El amor
El amor no es para siempre. Tiene un principio y un final, aunque nunca abandona del todo el corazón. Siempre queda, aunque sea, la mínima parte de todo ese sentimiento que alguna vez existió. Porque a pesar de que todo el amor no dure para siempre, no se va, solo pide libertad. En una persona puede durar semanas, en otras meses, incluyendo años. Y el dolor del fin se mide según la cantidad de amor que se sintió por el otro. Cuanto más amas, mucho más grande es el dolor.
El amor es un sentimiento que puede llegar a llenar cualquier vacio, que borra angustias o tristezas, y cuando estamos con la persona que amamos, no hay tiempo ni lugar. Todo y todos parecen desaparecer, y somos felices.
Pero, ¿Qué pasa cuando ya no da para más? ¿Qué pasa cuando ni siquiera todo el amor, el esfuerzo y el sacrificio alcanzan? Con todo el dolor, tratamos de aceptarlo. Cuando esa persona se va, nos sentimos solos, y el vacio que se había llenado gracias a ella, vuelve a aparecer, solo que es peor. Porque antes no sabías que podía llenarlo, pero ahora, sabes que NADA ni NADIE va a poder ocupar ese lugar, y hacer que vuelvas a sentirte tan feliz como lo hizo esa persona. Pasan los días, y se hacen semanas Se juntan cuatro y forman un mes. Y así va pasando el tiempo y nosotros seguimos atascados en el mismo lugar, y por la misma piedra. A veces hasta nos enojamos con esa persona, aunque sepamos que ninguno de los dos tiene la culpa. Nos ahogamos con nuestras propias lágrimas, nos encerramos en nuestra propia burbuja, y no nos importa nada mas, y pensamos en esa persona, escuchamos canciones melancólicas, y nos deprimimos. Nos duele saber sobre esa persona, escuchar su nombre o mencionarlo. Pero no importa, porque LA AMAMOS.