Setamor (Novela) Captulo 50 .
Publicado en Mar 25, 2011
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Ya salía la buseta de los límites del campamento cristiano cuando... ¡¡¡al fin!!!... ¡albricias!... ¡¡la encontró!!.
Estaba rodeada de otras jóvenes y parecía estar indicando algunas órdenes para realizar cierta actividad. ¡¡¡Era la jovencísima morena!!!.
- ¿Puede dar la orden de que se detenga un momento la buseta?.
- ¡Imposible!. ¡Nos estan esperando para cumplir un horario determinado!. Ya deberíamos estar allí. Llevamos un cierto retraso... pero... ¿por qué quieres que nos detangamos?.
- ¡¡Mire que joven mujer más linda!!.
- Cierto... cierto... es muy joven y muy hermosa... pero si tuviésemos que detener la marcha cada vez que un hombre la mira estaríamos completamente inmovilizados todo el día. Y el día es necesario aprovecharlo al máximo porque la tarea es grande y extensa y los brazos son todavía pocos como bien sabes que dice la Santa Biblia Cristiana.
- Recuerdo la cita. Mateo 9.37-38: "Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies".
- ¿Tú deseas ser uno de esos obreros?.
- Puede que sí... o puede que no...
- Efectivamente. Estoy de acuerdo. Tú tendrás que decidirlo en su momento oportuno.
- Entonces, volviendo al anterior asunto... ¿quién es esa jovencísima morena?  -quiso saber el joven licenciado sin decir que la había conocido cinco años antes y que en un pequeño jardín de cierta residencia de la gran capital de su país natal se habían besado en la boca... enamorados los dos.
- Ahí donde la ves tan bonita y tan joven... ¡es la coordinadora general de todas nuestras actividades además de ser la líder principal de entre nuestras mujeres!. La belleza no está reñida con la inteligencia y quien diga lo contrario es que miente por tener envidia... por impura y simple envidia... porque hay que ser impuro de corazón y simple de entendimiento para hablar tan mal de una mujer preciosa de físico y más preciosa todavía por dentro. En esa joven se unen y se concentran la belleza externa e interna. Por algo es líder de líderes. Dios siempre sabe muy bien lo que hace.
- ¿Está casada?.
Al anciano de las barbas blancas le hizo gracia esa pregunta y comenzó a reir.
- ¿Tan gracioso es preguntar si una joven está casada?.
- No. No me río por eso.
- ¿Entonces?.
- Me río porque lo has preguntado completamente nervioso.
- Que yo sepa no estoy nervioso...
- Bien. Dejemoslo en que lo has preguntado preocupado.
- Es que a mí me preocupan muchas cosas.
- ¿Tú crees que esa joven es una cosa?.
Ahora el que se rió a gusto fue el joven licenciado.
- Nunca he dicho eso acerca de ninguna mujer. Debe saber usted que de las mujeres he aprendido muchísimo más que de los hombres.
- ¡Jajaja!. Eres un verdadero caso.
- ¿Soy un caso perdido?.
- No... todavía no... pero estás bastante perdido.
- Pero ya sabré yo orientarme a su debido tiempo.
- ¡Jajaja!. ¡No te preocuopes... porque es soltera y no tiene compromiso con nadie!. Lo que tiene en su mente, por ahora, es sólo servir a Dios y lo demás no se lo toma en serio, por lo menos todavía no se lo toma en serio. No te estoy diciendo que se quiera hacer monja ni que quiera dedicarse a la vida contemplativa encerrada en un convento. No. Nada de eso. Ella se casará muy pronto. Tiene multitud de enamorados. Así que si se te ha ocurrido cortejarla, vas a tenerlo muy difícil porque me parece que ella ya ha decidido con quien se va a casar. ¡Tienes muchos adversarios y si yo fuese mucho más joven de lo que soy y estuviera soltero también sería un enemigo tuyo para enamorarla a ella!.
- ¡Jajaja!. Precisamente las mujeres difíciles de enamorar, y observe que no he dicho conquistar porque yo de donjuan no tengo nada, son aquellas a las que mejor se aman. Otra cosa... ¿es por casualidad la hija de algún embajador?.
- Casi... casi...
- ¿Qué es eso de casi... casi...?.
- ¡Jajaja!. Tiene por amigo al embajador de su país en tu patria.
- ¿Otro enemigo mío?.
- ¡Jajaja!. No. Ese no es enemigo tuyo porque está casado como Dios manda.
El joven licenciado insitió.
- Pues le repito que a mí se me da muy bien esto de enamorar, en el buen sentido de la palabra, a las mujeres difíciles.
- ¿En qué sentido de la palabra te estás refiriendo?.
- Al que tiene sólo sentimiento.
El anciano de las barbas blancas se quedó totalmente sorprendido...
- ¿Cómo lo has adivinado?. Sí. Es amiga de un embajador de su país en tu país.
- Se le nota en la personalidad -respondió el joven licenciado sin darse cuenta de lo que decía.
- ¿Cómo has podido adivinar también eso?.
- Por intuición masculina; pues ha de saber usted que yo no me muevo por cinco sentidos sino por ocho. En otras palabras, hay hombres que tenemos el sentido de la intuición que tan desarrollado tienen las mujeres. Lo malo es que muchos hombres se quedan muy cortitos a la hora de aplicar sus sentidos en este tema.
- Como te interesa tanto saber asuntos sobre ella te indico que la solución está en un libro titulado "Garabandal: Hora X", del Doctor Gobelas y del cual ya te he citado algunos pensamientos. ¡Bueno, pues bien estamos y parió la burra como decís en tu tierra!. A lo que íbamos. Esto que te voy a citar a continuación es de una profecía que se cumplirá si llegas a conocerla.
Sacó el libro del interior del maletín que siempre llevaba en sus viajes y comenzó a leer.
- "El mensaje o la comunicación misteriosa le puede venir a cualquier hora, en cualquier lugar, cuando menos lo espera, sin que ella haga nada para estar preparada y a punto para que el fenómeno se produzca. Y es entonces cuando "ve" o "entiende"
cosas que ella, ciertamente, no puede inventar. Tales cosas se refieren unas veces a hechos ya pasados, otras a acontecimientos futuros y otras a especiales "misiones" que deben cumplir las personas que la acompañan y que son muy determinadas por Dios. A veces ocurre que la iluminación que recibe es para que ella misma conozca mejor los planes de Dios o ciertos puntos importantes de la vida espiritual. Algunas veces hasta tiene el don de lenguas. Desde luego, oyéndola hablar, y sabiendo que se trata de una cristiana sencilla, queda uno convencido de que las cosas que dice no se le han podido ocurrir normalmente a ella.
- ¿A quién pertenecen entonces?.
El anciano de las barbas blancas en vez de contestar directamente a esa pregunta abrió otra página y leyó.
- "Yo no dudo de que esta mujer tan joven es una gran cristiana, con carismas y con el Espíritu Santo dentro de ella. No hubiera podido hacer lo que ha hecho ni decir lo que viene diciendo si el Espíritu Santo no estuviese en ella.
- Pero cuando habla cosas que no sabe... ¿quién se lo dicta?.
- Pero que despistado eres...
- Sí. Soy muy despistado pero no suelo despistarme.
- ¡Jajaja!. Ya te enterarás a su debido tiempo.
El joven licenciado prefirió cambiar de tema.
- Entonces... ¿la misiión a la que vamos ahora la ha planificasdo ella?.
- Cierto. Y la orden de buscar a alguien que resultaste ser tú y no otro que te hacía sombra porque se pensaba que era él, también partió de ella.
- Todavía se acuerda de mí -pensó para sus adentros el joven licenciado.
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela de Ficcin con algunas realidades verdaderas.

Palabras Clave: Literatura Novela Ficcin Realidades Conciencia Conocimiento Cristianismo.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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