Olivia estaba emocionada con la idea de salir del túnel y al mismo tiempo intentaba comprender qué hacía allí. Luego de tanto pensar, llegó a la hipótesis de que podría ser su interior, mejor dicho el interior de su cabeza. Perdida, nula, confundida en ella misma no lograba hallarse y sin nada que lo provocase estaba metiéndose de lleno en su interior, ahogándose y encerrándose en él. Sola, desconcertada.
Olivia estaba caminando muy pensativa cuando se le presentó una segunda voz. Ésta también era una voz femenina, pero en este caso podía reconocer que pertenecía a una adolescente como ella. Se le era familiar, un tono fuerte pero comprensivo, alto pero claro que le hablaba como si entendiera completamente lo que le sucedía. Al escuchar esta voz Olivia se sentó, no percibía nada bajo ella pero estaba sentada. Comenzaron una larga conversación en la que Olivia se sentía confortada, entendida, comprendida y luego de un largo rato de entrecruzar sentimientos y reflexiones Olivia llamo a esta voz"mi conciencia", hablé con migo misma concluyó.  Su conciencia le marcó un camino, la entendió como nunca nadie podría haberlo hecho y la ayudó muchísimo a meditar sobre qué iba a ser de ella y del camino que le quedaba por recorrer, que iba a hacer con sus llantos insignificativos y con su angustia interminable.
Olivia dejó de llorar por un largo tiempo, era evidente que su conciencia la había ayudado muchísimo. La sentía su amiga y quería que la acompañase siempre, de hecho lo hacía pero lo que Olivia quería era que le hable de esa manera una y otra vez para que pudiera sentirse mejor. ¿Cómo era que nunca había hablado así con su conciencia? ¿Cómo podía ser que justo ahora apareciera? ¿Y si no era su conciencia? ¿Quién era? Volvió a sentirse confundida no comprendía, mientras tanto caminaba...
Fuera del túnel la vida de Olivia continuaba, ella no lo sabía pero el tiempo corría comúnmente y ella estaba desorientada en él, era como que no lo estaba viviendo, como si para ella hubiera parado la vida, como si siguiera pero dentro del túnel y así se pasaba la vida y Olivia caminando dentro suyo, buscándose, buscando una luz que la ayudara a salir de allí.
Olivia sigue meditando, se encuentra un poco cansada de caminar pero no quiere parar ni un segundo mas" ¡Quiero salir!" gritó con todas sus energías. "basta, basta basta no quiero mas preguntas, no quiero mas reflexiones no quiero cuestionarme cada suceso cada error, cada paso". Un nuevo llanto se desató.
La voz volvió a aparecer, prometió esta vez nunca abandonarla, le juró que la tendría siempre con ella, y que no quería escucharla llorar, ni reprocharse sus errores, de "ellos aprendemos una y otra vez, no temas Olivia".
Olivia se dio cuenta de que era imposible de que aquella voz fuera su conciencia, ella no llegaba a conocerse tanto, a tener una mirada tan clara sobre la vida, a aconsejar de tal manera. Cómo podía ser que piensen diferente, no definitivamente era imposible. La cabeza la hizo un "click" "¡ES ELLA, SI ES ELLA!" pegó un grito de felicidad al darse cuenta de que esa voz no era nada mas ni nada menos que la voz de esa persona que nunca la abandonó, de esa persona que jamás iba a dejarla sola, que una y mil veces iba a repetirle las cosas hasta que las entendiera, que era imposible que la abandone y por sobretodo se dio cuenta quién era por la diferencia de pensamiento. "Como no me di cuenta antes" pensaba, "¿Sos vos?" preguntó, pero no obtuvo respuesta alguna. Esas preguntas no podía responderlas, Olivia debía darse cuenta sola a quién pertenecía cada voz, por eso la oscuridad.
Estaba segura, tenía que ser ella, no le cabían dudas. De repente muy a lo lejos Olivia vio pasar una luz, como si hubiera sido una estrella fugaz. "SI, es ella". Fue su primer logro, Olivia pudo reconocer entre tanta oscuridad y entre tanto barullo que tenia en si misma, la voz que tanta confianza le brindó. Ya sin mas desconfianza dijo: No es mi conciencia, es Athena, mi mejor amiga y feliz de haberla escuchado continuó...