Aquellos calzados viejos
Publicado en Mar 02, 2011
Un buen día, me miré en el espejo y descubrí que la vida se me estaba desvaneciendo...
A veces, me creía un semidiós, tan distante de los simples mortales. Por eso sufría y me olvidaba por completo todo lo que había aprendido en mi niñez. Como resultado, desaproveché lo más valorado que mis padres me habían inspirado: la humildad. ¿Cómo iba a tenerla, si me alejé tanto de la fuente de la sabiduría y le había quitado por completo de mi vida? Al mirarme al espejo reconocí aquel niño rubio de ojos azules y mirada sonriente zanganeando entre charcos formados por la lluvia. ¡Era tan feliz y no tenía mucho! Recordé aquellos calzados viejos, heredados de mi hermano mayor, que cargaba en mis manos para que no se me mojaran. ¡Tenía que cuidarlos porque eran los únicos que poseía para ir a la escuela y a mi iglesia! Miré a mi armario y me dije en silencio: ___¡Cuánto extraño aquellos viejos zapatos, con ellos me atrevería conquistar el mundo y ahora que tengo tantos no se qué hacer con ellos!
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MAVAL
me alegro mucho de encontrar este bello escrito...
volver a las raices, jamás olvidar el origen ...
es creo cuando realmente crecemos...
te dejo mi saludo cordial!
MAVAL