Caja Hernn (El Chivatazo)
Publicado en Feb 21, 2011
Esto es para comer cerillas. Y no sólo para comer cerillas sino para algo más, por ejemplo fósforo, potasio y nicasio que por cierto éste último es un elemento de aquí te espero. Pues nada, que resulta que, el caso es, y creánselo verídicamente hablando que hablando verídicamente nos entendemos más que con señales de humo porque a veces sopla el viento en la dirección contraria... pues eso... que verídicamente hablando es la mejor manera de subsistir. Que resulta, repito, que Caja Hernán, de la cual somos clientes desde hace media vida porque de la vida completa es imposible porque la entidad de ahorros ya está en quiebra y Caja Hernán está a punto de desaparecer si Dios no lo remedia, te acaba de regalar, aparte de un reglamento de automovilismo de Fórmula 1 que no sé para qué lo queremos, la famosa Cartilla De Oro que está tan bien diseñada que viene pintado el escudo de Madrid y los respectivos de Real, Atleti, Rayo, Getafe y... ¡asombrosamente!... Calasparra. y entonces tú, todo ufano como si fueses Olano en plena forma ganando la Vuelta a Las Batuecas, te paseas por toda la barriada de Lavapiés fardando de Cartilla De Oro. Y como resulta que necesitas molar un mogollón, o sea un montonazo, para que te vea la vecinita de al lado, que está guapa pero guapa de verdad, te diriges inmediatamente a la sucursal que está en frente, como una verdadera cruz en esto de las imposiciones a plazo fijo que se han hecho volátiles como indican los economistas (aunque parezca mentira existe el dinero volátil como bien explican los señores economistas ante el magistrado de turno cuando hay que inculpar a unos y exculpar a otros pero dejemos este rollo y volvamos a lo nuestro), vas inmediatamente a donde la sucursal de Caja Hernán que es donde está ella intentando sacar, con forceps si es necesario, todos sus ahorros.
Bien. Hasta aquí todo bien y comprensible. Y si, además vas pensando en la agradable sonrisa de la empleada bancaria de Caja Hernán y, ante la vecinita guapa pero guapa de verdad, sacas del bolsillo de arriba del pijama pues para que no se te escape la vecinita guapa pero guapa de verdad te has olvidado de ponerte el único traje decente que heredaste de tu abuelo paterno, y enseñas la Cartilla De Oro de Caja Hernán pero disimulando un poco para que no se note que lo que estás buscando no es petróleo precisamente, porque en Madrid no hay campos petrolíferos como en Haifa por ejemplo o al menos eso creen algunos, y das los buenos días a la vecinita guapa pero guapa de verdad. Pero, mira por donde, para fastidiarnos los de Caja Hernán, a quienes ya hemos olvidado por completo ante la bella vista que tenemos al lado pues se ve hasta el Puerto de Guadarrama en plena estación invernal que da gusto ver el poster y cómo se deslizan los de los esquís salvo uno que aparece caído o desmayado o vaya usted a saber por qué está en el suelo, enseñas la Cartilla De Oro con el escudo, con todos los colores que te puedas imaginar, de Madrid y los respectivos de Real, Atleti, Rayo, Getafe y Calasparra. Más, por Dios que suplicio, para fastidiarnos aún más, los de Caja Hernán han sustituido a la bella empleada bancaria y han puesto en su lugar a un tipo desgarbado, contrahecho de la parte lateral derecha y magullado de la parte lateral izquierda, más miope que Rompetechos, con bigote a lo Groucho Marx y más famélico que el galgo o podenco que tenía Don Quijote y que siempre le seguía por ver si, de vez en cuando, caía alguna loncha de cualquirr clase de torrezno o jamón seco o un poco de gachas de harina o de morteruelo; el cual te mira desde abaja hasta media cintura porque no te llega ni a los tobillos de lo bajito que es el menda que parece a Messi pero en miniatura y por eso colecciona pulgasy te suelta un ¡¡Quién es usted que viene a estas horas de la mañana!!. Y tú que miras el reloj Longines de la época de cuando los bisturís eran de caña de azúcar, y lo enseñas para que lo vea, de reojo, la vecinita guapa pero guapa de verdad... para que se creas que eres tan importante como Ausias March o Rigoberto Picaporte, el solterón de mucho porte, y le sueltas un ¡¡Oiga que ya son las diez de la mañana y necesito alpiste para mi canario!!. Dios mio... entonces es cuando la vecinita guapa pero guapa de verdad se queda atónita y difusa y se te va borrando de la mente poco a poco porque con tu Cartills De Oro (con los escudos ya citados y dibujados con todos los colores imaginables que son un mogollón) pides que te den 500 euros "ipso facto" porque para eso eres un profesional multi estrella de la constructora Urbis S.A. que resulta que es una Sociedad Antoniana y no anónima por cierto porque la dirige Antonio Peredes y Tejado. ¿Urbis?. ¿Es usted de la Urbis de Antonio Paredes y Tejado? te pregunta el famélico sustituto de la antes bella empleada bancaria y vas y le dices, de paso, que no lo sabes porque los quieres para irte de vacaciones con un multimillonario de Madagascar (si es que en Madagascar hay algún multimillonario que me parece que sí) y por libre elección te das cuenta de que estás en el límite del kilómetro 0 de tus ahorros (menos mal que todavía hay 10 céntimos que te hacen resisitir como los de Numancia y Sagunto juntos pero a lo moderno) de tus ingresos familiares porque todo se lo ha llevado la parienta. Pero mira por donde el famélico cajero de Caja Hernán quiere tirarse el pegote delante de tu vecinita guapa pero guapa de verdad y te suelta un ¡¡vuelva usted mañana porque ahora a mí no me da la gana!! con lo cual consigues que se ponga nervioso ante ella que se vuelve hacia donde estás tú porque se ha dado cuenta de que el famélico la ha querido deslumbrar con su vozarrón machista y tal y cual y entonces vas y sacas el catálogo informativo desplegable (cuatro caras por delante y cuatro caras por detrás) y le echas toda la cara que puedas para demostrar al famélico que la tienes en el bote y terminas por citarle el Código C0611G58899998 con lo cual el de Caja Hernán se queda desequilibriado, rojo de vergüenza y más corrido que un mono de Burneo (y de paso mira que era mono el tal Burneo de el Sauce pero eso ya es harina de otro costal), le das un euro al famélico para que se tome un vaso de leche con calcio a ver si engorda un poco y él no tiene más remedio que teclear los botones de la caja automática que para eso estamos con Caja Hernán y te entrega los 500 euros con la mala leche de darte un billete de 500 para que no puedas cambiarlo en los comercios pero se le ha olvidado que eres cliente de Carrefour y en Carrefour si te lo cambian. Inmediatamente después, de manera instantánea como los capuchinos de la Biblioteca Regional de Murcia, que ya son sólo un bonito recuerdo para ti, la vecinita de al lado que es guapa pero guapa de verdad se lanza hacia ti como una Mata-Hari pero tú para que no te mate con eso de pan y tomate para que no te escapes huyes rápidamene y sales disparado de Caja Hernán y en directo hacia la cafetería del polideportivo de Hortaleza por ejemplo o si quieres mejor hacia el Poli Ejido que no sé ahora mismo de donde es pero no importa (me parece que por Almería anda el asunto de Poli y si le hicieron trampas o no le hicieron trampas en el combate por el peso pesado pero el caso es escapar con un buen rollo de Caja Hernán). Y ante la desesperación del famélico cajero y la sorpresa de la sonriente vecinita guapa pero guapa de verdad, entras como un torbellino en la cafetería, pides el consabido café con leche enseñando tu billete de 500 euros y la Cartilla De Oro de Caja Hernán y prometiendo que cuatro días más tarde pagarás el euro correspondieine a la deuda pasiva porque no se mueve ni para adelante ni para atrás y te entretienes en pasar el tiempo escribiendo un cuento infantil sobre cerditos que por desgracia abundan muncho hoy en día por estos mundos de la imaginación imaginada y la real realidad. Buenos días a todos y todas.
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