Hermes y los alquimistas
Publicado en Jun 27, 2009
Jueves, frío y gris sobre la Avda. Belgrano, mi amigo Hermes movía los ojos aceitunados de un lado para otro, mientras levantaba las cejas, con el mismo gesto de hace veinticinco años atrás, Hablaba de los índices de abril de la pobreza extrema, de todos los mecanismos de control social del refugio y de su cama cercana al Arquitecto, que escribe a escondidas sin cesar. Su barba ha crecido a dimensiones siderales. Me confeso que nunca había leído a Kerouac y casi no le creo, nosotros que habláramos de Dostoievski hasta el hartazgo, de la vida y la muerte hasta el hartazgo, henos aquí hablando de buen plato de sopa caliente al mediodía es como si se hubiera conjurado a La Siniestra, un alma en pena que arrastra otras almas sin rumbo fijo, es un invento de la mitología urbana, La Siniestra que tiene la lengua como pajaros, se come los sueños y las esperanzas de los mortales y los desarma y los envuelve es esta insensata melancolía de siesta. Es jueves y en esta tarde de faunos, ninguno de los dos tenemos ni donde caernos muertos: "nada quedo de lo que alguna vez escribí" al fin lo que Sade o Kafka hubieran soñado, lo logre yo, no va quedar nada murmuraste, mientras esa tos te comía hasta los huesos, y pienso en tu exasperacion en las noches azules de Buenos Aires y vos caminando en medio de un ejercito de espectros que salen de baños tapados de mierda, entonces intuí que ninguna calle es tuya, que todo lo resolves a fuerza de enfrentar sobrevivientes, la calle es un fuerte rechinar de dientes, antes de que invadan las lluvias Hace frío, mi amigo Hermes se aleja como un susurro, sin dejar ningún misterio debajo su nombre de antiguo alquimista, cuando nos creemos poetas y que podemos convertir en oro todas las palabras. Y doble por Avda. Belgrano y Entre Rios, el cielo era gris la gente cruzaba como si quisieran volverse domadores del tiempo, seguro lloverá y Hermes también.
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facundo aguirre
Anna Feuerberg
Ojalá publiques.
Un abrazo,
Anna
Verano Brisas