Cuento Cazadores de Almas Primera Parte
Publicado en Jan 30, 2011
CAZADORES DE ALMAS
CAPITULO I La alarma del reloj suena marcando las 8 de la mañana, Asbel se despierta y al ver la hora se levanta rápidamente aventando las sabanas hacia el otro lado de la cama. -¡No puede ser otra vez llegare tarde! Debo darme prisa. Asbel se cambia y sale deprisa de su departamento, enciende su moto, una honda color negro y emprende su camino hacia su trabajo, a pesar de su corta edad, se ha destacado muy bien como arquitecto, obtuvo trabajo mientras hacia sus prácticas de la universidad en una firma de arquitectos. Cuando vieron su gran talento, no dudaron en contratarlo y desde entonces trabaja para ellos. Mientras Asbel conducía por la calle principal de la Ciudad de Glasgow, en la bella Escocia. La luz del semáforo se puso en rojo, así que se detuvo y en lo que aguardaba la luz verde, algo le llamo la atención. -Vaya abrirán una galería de arte en la esquina en donde se encontraba el restaurante vegetariano. Por su diseño se ve como un lugar misterioso, supongo que me daré una vuelta un día de estos. Detrás de él sonó un clacson, la luz estaba en verde, Asbel dio vuelta a la derecha, dejando a tras la galería, pronto llego a su oficina, era un edificio de dos pisos rustico, color blanco y con un amplio estacionamiento para los arquitectos, en la primera planta se encontraba la cafetería y al lado una librería. En la parte de arriba se ubicaban las oficinas, eran pequeñas pero muy bien acondicionadas para trabajar. Asbel estacionó su moto cerca de la cafetería como de costumbre, tomo su morral y subió las escaleras. Cruzo rápido la entrada y saludo a la recepcionista. -¡Buenos Días Isabel! -¡Buenos Días arquitecto! Viene retrasado, sus clientes lo esperan en su oficina. Y el jefe preguntó por usted, quiere verlo en su oficina después de que termine. -Sí, gracias Isabel, atenderé a estas personas y después paso con el jefe ok. La recepción era un pequeño vestíbulo de color rosa pálido, junto había una pequeña sala de espera color blanco con una gran ventana que daba hacia la calle por donde se podía ver el estacionamiento. Había un gran pasillo que dividía las oficinas, del lado izquierdo estaba la sala de juntas y la oficina principal, del lado derecho se encontraban las oficinas de los demás arquitectos, la de Asbel era la segunda. -¡Hola Buenos Días¡ disculpen el retraso señores Smith. -No se preocupe arquitecto, no tiene mucho que llegamos. -Ok, haber empecemos. Les traje el diseño de su casa, con las características que me pidieron y quedaría de esta forma, chéquenlo y me dan su punto de vista. La principal habilidad de Asbel era dibujar y diseñar. Tenía una gran imaginación para esto. Bastaba solo con darle las características de lo que querías y el te sorprendía con sus diseños. -Wow! es más de lo que esperaba arquitecto, la verdad es que este diseño es maravilloso, dijo la señora Smith. -Así es contestó el señor Smith. No pensé que nuestra casa se fuera haber de esta manera y menos sabiendo que el espacio es muy pequeño. -Arquitecto cerremos el trato, me gusto su trabajo. ¿Dígame cuando comenzarían a trabajar? Asbel respondió: tan pronto y pasen a hablar con los arquitectos de obra y construcción que se encuentran en la oficina del fondo. Ellos se harán cargo de la calidad y supervisión del material. -No se hable más arquitecto, haremos cita con la recepcionista para el lunes venir y hablar con ellos. -Me parece muy bien respondió Asbel, por lo pronto les entrego una copia de su diseño y el original se los doy a los otros arquitectos para que comiencen a ver la estructura y los materiales vale. -Estoy de acuerdo respondió la señora Smith, bueno nos retiramos y de nuevo gracias, hasta luego, que tenga buen fin de semana. -Gracias, igualmente contesto Asbel. Los señores Smith se retiraron y el teléfono de la oficina de Asbel sonó: -¿Si dime Isabel? -Arquitecto el jefe lo espera en su oficina -Ok ya voy. Oye Isabel un favor podrías pedir un Moka frio y dejarlo en mi oficina y decirle a Mike que al rato le bajo a pagar por favor. -Claro que si, ahorita se lo pido. Atravesando el pasillo Asbel inmediatamente tocó la puerta principal. -Adelante por favor dijo el señor Mc Millan. -Buenos días señor, ¿quería verme? -Así es muchacho quiero hablar contigo, quiero comentarte que a partir del lunes comienzan tus vacaciones, así que disfrútalas. -Gracias señor, entonces nos vemos dentro de dos semanas de acuerdo. -Claro que si Asbel, eso era todo cuídate y buen fin de semana. -Gracias Señor McMillan igualmente, con permiso. Asbel salió de la oficina contento de por fin tener vacaciones, habían sido dos años muy ocupados, así que aprovecharía esas dos semanas para visitar a sus amigos. Pero antes de planear su viaje, regresó a su oficina donde le esperaba un rico moka, se sentó al lado de su mesa de trabajo y disfruto de su moka frio, después de terminárselo se puso a ordenar sus diseños para dejar todo listo para que en su ausencia los demás arquitectos pudieran trabajar sin problemas. Ya llegada la tarde salió de su oficina, se despidió de sus compañeros y bajó las escaleras rumbo a la cafetería, donde se encontraba su amigo Mike, el cual era el dueño de ésta. -Hola Mike que tal estuvo tu día? -Hey, que hay Asbel, pues estuvo bien y tú que tal ya listo para relajarte? -Claro, me acaban de dar dos semanas de vacaciones así que como es viernes quiero algo de relax. Dime ¿iras al callejón de la adrenalina? -¡Por supuesto! Sabes que me encanta ese lugar. -Vale entonces te veo a las 10 por allá. -Ok me parece que hoy tocara un grupo nuevo de rock, no sé muy bien pero si es así, ambientara la noche. -Bueno ya veremos, te dejo voy a comprar unas cosa, nos vemos al rato. Asbel era un adicto a las carreras de motos, por lo tanto cada viernes se iba a correr al callejón de la adrenalina, el cual era un lugar a las afueras de la ciudad de Glasgow. Tranquilamente Asbel enciende su moto y sale del estacionamiento rumbo a la estación de trenes. Toma la avenida principal de nuevo, la cual es una calle ancha de doble carril, mostrando a las orillas todas las tiendas de todo tipo de ropa, perfumes, restaurantes, etc. Alumbrada de largos y curiosos faros la avenida parecía un desfile de luces al anochecer. Asbel se detiene en la gasolinera para llenar el tanque de su moto y mientras él está llenando su tanque, no puede evitar ver una moto color granate estacionada afuera de una pequeña cafetería frente a la gasolinera. -¡Wow es una súper moto!, ¿donde la habrá conseguido la persona que la posee?, no he visto ese modelo de moto por estos alrededores, ¿será un nuevo prototipo? En ese momento alguien tocó el clacson, era una vagoneta color gris que esperaba detrás su turno para cargar gasolina. Eso hizo que Asbel reaccionara y pagará la gasolina. Inmediatamente se encontraba en carretera de nuevo rumbo a su departamento, el cual quedaba en la calle Ness numero 8. Era un buen departamento en la esquina de la calle, color verde olivo con un jardín en la parte del frente que le daba un toque muy personal. Asbel entró rápido para darse un baño y cambiarse de ropa para las carreras, el baño quedaba al fondo de un pasillo de paredes blancas, su departamento consistía en una sala de piel color blanco, las paredes eran color amarillo mostaza, del otro lado se encontraba la cocina que era muy espaciosa, de un color marrón y en medio de esta se hallaba el comedor hecho de madera. Al terminar de ducharse Asbel va hacia su cuarto el cual se ubica al lado del baño, su cuarto es amplio, de color blanco, en la pared tiene dibujado un árbol de otoño acompañado de varias hojas que le dan el efecto de volar con el aire. Su cama esta junto a la ventana que da hacia un jardín en la parte de atrás, por la cual se filtra la luz de la luna al anochecer. Asbel se cambia poniéndose su pantalón y chamarra de cuero como todo un corredor de motos. Al ver la luz de la luna traspasar la ventana, Asbel va hacia su puerta trasera rumbo al jardín y sale para contemplarla, rodeándose de su cálida luz que hace resaltar su piel blanca y ojos color malva. Así es Asbel un chico delgado, con cabello castaño. -¡Caramba hace tiempo que no veía la luna así de hermosa! -¡Esta noche será fenomenal! Asbel sale de casa hacia el callejón de la adrenalina. Él transitaba por la avenida Chelsie, la cual era una calle angosta y de un solo carril, alumbrada por postes, esa calle no era muy transitable a las 10 de la noche ya que era una calle llena de casas en donde las familias se iban a descansar temprano para rendir bien al siguiente día. Se podría decir que iba solo por esos rumbos, solo se escuchaba el silencio de la fría noche acompañada por el resplandor de la luna. Asbel iba manejando tranquilo, no rebasaba los 100 km por hora, cuando de repente algo lo paso velozmente. -¿Pero qué rayos fue eso? -Creo que era una moto, ¿De dónde salió, ni siquiera lo escuche acercarse? -Tendré que averiguarlo Y sin pensarlo Asbel aumentó la velocidad para alcanzar a aquello que lo había dejado atrás. Finalmente lo alcanzó en un semáforo que apenas se había puesto en luz roja, de manera que se colocó al lado del individuo. -¡Pero si es la moto que vi al lado de la gasolinera hace rato, la de color granate!. -¿Con que él es el dueño de esa moto? No puedo distinguir bien quien es por el casco que trae puesto. El individuo era sin duda un corredor de motos, traía puesto unos pantalones y chamarra de piel negro y un casco del mismo color, solo que en la parte de atrás de este tenía un símbolo extraño color plateado. En ese momento el individuo se dio cuenta de que Asbel lo estaba observando y comenzó a hacer rugir su moto como si lo estuviera retando a una carrera. Asbel al ver esto hizo lo mismo en respuesta. La luz cambio a verde y ambos salieron disparados sobre la carretera, corriendo a más de 180 km por hora. -¿Quien rayos es este tipo? Es bueno pero no me ganará. Mientras corrían, se iban alejando más y más de la ciudad, tomando una carretera angosta y sombría, sin nada de luz y llena de arboles a su alrededor, donde poco a poco la neblina iba cubriendo cada parte de esta. Solo se podía observar la luz de los faros de las motos alumbrar el camino, que cada vez se hacía menos visible. Asbel no se dio cuenta de donde andaba hasta que la neblina se hizo espesa y ya no veía nada, así que redujo la velocidad hasta que se detuvo a tiempo para no chocar contra un muro de contención. Cuando reacciono se dio cuenta de que el otro individuo había desaparecido, no supo para donde se había ido simplemente desapareció, y al poco rato la neblina también. Pero había algo que brillaba a unos cuantos metros de donde se detuvo Asbel, algo tirado a mitad de carretera. -¿Qué paso? ¿Qué fue todo eso, el tipo, la neblina? -Parece que me desvié del camino, un momento ¿qué es eso de halla? Algo brilla. Asbel camino hacia el origen de ese brillo, confundido por lo que había pasado. -Pero si es un medallón de plata, ¿qué hace algo como esto tirado a mitad de carretera? -Un momento este símbolo lo acabo de ver, se parece al signo que traía ese individuo en su casco.- ¿A caso será de él, se le habrá caído? -¿A dónde rayos se fue? Sin más contratiempos Asbel recogió el medallón y se lo colocó en el cuello para así no perderlo, regresó- a su moto y emprendió el camino de vuelta hacia el callejón de la adrenalina, en donde lo esperaba su amigo Mike.
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