Setamor (Novela) Captulo 55.
Publicado en Mar 29, 2011
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- Me gusta ver con cuánto apetito desayunas el chocolate. Me parece ver a aquel niño risueño que tan felices momentos me hacía pasar... siempre tan callado... siempre tan soñador... siempre tan ingenuo...
- Te vuelvo a repetir, mamá, que sabes muy poco de mí.
- ¿Cómo no voy a saber de ti si te he traído a este mundo?.
- Pues entonces... ¿por qué te has equivocado tanto conmigo?.
- Perdona todas las injusticias que he cometido.
- Escucha, mamá... ya no me importan... no me interesa para nada tus grandes cuentas bancarias ni tus posesiones materiales.
- Me arrepiento, hijo mío.
- De verdad que lo siento más que tú... pero no me pidas perdón a mí. Hay un Dios que es, a la vez, justiciero y también misericordioso. Dirígete a Él. Pídele perdón a Él. Yo tuve que ser muy hombre desde que era muy pequeño... aunque tú ni tan siquiera me considerabas un hombre. ¿Por qué?. ¿Por haberme enamorado y en base a ese amor haber renunciado a vuestra comodidad?.
- Perdona. También me quivoqué en eso.
- Demasiadas equivocaciones, mamá, demasiadas equivocaciones para ser solamente casualidad. Pero no te preocupues. No só lo que es odiar ni tampoco te reprocho tus equivocaciones para conmigo. Sigue viviendo tranquilamente que yo no te voy a reclamar nada y ahora... si no te importa... me voy...
- Yo sólo quiero ir donde está tu papá.
- Irás donde está papá porque, a pesar de todo, dísteis amor.
- ¿Pero no te vas a quedar conmigo?.
- ¿Quedarme a vivir contigo en esta casa que tan malos recuerdos me trae?. No. Te sigo informando que tuve que ser muy hombre desde que era muy niño. No. Me voy definitvamente porque estoy buscando mi sueño.
- ¿Alguna jovencita acaso?.
- Voy a serte totalmente sincero. Sí.
- ¿La prefieres a ella antes que a mí?.
- Lee lo que dice la Santa Biblia Cristiana. No te preocupes si no tienes una en casa. Yo te lo puedo decir de memoria: "Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". Es de Génesis 2,24.
- ¿Estás seguro de lo que haces?.
- Estoy seguro de que algún día la volveré a encontrar.
- Lo siento pero está ya casada.
- Te vuelves a equivocar mamá... otra vez te vuelves a equivocar... no sabes de quién estoy hablando...
- Yo creía que...
- Para... para ya, mamá... tú has creído muchos cosas equivocadas sobre mi persona.
- Entonces... eso quiere decir que me olvidarás...
- ¿Está todavía por aquí la vieja guitarra?.
- No. Pero hay otra nueva.
- Déjamela un momento y te lo diré con música.
La madre del joven licenciado sacó una novísima guitarra, todavía sin estrenar, escondida en la habitación matrimonial, y volvió con ella a la sala comedor.
- ¡Aquí la tienes!.
- Escucha. Escucha bien mi canto y no lo olvides jamás. Y entonces la voz del joven licenciado volvió a sonar tan varonil como cuando era sólo un adolescente: ¿Por qué te tienes que marchar si ni tú ni yo lo deseamos?. Sale el sol. Nace la luz. Me acerco a ti y te doy el beso de la despedida. Pero no sufras ya más por mí. Abre los ojos y mira. Estoy siempre junto a tí, estoy siempre junto a ti, no es lo mío una huída. Que si marché no fue por deseo que marché por necesidad para ser un viajero, para ser un viajero, que de pueblo en pueblo va sembrando gorriones grises, sembrando gorriones grises, que hablan de amor y de paz. No llores más por tu hijo que se puso a caminar porque Dios así lo quiso, porque Dios así lo quiso, pero voy a regresar, a darte un beso en la frente, a darte un beso en la frente antes del viaje final. Que si marché no fue por deseo que marché por necesidad para ser un viajero, para ser un  viajero, que de pueblo en pueblo va sembrando gorriones grises, sembrando gorriones grises, que hablan de amor y de paz. No llores más por tu hijo que se puso a caminar porque Dios así lo quiso, porque Dios así lo quiso, pero voy a regresar, a darte un beso en la frente, a darte un beso en frente antes del viaje final".
La madre estaba llorando.
- No te vayas, por favor.
- No. Esto no es un capricho de niño malcriado como tú puedas haber pensado muchas veces de mí. No. Te repito que tuve que ser muy hombre desde que era solamente muy niño por culpa de quien sea... que no me interesa saber quien fue culpable... y por eso me voy... porque no quiero tener nada que ver con la envidia, con la codicia, con la aviricia ni con la venganza. Adiós. Simplemente adiós.
El joven licenciado, que ya había desayunado, dejó la guitarra sobre una silla, cogió su chaqueta, en cuyo bolsillo y a la altura de su corazón tenía el sobre que le entregó el anciano de las barbas blancas, dio un beso en la frente a su madre y se marchó.
- ¡Hola, qué tal!.
La empleada de la lujosa boutique levantó la cabeza pues se encontraba entregada a la labor de revisar las etiquetas de varias prendas deportivas que estaban sobre el mostrador.
- ¡Vaya sorpresa!. ¡Otra vez tú por aquí!.
- Otra vez yo por aquí. Así son siempre los caminos de ida y vuelta. Alguien me dijo en una ocasión que los trenes, cuando llegan al final del mundo, siempre vuelven, Juan , siempre vuelven... pero la diferencia es que yo no soy Juan... sino simplemente José...
- No lo entiendo.
- No importa entenderlo o no entenderlo. En esta ocasión no importa.
- ¿No vienes con tu novia hoy?. ¿Os habéis casado ya?.
- No lo sé.
- Pero bueno... me estás volviendo loca... ahora si que no lo entiendo.
El joven licenciado sonrió.
- De verdad que no sé si ella se ha casado o no se ha casado porque resulta que no era mi novia.
- ¿Que no era tu novia aquella guapísima chica?.
- No. No era mi novia. Simplemente era una amiga... pero lo importante eres tú... ¿cómo te ha ido a ti?.
- Soy muy feliz. Me casé, siguiendo tu consejo, como Dios manda y como Dios manda soy feliz en mi matrimonio. ¿Sabes que tengo ya un hijo?.
- ¿Y cómo le has puesto de nombre?.
- Jacinto... simplemente Jacinto... solamente Jacinto... porque me encantan las flores. Como su padre se apellida Flores, mi hijo es Jacinto Flores.
El joven licenciado volvió a sonreír.
- Me gusta esa sonrisa bohemia que siempre tienes para cualquier momento. Estoy segura de que lo habrás pasado muy bien pero también muy mal... pero veo que no has perdido ese don tan precioso de tu sonrisa bohemia.
- Está bien. Dejemos eso ahora. ¿Te quedan todavía jerseys de color amarillo y con la leyenda "Te Busco" grabada en color rojo?.
- El último que queda no lo vendía nunca así que lo guardé en la trastienda.
- Porque me estaba esperando...
- ¿Otra vez quieres comprar la misma clase de jersey?.
- Me estaba esperando... y ya he llegado... a veces suceden cosas así... posiblemente sea el menos elegante de la tienda pero es para mí y eso me resulta más interesante que cualquier otro jersey de marca a la última moda. La moda es sólo lo que tú desees que sea.
- Bien. Si lo quieres bajo a por él.
- No te olvides de un pantalón vaquero de color negro.
Lo demás fue muy rápido. Una vez probadas las prendas, como le venían bien a su cuerpo que no había cambiado en nada, salió con el jersey amarillo y el pantalón vaquero azul hacia la calle.
- ¡Que te olvidas tu ropa!.
- Regalásela a quien lo necesite. Haz un equipaje con ellas y, cuando veas a un mendigo, regaláselas. Le sevirá de equipaje para alguno de sus sueños seguramente.
El joven licenciado se encaminó hacia el parque más conocido de la gran capital, allí se sentó en un banco de madera, sacó el sobre y miró detenidamente su contenido pues antes sólo había sacado el dinero nada más. Encontró el billete de avión, la reserva del hotel para veinte días y el díptico informativo. Leyó textualmente.
- "El Hotel La Manga Club Príncipe Felipe es un magnífico establecimiento de cinco estrellas, con una ubicación privilegiada en el corazón del galardonado complejo de conferencias, ocio y golf La Manga Club. Este paraíso deportivo de 6 km2 está situado entre colinas que separan el Mediterráneo del Mar Menor en la Región de Murcia, en el sureste español. El acceso al complejo es excelente con el aeropuerto de Murcia a tan solo 20 minutos y el de Alicante a 1 hora de distancia.
Ubicado junto a dos de los tres campos de golf, el hotel La Manga Club Príncipe Felipe ofrece 192 habitaciones elegantemente diseñadas, habitaciones Royal Club y suites con magníficas vistas a los campos de golf o a la piscina. Nominado como mejor Hotel de lujo del mundo por los World Luxury Hotel Awards en el 2009, el hotel está inspirado en el Mediterráneo, con suaves tonos ocres y objetos tratados naturalmente. En el vestíbulo del hotel se respira un aire de calma y relajación que complementa y contrasta con el vivo color de los alrededores. Las amplias ventanas dejan pasar la luz natural y ofrecen insuperables vistas a los campos de golf. Para reflejar la experiencia que supone visitar La Manga Club, se han elegido obras de arte como cuadros con impresionantes palmeras en blanco y negro y fósiles marinos. La calidad del complejo también se puede ver en la gastronomía y el entretenimiento. El restaurante insignia del hotel, Amapola, ofrece la mejor cocina mediterránea, mientras que el Piano Bar invita una ecléctica fusión de comida del Oriente Medio y fabulosas tapas, cócteles y entretenimiento en vivo. Durante el día, el Lobby Bar está abierto para proporcionarle el perfecto punto de encuentro, o incluso un lugar para relajarse y disfrutar de un agradable café. También existe una zona de banquetes de primera calidad para conferencias de hasta 400 delegados, una terraza con las mejores vistas al Mediterráneo donde disfrutar de las fabulosas noches de verano, gran piscina climatizada al aire libre, zona de juegos infantiles y tiendas.
Los clientes del hotel se benefician de condiciones preferentes en las instalaciones deportivas y de ocio del complejo, incluyendo el acceso gratuito a la piscina de 25 metros, amplio gimnasio, saunas y salas de vapor del Spa La Manga Club, además de tarifas especiales en los 3 campos de golf, así como de las 28 pistas de tenis y gimnasio gratuito del Centro de Tenis La Manga Club, sin pasar por alto el servicio de autobús gratuito que le lleva a cualquier parte del amplio resort.  La Manga Club es el escenario perfecto para unas divertidas vacaciones en familia, una escapada de golf, un fin de semana romántico o incluso un lugar donde poder jugar su deporte favorito sin contar con las magníficas instalaciones que cuenta para reuniones de empresa,  conferencias e incentivos en cualquier época del año".
- ¡Guau!. ¡Esto es demasiado para ser real!. Creo que sólo es sueño y voy a despertar. No. Quizás sea mejor no ir allí. Porque... ¿qué hago yo en un lugar tan lujoso?. Claro que sólo son veinte días. ¿Por qué no?. ¿Por qué no ser durante veinte días el príncipe soñado por alguien?. Quizás sea más duro después renunciar a todo ello... quizás sea más duro despertar... pero... ¿qué importancia tiene sufrir un desengaño más?. Al fin y al cabo vivir durante veinte días una aventura de este calibre viene a ser igual que vivir un romance idílico de tan sólo veinte días para leugo recordarlo siempre por toda la eternidad. ¡Vamos!. ¡Sé valiente!. ¡Atrévete a soñar veinte días algo así como ser ese príncipe que todos los humanos llevamos dentro!.¡Por supuesto que sí!. No es malo ni bueno vivirlo... solamente es diferente... solamente es emocionante... solamente es enriquecedor si sabemos sacar cnclusiones verdaderas. Ni todos los millonarios son innobles ni todos los pobres son nobles. Eso me ha enseñado la vida. Así que por veinte días voy a ser el príncipe de mí mismo. Príncipe sin princesa pero príncipe de la ensoñación y en esa ensoñación sé que estará ella. Sólo será un sueño... pero será el sueño mejor aprovechado de mi vida.
Camino del Aeropuerto se detuvo un momento en un bar del barrio más obrero de la zona vieja de la gran capital. Sacó un bolígrafo, un folio y comenzó a escribir.
- Tú te marchaste al otro lado del horizonte a buscar sueños ajenos. Yo me quedé esperando. Y las horas comenzaron a ser cada vez más lentas, más tristes, más pesadas. Del reloj de mi corazón salían minutos en forma de nostalgias y allí, en la lejanía, tú seguías caminando cada vez más lejos, cada vez más lejos... hasta que una nube oscura te ocultó definitivamente de mi memoria. Y ahora la fuente del jardín donde bebíamos sedientos nuestro amor imbatible ha dejado de manar agua... y sólo una leve huella marcada en la hierba me hace acordarme de ti. Pero... ¿por qué ser nostalgia pudiendo ser esperanza?, ¿por qué ser decepción pudiendo ser renacer?, ¿por qué ser negativo pudiendo ser optimista?. Sueños. Sueños grandes que dimensionáis la existencia de los poetas enamorados de los imposibles. Sois realidad y como realidad os hemos de vivir.
Dejó la hoja escrita debajo del cristal de la mesa donde estaba bebiendo su cerveza con gaseosa, se levantó, pagó su consumición y caminó, decidido, hacia su propio destino.
- Perdone usted, joven, mi curiosidad -se dirigió un caballero muy elegante al joven licenciado que estaba descansando en un cómodo asiento del Lobby Bar- pero me llama mucho la atención ese jersey amarillo.
- Pero... ¿usted se cree de verdad que el color amarillo es el color de los locos?.
El caballero muy elegante soltó una carcajda.
- Perdone que me ría, pero que yo sepa el color amarillo significa, según algunos dicen, y sabiendo que es un color básico, una gran cantidad de significados. Póngame atención, por favor.
- Perdone... pero a veces se me va el pensamiento.
- Escuche. Le voy a recitar una gran cantidad de significados que se han dicho sobre el color amarillo. El amarillo simboliza la luz del sol. Representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía. El amarillo sugiere el efecto de entrar en calor, provoca alegría, estimula la actividad mental y genera energía muscular. Con frecuencia se le asocia a la comida. El amarillo puro y brillante es un reclamo de atención, por lo que es frecuente que los taxis sean de este color en algunas ciudades. En exceso, puede tener un efecto perturbador, inquietante. Es conocido que los bebés lloran más en habitaciones amarillas. Cuando se sitúan varios colores en contraposición al negro, el amarillo es en el que primero se fija la atención. Por eso, la combinación amarillo y negro es usada para resaltar avisos o reclamos de atención. En heráldica el amarillo representa honor y lealtad. En los últimos tiempos al amarillo también se le asocia con la cobardía. Es recomendable utilizar amarillo para provocar sensaciones agradables, alegres. Es muy adecuado para promocionar productos para los niños y para el ocio. Por su eficacia para atraer la atención, es muy útil para destacar los aspectos más importantes de una página web.
Los hombres normalmente encuentran el amarillo como muy desenfadado, por lo que no es muy recomendable para promocionar productos caros, prestigiosos o específicos para hombres. Ningún hombre de negocios compraría un reloj caro con correa amarilla.
El amarillo es un color espontáneo, variable, por lo que no es adecuado para sugerir seguridad o estabilidad.  El amarillo claro tiende a diluirse en el blanco, por lo que suele ser conveniente utilizar algún borde o motivo oscuro para resaltarlo. Sin embargo, no es recomendable utilizar una sombra porque lo hacen poco atrayente, pierden la alegría y lo convierten en sórdido. El amarillo pálido es lúgubre y representa precaución, deterioro, enfermedad y envidia o celos. El amarillo claro representa inteligencia, originalidad y alegría.
- Pues perdone que le diga yo algo sobre esto a usted. ¿Quiere saber qué significado tiene para mí el color amarillo?.
- Me encantaría saber su opinión.
- Sólo soporte para una búsqueda.
- ¿Cómo ha dicho usted?.
- Se lo voy a especificar mejor. Llevo años enteros buscando y no he encontrado mejor color para dicha búsqueda que el amarillo. ¿Qué le parece?.
- Algo de locura sí que tiene...
- Pues debe ser la lúcida locura de quienes sabemos qué estamos buscando.
- ¿Alguna que otra aventura con mujeres?.
Al joven licenciado se le escapó la sonrisa.
- No.
- ¿Simplemente no?.
- Simplemente no. Ahora bien si queremos complicar el asunto entonces que cada cual opine lo que desee.
- Perdone pero es que sigo sin entenderlo.
- Lo que le quiero decir, con total claridad de pensamiento, es que sólo busco a una y nada más que a una.
- ¿A una mujer?.
- A una joven.
- ¿Y cómo es ella?.
- Sólo le puedo decir que es una jovencísima morena cristiana.
- ¡Caramba!. ¡Vaya coincidencia!.
- ¿Usted cree en las coincidencias o en el destino?.
- Yo por supuesto que creo en el destino pero... ¿podría darme algún detalle más sobre esa joven?.
- Sí. Es latinoamericana y la conocí en la gran capital de este país.
- ¡Zambomba!. ¡Perdone mi expresión!. Pero se me ocurre algo muy interesante para ver si me sabe responder.
- ¿Es esto un interrogatorio acaso?.
- No. Es que me ha despertado mucho la curiosidad. ¿Quiere que le plantee mi pregunta?.
- Adelante. Quizás me sirva para mucho más que estar aquí sentado viendo pasar el tiempo.
- Mi pregunta es la siguiente. ¿Esa joven tiene algo que ver con el cuerpo diplomático de su país?.
- Especifíqueme algo más esa pregunta.
- Quiero decir que si tiene que ver algo con algún embajador...
- Sí. Yo creía que era hija de un embajador de su país natal pero alguien que la conoce muy bien me dijo que era amiga de un embajador de su país. De lo cual deduzco que pertenece a una clase muy alta y distinguida. ¿Me comprende o no me comprende?.
- Sólo un último detalle. ¿Ese país es ecuatorial?.
- Sí. Pero basta ya de preguntas.
- Pues tengo su respuesta. Está usted en el lugar adecuado y en el momento adecuado.
- Pues ya era hora... porque llevo un buen puñado de años intentando localizarla.
- ¿La conoce usted?
- Sí. Pero no puedo decirle nada más.
- No se preocupe. Quizás me esté equivocando pero me parece que esa jovencísima morena está, en estos momentos, tomando el sol en esta misma playa.
- ¿Me lo está usted diciendo de verdad?.
- Tan de verdad como que se aloja en este mismo hotel. No sé si le servirá de algo pero yo soy embajador del país de esa jovencísima morena y además ella es muy amiga mía. Podría ser la misma.
- ¿De qué color son sus ojos?... si es que me permite hacerle una pregunta a mí.
- De color miel.
- ¿De verdad me lo está diciendo?.
- Escuche, joven... no pierda más el tiempo porque hay una multitud de hombres que van detrás de ella par enamorarla. Si usted pierde el tiempo quizás la pierda si es que es la misma de la que yo estoy hablando.
- ¿En qué parte de la playa se encuentra la que dice usted?.
- En la zona llamada Estrella de Mar. Y de verdad que es una verdadera estrella por su belleza y encanto personal. Pero está acompañada de su tío y su tía paternos; así que ándese con mucho tino en lo que habla.
El joven licenciado se levantó y, sin pensarlo dos veces, se despidió del caballero elegante.
- Muchas gracias, señor embajador. Posiblemente sea ella. Si parece una verdadera estrella por su belleza y encanto personal estoy seguro de que puede ser ella. Hay una duda razonable pero las dudas razonables se despejan siempre mediante la acción.
Le dio la mano derecha al embajador y salió fuera del Hotel camino de la zona de la playa denominada Estrella de Mar. Por el camino se detuvo en una heladería; uno de esos chiringuitos veraniegos que se instalan en medio de la playa, entre el paseo marítimo y la primera línea de mar. Pidió un helado de ron con pasas y comenzó a meditar.
- ¿Por qué vivimos?. Hagamos un alto en el camino y preguntémonos ¿por qué vivimos?. La respuesta es más sencilla de lo que parece: vivimos porque somos libres. ¿Y por qué somos libres?. Volvamos a pensar: somos libres porque vivimos. Ese es el principio elemental de la existencia. ¿Para qué queremos la eterna juventud?. Porque es el precepto fundamental que Jesucristo nos señaló como Camino. Si pudiéseis comprender esto sabríais por qué hablo tan a menudo de saber que podemos ser tal como éramos durante toda la Eternidad. Otra vez el Milagro del 16 de Ella y el 18 de mí. Quizás algunos no lo comprendan pero yo lo he leído en las estrellas... y por eso vuelvo a afirmar que hemos empezado a entrar en esa Eternidad donde, tal como éramos, somos.
Después siguió su camino. Cada vez que se acercaba más a la zona conocida como Estrella de Mar el calor era más agobiante... hasta que acertó a divisarla.
- ¡Hola, princesa, qué tal!.
- ¿Le conoces de algo? -le preguntó a ella su tío paterno.
- Sí. Sé quién es.
- Entonces... vamos... tenemos cosas que hacer -y el tío paterno hizo levantar a su esposa y se fueron camino de la cafetería más cercana.
- ¿Cómo te ha ido, princesa?.
- Díme tú algo, por favor.
El joven licenciado se lanzó en picado. O era que sí o era que no. No podía quedarse a medio camino.
- ¿Por dónde quieres que empiece?.
- Sólo quiero que sepas, antes de que me digas algo...
Al joven licenciado se le cayó el ánimo al suelo. Seguramente estaba casada o ennoviada con algunos de sus ricos admiradores.
- No. Mejor, si quieres que no te moleste, me marcho por donde he venido.
- Espera. Sólo quiero que sepas, antes de que me digas algo...
- Que te vuelvo a repetir que si estoy de sobra doy media vuelta y me marcho... qué más da... en busca de otro horizontes.
- Puedes escucharme de una vez. Deja que termine porque debes saberlo.
- Ya lo sé. ¡Estás casada!.
- Sólo quiero que sepas, antes de que me digas algo, que estoy soltera que no tengo compromiso amoroso con nadie en absoluto y que soy completamente virgen.
Enotnces él ya no lo dudó.
- Y mientras esté vivo te seguiré llamando Ternura... Y mientras me quede un hálito de existencia te seguiré llamando Ternura... Y cuando me llegue la muerte te seguiré llamando Ternura... y más allá de la muerte te seguiré llamando Ternura... Y durante toda la eternidad te seguiré llamando Ternura... Y más allá de la eternidad te seguiré llamando Ternura... Y en la nada más absoluta te seguiré llamando Ternura... y en el todo más infinito te seguiré llamando Ternura... y cuando mi cuerpo se deshaga en billones de átomos minúsculos te seguiré llamando Ternura con cada uno de esos billones de minúsculos átomos... y cuando ya los déspotas de este mundo hayan prohibido por ley cualquier manifestación de amor te seguiré llamando Ternura... y cuando ya el amor no exista porque lo habrán aniquilado te seguiré llamando Ternura... y con la plena libertad de expresión que me da el derecho de haber nacido te juro que no deseo cambiar aunque todos, absolutamente todos, hayan cambiado... para seguir llamándote Siempre Siempre Siempre... Ternura Ternura y Ternura.
Ella no supo que decir y se le quedó mirando fijamente a los ojos de él.
- ¡Acertaste, princesa!. Estoy soltero no tengo compromiso amoroso con nadie en absoluto y soy completamente virgen.
La acarició dulcemente la cara y ambos se fusionaron en un sólo cuerpo.
FIN
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Miembro desde: Jun 29, 2009
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Descripción

Novela de Ficcin y algunas realidades verdaderaas.

Palabras Clave: Literatrura Novela Ficcin Realidades Conciencia Conocimiento Cristianismo.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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