Putrefaccin
Publicado en Mar 08, 2011
Y pensé que, realmente podría...
Pero el espíritu se le deterioró... Estaba cansada y algo en ella se murió. ...y la vida se le iba. Ni una sonrisa, ni una lágrima contenida... Como un pozo seco se juzgaba vacía. Sus palabras no eran otra cosa sino la de una persona herida. ... y ella misma se odiaba y se maldecía. Llevaba llagas profundas dentro de su alma vencida. Que no fueron curadas a tiempo y aun con los años dolían. Llevaba tempestades del camino; era una flor caída. Nadie le dijo que la quería... Nadie le ofreció una mano amiga... ...y en este momento sufría; ...y el día de hoy moría. En esa muerte que no llega pronto; que no deteriora y nos hace caer en un pozo de aguas podridas. ¡Pobre mujer con el alma entumecida! ¿Quién calmará tus dolencias y tus heridas ...si al cielo pudieras mirar en esta mañana tan fría; un ungüento sanador descendería... ¡El vendará tus llagas sucias y podridas! El poder de la palabra es ambivalente: puede servir para construir o destruir. Pero la palabra es para mí, remedio y bálsamo sanador.
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