqueda de trabajo; a Paris. la ciudad de las oportunidades. tenia la esperanza de conseguir empleo en algún periódico local para empezar, y soñaba con que algún día me contrataran en una editorial para editar mis propios libros (y ahora me encuentro escribiendo lo que será, por voluntad propia, mi última narración). me aloje en un hotel de muy baja categoría, ubicado en uno de los oscuros callejones que había en la ciudad. Mi habitación era menos que humilde... el techo goteaba, el piso crujía, la pared se descascaraba, pero yo solo necesitaba una cama y un escritorio, y los tenia. Así comencé día tras día a recorrer las calles de París, presentándome en cada periódico que vi (que no eran mas de tres). me ofrecí incluso de repartidor, pero nada conseguí sino promesas de futuros ofrecimientos. En el transcurso de dos semanas se me agoto el poco dinero con el que había llegado, y me vi obligado a aceptar cualquier labor que me ofreciera un sustento económico. Encontré al fin, un empleo como cuidador del cementerio por la noche. Un trabajo, quizás un tanto lúgubre, pero yo no era supersticioso y necesitaba el dinero. Pasaba la noche entre café y cigarrillos, aun así algunas veces me dormía, y en las primeras luces del alba volvía al hotel. nunca note nada extraño estando allí en el cementerio, ni tenia miedo tampoco. Pero una mañana, mientras volvía de camino al hotel, note a una joven sentada en las vías del tren, y advertí que el tren se aproximaba, y como ella no se movía de su lugar, entendí sus intenciones. inmediatamente me arremetí sobre ella, quitandola así del camino del ferrocarril; Me quede observándola un momento... era una joven menor que yo, de pelo rubio y rizado, muy bella, y con unos enormes y tristes ojos grises. - ¡Niña te has vuelto loca! ¿como se te ha ocurrido hacer algo así? ¡¿que te ha impulsado a hacerlo?! (le dije) No me respondió sino con silencio. Derrepente levanto la mirada hacia mi y la tristeza que guardaba en sus ojos me conmovió de tal forma, que no lo pude evitar y la abrase. En ese momento algo en ella se quebró, y comenzó a llorar. Fue luego de un rato cuando se detuvo que me contó, con pocas y simples palabras, un resumen de su historia. Hija de polacos. su padre había muerto estando en Polonia, su madre viajo a Francia embarazada de ella y con su hermana de cinco años. durante todo este tiempo vivieron bajo una pobreza miserable, y como si fuera poco su madre contrajo una enfermedad incurable que termino con su vida dos meses atrás.Su hermana hacia ya tres años que había contraído matrimonio con un duque adinerado y nunca mas volvió a saber de ella. Derrepente se encontró sola en el mundo, muerta de hambre y de frió, y sin encontrar otra solución que quitarse la vida, vino a caer entre mis brazos. - niña... (le dije) aun no me has dicho tu nombre... y con una voz débil y cargada de inocencia me respondió: - Mi nombre es Sdenka. No pude hacer otra cosa que llevarla al hotel conmigo. no podía dejarla ahí. y en cuanto a mi, me haría bien algo de compañía, ya que mi pobreza y mi soledad me estaban hundiendo en una profunda depresión... en fin, transcurrieron los días y Sdenka prácticamente no recitaba palabra alguna... solo se quedaba en un rincón de la habitación mirándome con sus enormes ojos grises, que llegaban a ponerme nervioso. Con el tiempo Sdenka y yo comenzamos a hablar y a tomarnos cariño. Así deje un poco de lado mis sueños de escritor y comencé a dedicarme a ella , a cuidarla, a protegerla, y a amarla. Ella era como una delicada muñeca de porcelana, y parecía que su único fin en la vida era amarme a mi, de alguna forma sentía que así me recompensaría por rescatarla de la muerte. y yo era feliz. el hambre y el frió ya no me afectaban, el amor que tenia por Sdenka era mas fuerte que cualquier dolencia física. Los primeros meses junto a ella fueron hermosos. Me pasaba la noche en el cementerio escribiéndole poemas de amor, y cuando llegaba al hotel ella estaba ansiosa por leerlos, y luego de hacerlo, me cubría de besos y me envolvía en sus brazos. pero poco a poco empeze a notar que su inocente dulzura se transformaba en una enfermiza obsesión... Ya no salia a la calle, no me acompañaba a dar paseos, se quedaba encerrada día y noche en el hotel, como si fuera mi posesión, se comenzó a poner cada vez mas pálida. Lloraba horas y horas sin parar si yo llegaba al hotel de trabajar sin traerle un nuevo poema, sin haber palabras ni besos ni caricias que la calmen. Pronto comencé a notar que no dormía esperándome toda la noche a mi, ya que unas profundas ojeras oscurecieron su rostro de muñeca. Le hable muchas veces acerca de su notorio cambio. le dije que debía salir del hotel, dar paseos por el parque exponerse al aire puro y a la luz del día, y por la noche no debía esperarme, debia dormir, y le jure que amanecería a su lado cada día. pero no parecía escucharme, solo me miraba con sus enormes ojos, ya carentes de brillo y vitalidad. El proximo cambio fue que dejo de comer y de hablar, y ahi realmente comencé a preocuparme. solo abria la boca para susurrarme con una voz casi dolida: "-te amo...no me dejes". Así Sdenka fue perdiendo su vida y absorbiendo la mía...yo ya estaba lejos de estar feliz... ya no sentía el mismo cariño por ella... incluso me quedaba mas tiempo en el cementerio para no verla, porque su apariencia se torno casi espectral; porque estaba como ausente en todos los sentidos... pero al mismo tiempo estaba ahí... observándome... con sus ojos grises y opacos. Yo ya casi no podía convivir con ella...verla así me ponía nervioso y me angustiaba mucho. Un dia en el hotel, mientras yo escribía algo en mi escritorio, ella traslado lo que quedaba de su cuerpo pálido y delgado, con unos tambaleantes pasos, y se sentó en un rincón, frente a mi, observándome fijamente. Resistí solo unos minutos el peso de su mortecina mirada, y salí del hotel con prisa y me pase el resto del día sentado en un banco del parque. Mas tarde cuando anocheció me dirigí al cementerio a cumplir con mi jornada y un poco mas. Era ya pasado el mediodía cuando volví al hotel, entre a la habitación y allí estaba Sdenka... igual que como la había dejado... exactamente en la misma posición... con la mirada fija en el mismo punto. me asuste un poco al verla, realmente parecía una muñeca de porcelana pálida y fría. Me senté en el escritorio, intente leer el periódico, pero no pude bajo el nerviosismo que me envolvía al ver esa tétrica figura que se encontraba delante de mi. y cuando levante la vista...note un detalle que me hizo correr un escalofrió por todo el cuerpo...Sdenka no pestañeaba. Me acerque hacia ella...su piel tenia un tono azulado... al igual que sus labios... sus ojos estaban mas grandes y mas abiertos que nunca...la tome de la muñeca y solo dios sabe la expresión que adquirió mi rostro al descubrir que ella...estaba muerta. retrocedi violentamente hasta chocarme contra la pared del otro extremo de la habitación y me deslice hasta quedar sentado en el suelo, con una expresión de espanto, y el rostro lleno de lagrimas. Esa misma noche, tome valor y enterré a Sdenka en el cementerio...en una tumba virgen... sin epígrafe...despues de todo...de que servia hacer un epígrafe para la tumba de una joven que no era nadie? yo era todo lo que tenia en el mundo... yo la salve... aunque aveces pienso que su destino era la muerte... quizás debí dejarla en las vías, pero no, no hubiera podido. Y aveces me siento culpable...ella era demasiado frágil... jamas había sido amada y siento que mi amor la mato. de todas formas eso no importaba ya...nada importaba ya... Sdenka había muerto ese día...Pero su alma la había abandonado mucho antes. Derroche todo mi dinero en alcohol, me embriague hasta perder el conocimiento. Pase varios días tirado en las calles de parís...en algún punto entre la vida y la muerte... ahogando mis penas... llorándole a Sdenka...a mi una vez amada Sdenka. Cuando se me agoto el dinero y recupere algo de fuerzas, me arrastre hasta el hotel. y al entrar en mi habitación, se me paralizo el corazón al ver la figura de Sdenka en el mismo rincón en el que había muerto. simultáneamente me desmaye. Al despertarme ya no había nada, pero una fría y espeluznante presencia lo invadía todo... y desde entonces muchas veces he visto el espectro de Sdenka... A travez de los espejos... o en los rincones. ella no me abandona. jamas lo hará... hasta tenerme consigo en su misma forma. ella me ama en silencio... me vigila...y aun ahora puedo sentir su aliento en mi nuca...mientras escribo estas palabras. fin
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Juana de Arco :)
Saludos
Rita