Olivia camina parte III
Publicado en Jun 25, 2009
Para Olivia hace días y días que esta caminando, pero sólo fueron unas pocas horas las que ella lleva allí dentro. Se encuentra devastada, pero tan feliz de haber escuchado a Athena que las ganas de salir ya son óptimas. No quiere parar de caminar, pero sus piernas le piden por favor que se detenga... "un rato mas" dijo y continuó.
Una vez más, caminando, se puso a meditar sobre el horroroso túnel en el que estaba metida. "Se que estoy acá por algo, se también que sola tengo que descubrirlo y estoy casi segura de que este infinito túnel es mi cabeza, que me metí dentro para redescubrirme, para hallarme y entender un poco mas sobre lo que me pasa. Quizás sea una nueva enseñanza para mi libro, quizás es una mas de mis caidas, o también puede ser que halla entrado al túnel para reflexionar sobre mi. No se, estoy confundida". Olivia nunca fue una mujer con personalidad definida, sus constantes cuestionamientos le ofrecen diferentes opciones de las que no puede asegurarse completamente cual es la correcta. Olivia es muy miedosa, tanto que llega al punto de temerse a si misma. Que feo eso, pobre Olivia. Siempre pude observar que le teme a "ser cambiada por otra", a que se olviden de que existe, a no llegar a ser nadie, a que lo que vive sea puro y completamente ficticio, en definitiva es evidente que el autoestima de Olivia se encuentra por el subsuelo. Mientras intentaba encontrarle una explicación al túnel, sus pensamientos se desviaron a recordar a su familia, amigos y entorno general. Una sensación de peses jugando a la mancha dentro de su panza, un remolino de emociones que le daba vueltas en el pecho, un delicado frío que se elevaba desde sus pies hasta su cabeza y dos melancólicas lágrimas comenzaban a deslizarse por su mejilla. Deseaba estar con sus amigas hablando una incoherencia tras otra, escuchando música fuerte para cantar y que sus voces atroces no se escuchen, bailando y divirtiéndose como solo con ellas se divierte. Deseaba también, estar con su familia, abrazarlos y decirles que los quiere, que jamás quiere perderlos, que los necesita como siempre los necesito para su bienestar. Así Olivia lloraba melancólicamente, anhelando salir, verlos, y que su angustia terminase. Entre llantos y sensaciones de desconsuelo, una luz encandilante se encendió frente a ella, era una especie de "pantalla" en la que luego de refregarse los ojos vio reflejada una imagen de ella sentada en el suelo de su habitación tapándose la cara con las manos. Olivia no recordaba haber estado en aquella posición, en ese lugar antes. Un escalofrío se trepó por su cuerpo. Comenzó a proyectarse una especie de video sobre lo que estaba siendo su vida fuera del túnel. Se la veía absolutamente triste, deprimida, sin ganas de nada, pálida como muerto agonizando, fría e indudablemente, por la expresión de su cara, con el corazón destrozado. Así se veía Olivia en su vida normal. Me compadezco de ella, no era para nada su mejor momento, se la ve sufriendo y creo o quiero creer que tanto dolor Olivia no se merece...
Página 1 / 1
|
Antonio JImenez Villa
PIenso que al final tú como escritora le arrebatas la historia al narrador para dar tus propias conclusiones, le resta belleza a la historia.
FELICIDADES DESDE MEDELLIN COLOMBIA. ANTONIO J.