Hubo una región donde las mujeres se rebelaron porque ya estaban hartas de que los hombres les hicieran la vida pesada.
La primera complicación fue ponerse de acuerdo porque las mujeres discuten mucho entre sí, no se ponen de acuerdo y terminan siempre gritando y llorando, aunque se las den de muy valientes.
Sin embargo, y tras muchos intentos fallidos, lograron echar a los hombres de su territorio y a los que se negaron los mataron.
Luego, como ya tenían toda la región para ellas, empezaron a planear cuál sería la mejor forma de gobernar.
Pero como nunca habían tenido oportunidad de hacer política, se fueron por la administración familiar y así se instauró una especie de dictadura, porque algunas de ellas creían que las demás eran muy tontas para gobernar.
Las que se quedaron arriba siempre habían criticado a sus maridos por nepotismo y corrupción. Pero a ellas mismas les gustaba que les dijeran cosas lindas y les hicieran regalos. Trataban bien a las que las adulaban y las que no las maltrataban y les negaban oportunidades para que se fueran. Así sólo quedaría el círculo de amigas para el té canasta o ir de compras a los centros comerciales, ahora que podían gastar todo el dinero que querían.
Pero no todo en el país era de color de rosa, porque estas mujeres empezaron a querer más preferencias para unas que para otras y así surgieron envidias, chismes y engaños. Todas estaban divididas en bandos y nadie se ponía de acuerdo porque su único interés era demostrar quién mandaba allí, independientemente de lo que fuera bueno o malo.
Pronto, todo aquello se volvió difícil de aguantar, así que el grupo dominante empezó a usar la represión para controlar a las demás y que obedecieran a sus intereses. Castigaban, encerraban y azotaban y pronto aquello se convirtió en el régimen del terror combinado con la hipocresía y el gusto por la moda.
Ese espantoso país está todavía por allí en un rincón del mundo. Las mujeres que aún quedan allí (las demás se fueron o murieron) son tan inaguantables que la gente prefiere que nunca salgan de ese lugar.
Si realmente existe algo que no te guste, ¿te has preguntado si tú no eres parte de eso?