... y entonces caminaba esa mañana con la mirada baja, no me daba la cabeza para pensar, simplemente en mi mente ella aun estaba, su sutil silueta acompañaba mi misera existencia, ante los recuerdos cálidos de su sudor  su respiración en mi piel, y sus susurros en esas aquellas noches de supuesto amor  para mi; eran no mas que un recuerdo, que estaba destinado a morir en mi de la manera mas silenciosa.
Mientras caminaba y me debatía en todos esos delirios de amor y desapego, aparece ella tranquila y placida sin ninguna perturbación en mi paisaje, con una sonrisa sarcástica, me saluda  "hola ¿espero que estes muy bien?" . 
¿Es posible tanto  cinismo?