Bienestar es bienestar (El Chivatazo)
Publicado en Mar 08, 2011
En España entendemos esto del bienestar como es exactamente; o sea, un bienestar tumbados de una forma que sólo los barones (que no utilizan nunca jamás el metro ni para viajar ni para medir las hectáreas de sus enormes chalés) pueden entender. Y es que, en España, además de atar a los perros con longaniza, hasta los pardillos dicen entender esto del barómetro nacional que tan desquiciados está volviendo a los programadores de los canales televisivos.
Enchufas Telecinco (donde por cierto trabajan muchos enchufados y enchufadas) y pronostican sol radiante en el medio oeste de la Península (en las islas Baleares cantan mazurcas y en las islas Canarias siguen todavía con el tormento de las isas) pero, mira por donde, los de la Sexta pronostican tremebundas nieblas en el tercio meridional; unas tremebundas nieblas que ni los focos del parterre del Retiro de Madrid (porque se está rodando una película en este inolvidable lugar del parterre retirado del mundanal ruido de la calle Alfonso XII donde dejé algunos poemas olvidados en alguna que otra carpeta de color marrón o azul que ya no me acuerdo) pueden con ellas. Pero no queda la cosa así, sino que los de Veo 7 nos pronostican nevadas en la Sierra de Espuña (a lo mejor quieren decir en la Sierra de España y se han equivocado). En resumidas cuentas (y a ver si hacemos el favor de contar bien esto de la meteorología hispánica) no sé de qué va la película del parterre del Retiro de Madrid, porque las nieblas no me dejan ver bien las caras de las actrices tan guapas que han llegado en barcarolas a nuestras costas. Por cierto las barcarolas son composiciones poéticas convertidas ahora en barquichuelos navegantes para chavalas guapas que quieran participar en la citada película. Vamos a ver si nos enteramos. Si ponemos los focos de largo alcance no vemos nada. Y si ponemos los focos de corta distancia todavía vemos menos. ¿Quién ve la salida del cine?. Esta extraña película está rodeada de tales misterios que ni los misterios de "Nuestra Señora de los Milagros" (la mejor obra de Gonzalo de Berceo), la pueden descifrar. y es que nos han traicionado los de la luminotecnia cinéfila y ahora sólo nos queda el consuelo de ver cómo llegan a nuestras costas las alemanas en busca de chavales españoles. Pies para que os quiero. A correr todos que nos espabilan; porque resulta que las chavalas guapas de Alemania se han encaprichado de nosotros los "ibéricus bastoniarium" (y me estoy refiriendo a los aludidos vejetes que tanto desean ser cazados por las alemanas). Bastón jugó en el Atlético de Madrid y era todo un bastión pero a veces le metían goles de risa. Hoy en día estoy seguro de que utiliza un bastón para fardar mientras camina por las calles oscuras alrededor de la Gran Vía madrileña, allá por la calle Valverde. ¿Se puede saber donde se ha metido Valverde?. Si nos referimos al ciclista murciano está comiendo lonchas de tocino de cielo (que así se llaman sí señor) bien repantingado en su chalecito tipo canadiense porque se ha empeñado en que este año no se queda sin correr en la Vuelta al Canadá, pero si nos referimos a Valverde de Júcar... ¡vaya usted a saber dónde se encuentra dicho pueblo!. Yo sí lo sé pero no tengo apeto, apetito o apetecencia (según se mire) de decirlo. Ahora bien, si nos estamos refiriendo al ex futbolista rojiblanco (algunos creerán que estoy hablando del Granada porque en esto del fútbol están más dspistados que Carracuca que me viene a la memoria en primer lugar y lo que me viene a la memoria en primer lugar lo escribo y ya está) eso ya es otra cosa. El ex futbolista Valverde está comiendo melones en Villaconejos o al menos eso me cuenta mi corresponsal castellano. Por cierto, los conejos españoles cada día están más hermosos (esto ya me lo decía mi abuelita materna cuando yo apenas había descubierto lo que es la caza menor cuando no levantaba ni un palmo del suelo). Sigamos adelante aunque el burro se espante. Por ejemplo, como dice hoy Manuel alcántara, "no hay corriente de aire por que lo que enfría es para siempre". Siento profundamente, y de verdad lo digo, la muerte de Adrián Escudero García, el mejor delantero de toda la historia del Aleti de Madriz (así hablamos a veces los castizos chelis madrileños). Ha muerto a la edad de los 85 años. Recuerdo a Escudero cuando yo jugaba con Braga. No se me ofenda nadie y mucho menos las chavalas guapas porque resulta que estoy hablando de un ex futbolista del Real Club Deportivo Español y es que jugaba demasiado a las chapas. No es, entonces, lo que algunos mal pensados de siempre están mal pensando como siempre. No se me espanten las chavalas guapas, no... y espero que mi Jefa de Redacción no me meta la tijera y me refiero no a una venganza femenina sino a que no me recorte el artículo y me lo deje completo. Hablando de Nobeles, a mí me parece que este año no se lo va a llevar ningún escritor de Libia porque en Libia yo creo que nadie escribe de manera tan original como para tirar hacia adelante de tan ocupados como están en sus enconadas luchas. Y menudo porrazo le van a dar al Gadafi. Vamos por partes. Si a Gadafi le cae un rayo vallecano tipo láser por ejemplo y encima del coco ¿qué nos queda para la Historia?. Nada salvo una gafas de sol muy oscuras. Absolutamente nada más porque en el coco del Gadafi no hay "ni barómetro de la ciudad" como dice mi colega y amigo Manuel Alcántara en "La Verdad" de hoy y hoy tenemos dicha verdad. Y yo me marcho hacia la oficina a ciento diez kilómetros por hora antes de que nos caiga un aguacero que ni lo va a soportar el tal Agüero y no me refiero al del aleti de Madriz sino al que partiendo de Comisiones Obreras llegó hasta jefezucho de Negociado. ¡Vaya negocio, Agüero, vaya negocio!. Mi abuelita diría: "Aviamos estamos guacho". Me marcho.
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