Cánsame de manera sutil, con tu piernas abrazándome como pinzas de marfil, tómame no digas nada, solo calla tus labios con mi virilidad que entre tus manos atrapas,
déjame deslizarme después  entre sabanas  a cada latido pongo sobre tu piel un beso enamorado,
como serpiente me arrastro buscando ese aroma que deleita, que mi lengua moja,
tus piernas como trampa entre ellas mi boca atrapas, mientras mis manos desgarran tus pechos los arañan,
me falta el aire ¡qué más da!, vale la pena morir aquí entre el cielo y el infierno, entre frio y calor,
entre tu sabor y el mío, al ritmo de ese grito que de entre tus dientes escapa y  despierta a los dioses del Olimpo.
Cánsame de manera sutil, y al final de un nuevo inicio con un suave te amo, invitarte a pecar otra vez.