CARTA A MI HIJO SODICAN
Publicado en Jun 26, 2009
Carta a mi hijo sodican, que tiene 19 años y es el ser mas guapo del mundo.
Eres la nada rodeada de Dios. Lee mi carta con toda sencillez con que te la escribí, y cada letra será un beso, una acaricia, poniendo en tus ojos que trasmitirán a tu alma arrullos de ideales, caricias de ensueños y sacudimientos de alas. Hijo mío, sé la imagen de la primavera y no la del otoño que languidece de frío y suelta sus hojas amarillentas, como estrofas de elegías en el camino. Recuerda que hombre sin voluntad es hombre muerto, no vale nada. ¿Quieres ser algo? ¿Quieres valer algo?. Fórmate una voluntad de acero, incontrastable, que no quisiera ceder ni ante los oleajes de los contratiempos, Ni ante las caricias de los halagos. Si quieres puedes, todo depende de voluntad hijo mío, ¡Hasta la santidad! Somos en cierta manera omnipotente cuando la voluntad se impone en nosotros. ¡Nada es imposible! Pero no te asustes, si te parece costosa la vida de elevación, es necesario que sepas que no debes luchar solo, debes llenar toda tu debilidad con plenitud de la fortaleza divina, no batalles, entonces solo únete a Cristo y pondrá en ti aliento de gigante. Vivimos con una fe casi apagada, en lugar de ser una antorcha, la hemos convertido en un tizón que ahúma, y no es extraño entonces, que se nuble los mas bellos horizontes. Hijo amado, hijo mío. En esta vida encontraras caminos llenos de espinas y guijarros. ¡Benditas ellas si al herirte abre en tu espíritu la herida salvadora de una preocupación, de una inquietud espiritual o de un ideal. Recuerda hijo mío que la bondad es perdón. Nunca ha sido más grande el alma que el perdón, apaga con dulzura de tus miradas húmedas la carcajada irónica. Vuelca en vez de sangre sobre el sendero del traidor, un puñado de rosas. Porque el amor nos diviniza, nos asemeja a Dios, que hace brillar el sol sobre todas las frentes, hasta las de los que maldicen. Acostúmbrate a levantarte de tus caídas con humildad hijo mío, el fracaso no ha se ha debido a la fragilidad del momento, no quieras nunca airarte contra ti mismo al verte caído; eso no es mas que soberbia, amor propio que se incorpora estúpidamente, para abofetearse a si mismo, cuanto mayor es la humildad del alma, más fácilmente se elevara a Dios. No prorrumpas en quejas; entona por el contrario, hijo. El salmo de la vida de las cumbres donde el cielo es mas puro, donde las auroras brillan de luz, y los crepúsculos arrojan sus últimos rayos de luz, como un tributo a las alturas. Sólo el primer paso cuenta, y ese escalón es la decisión, no temas y veras como es sublime vivir luchando por la vida. No quieras ascender con la tristeza en los labios, ni menos con el tedio en el alma. Sé tú, hijo mío, como los cielos, limpios, azules. La alegría atrae, engendra simpatías y despierta idealidad. Los cielos nublados, ponen nubes en el alma. Cuantas veces nuestra tristeza no ha sido el fruto de nuestra imaginación. ¡El poder de las imágenes! Ellas son los cristales tras los que contemplamos la vida. Si te detienes a mirar el mundo colocado tras un cristal ahumado no veras en tu senda sino muchas sombras y muchos crespones y fantasmas negros. Si tomas por el contrario un cristal rosado veras florecer ante tus plantas la púrpura amable de las rosas, hasta los guijarros serán rosas que alegren tu jornada. La vida es como uno se la forja. ¡Y nada más! La vida corre, huye, vuela demasiado y para hacer algo es necesario entregarse decididamente y con entusiasmo a la lucha. Recuerda que el pasado sea bueno o malo fue un escaso perfume de un lejano manojo de flores. ¡Haz fecunda tu existencia! Dios te mira, eres un artista que va labrando tu propio ser, no te deshonres con tu obra, lábrala bien, hijo mío. Es tuya… eres tú. ¡Quién lo diría! Eres tú obra y artífice. Que al morir no puedan decir de ti que pasaste por el mundo sobre la arena y que una ola borró tu historia. sodican
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Karen/L
se despide: KaLopPe (17 años)
oculta
Saludos oculta ( ahora Maribel)