Hasta las mismísimas bolas de berlín (Diario)
Publicado en Apr 04, 2011
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Que nadie se asuste que no estoy llamando nada más que a las cosas por su nombre. Una cosa es estar majara y otra cosa es estar hasta las mismísimas bolas de berlín de aguantar a tanto majara que se las dan de grandísimos doctores de lo que es la vida y lo que no es la vida. Atención que no estoy diciendo ninguna chorrada. Ahí va la receta y un largo historial de las mismísimas bolas de barlín mientras sigo aguantando a tipos tan raros que, llamándose Fernando, Alfonso, José Luis o Florentino, por poner sólo cuatro nombres de los muchos que andan por ahí sueltos, son más listos que Calixto el de los mixtos. Y es que a veces uno no sabe si esto de los listos es cosa de andróginos (hemorroides incluída) o misóginos o licántropos pero la verdad es que no son muy normales que digamos. Receta al canto.
Lo pongo entre comillas porque no es mía: "Hace tiempo que quería hacer esta receta y la verdad que no sé muy bien por qué. Os lo explico, siempre que hago una receta de Pierre Hermé es como si siempre ocultase algo de información para evitar que te salgan bien del todo. Es el caso de esta receta de Bolas de Berlín. El resultado la verdad que está muy bueno, pero tengo que ser sincero que no estoy totalmente convencido. A pesar de eso las volvería a repetir. Por cierto, hoy las he rellenado de mermelada de fresa. Mañana, ya veremos de qué.
Ingredientes para 25 bolas: Para el prefermento, 5 gr de levadura prensada o 2 gr de levadura instantánea de panadería, 180 ml de agua y 275 gr de harina. Para la masa, 250 gr de harina, 10 gr de sal, 65 gr de azúcar, 5 yemas de huevo, 60 gr de levadura prensada o 20 gr de instantánea de panadería, 60 ml de leche y 65 gr de mantequilla.
Para el relleno, mermelada de fresa, y para el acabado 250gr azúcar y 5 gr canela.
Elaboración de las Bolas de Berlín: Primero hacemos el prefermento. Una masa que nos ayudará a darle más personalidad a las Bolas de Berlín. Solo tenemos que amasar todos los ingredientes hasta formar una bola. Tapamos con un film en un bol y dejamos fermentar hasta que veamos que aparecen unas burbujitas. En ese momento añadimos la harina, la sal, el azúcar, las yemas, la levadura y la leche. Y mezclamos y amasamos durante unos 15 minutos. La masa debe resultar húmeda pero no pegajosa por lo que seguramente tendréis que ir añadiendo algo de harina. Al final añadimos la mantequilla en pomada, amasando hasta que quede bien añadida. La razón de mezclarla al final es porque si no el gluten de la harina no se desarrollaría bien. Dejamos fermentar hasta que doble el tamaño. Pasado ese tiempo amasamos para que se baje la masa y cogemos porciones para formar bolas. Las podéis hacer de varios tamaños, teniendo en cuenta que el tiempo de una segunda fermentación será inferior en las pequeñas que en las grandes. Cuando hayan doblado el tamaño las bolas las freímos en aceite templado, dándole la vuelta para que se doren por igual por todos los lados. Sacamos, escurrimos y dejamos enfriar. Con una jeringa, o manga pastelera, hacemos un agujero e introducimos pequeñas porciones de la mermelada de fresa. Para terminar, nos humedecemos las manos y acariciamos las bolas para pasarlas por el azúcar con canela. Tiempo de elaboración | 1 hora más 4 de reposo
Degustación: Las Bolas de Berlín como veis son una especie de buñuelos que se realizan como una masa de pan frita. Las podemos rellenar de lo que queramos. Yo hoy de mermelada de fresa, pero también se pueden partir para rellanarlas de crema de chocolate, pastelera, garnacho, etc."
Vuelvo yo ahora. Que resulta que sí. Que salí hasta las mismísimas bolas de berlin de tanto Fernando, tanto Alfonso, tanto José Luis y tanto Florentino, que los uní haciendo una plasta de frambuesa con todos ellos y los mandé a tomar el viento a Cuatro Vientos... porque en esta vida a veces sopla el viento de frente, a veces sopla el viento de espaldas, a veces sopla el viento del costado derecho y a veces sopla el viento del costado izquierdo. Y ya está uno, cualquiera de nosotros puede valer para este caso, hasta las mismísimas bolas de berlin de aguantar a tantos grandísimos doctores de la vida real (ello llaman real a lo que comprenden peor y ni tienen idea de lo que es la realidad salvo unas cuantas majaderías teóricas de psicoanálisis inductivos y deductivos que les hacen ver fantasmagorías de lo fantasmas que aparentan con sus flamantes batas de enfermeros que ya parece que tienen la enfermedad del síndrome de Pavlov por ejemplo) que se creen que han nacido Dios, o sea que son Dios para ellos y para nosotros porque para eso son grandísimos doctores de la vida.
Bien. Bueno. Estaba mi abuela de parto mientras mi abuelo recogía esparto... que sí... que de verdad nací del pueblo llano pero no soy El Llanero Solitario sino que me acompaño a mí mismo por ejemplo y por eso me hablo tanto a mí mismo para olvidar a tanto Fernando, a tanto Alfonso, a tanto José Luis y a tanto Florentino (por poner sólo cuatro ejemplos) que he tenido que aguantar a trancas y a barrancas y se cayó por un barranco se cayó por un barranco toda vestida de blanco y si esta historia parece corta volveremos volveremos a empezar...
Que nadie se asuste que no estoy llamando nada más que a las cosas por su nombre. Una cosa es estar majara y otra cosa es estar hasta las mismísimas bolas de berlín de aguantar a tanto majara que se las dan de grandísimos doctores de lo que es la vida y lo que no es la vida. Atención que no estoy diciendo ninguna chorrada. Ahí va la receta y un largo historial de las mismísimas bolas de berlín mientras sigo aguantando a tipos tan raros que, llamándose Fernando, Alfonso, José Luis o Florentino, por poner sólo cuatro nombres de los muchos que andan por ahí sueltos, son más listos que Calixto el de los mixtos. Y es que a veces uno no sabe si esto de los listos es cosa de andróginos (hemorroides incluída) o misóginos o licántropos pero la verdad es que no son muy normales que digamos. Receta al canto.
Lo pongo entre comillas porque no es mía: "Hace tiempo que quería hacer esta receta y la verdad que no sé muy bien por qué. Os lo explico, siempre que hago una receta de Pierre Hermé es como si siempre ocultase algo de información para evitar que te salgan bien del todo. Es el caso de esta receta de Bolas de Berlín. El resultado la verdad que está muy bueno, pero tengo que ser sincero que no estoy totalmente convencido. A pesar de eso las volvería a repetir. Por cierto, hoy las he rellenado de mermelada de fresa. Mañana, ya veremos de qué.
Ingredientes para 25 bolas: Para el prefermento, 5 gr de levadura prensada o 2 gr de levadura instantánea de panadería, 180 ml de agua y 275 gr de harina. Para la masa, 250 gr de harina, 10 gr de sal, 65 gr de azúcar, 5 yemas de huevo, 60 gr de levadura prensada o 20 gr de instantánea de panadería, 60 ml de leche y 65 gr de mantequilla.
Para el relleno, mermelada de fresa, y para el acabado 250gr azúcar y 5 gr canela.
Elaboración de las Bolas de Berlín: Primero hacemos el prefermento. Una masa que nos ayudará a darle más personalidad a las Bolas de Berlín. Solo tenemos que amasar todos los ingredientes hasta formar una bola. Tapamos con un film en un bol y dejamos fermentar hasta que veamos que aparecen unas burbujitas. En ese momento añadimos la harina, la sal, el azúcar, las yemas, la levadura y la leche. Y mezclamos y amasamos durante unos 15 minutos. La masa debe resultar húmeda pero no pegajosa por lo que seguramente tendréis que ir añadiendo algo de harina. Al final añadimos la mantequilla en pomada, amasando hasta que quede bien añadida. La razón de mezclarla al final es porque si no el gluten de la harina no se desarrollaría bien. Dejamos fermentar hasta que doble el tamaño. Pasado ese tiempo amasamos para que se baje la masa y cogemos porciones para formar bolas. Las podéis hacer de varios tamaños, teniendo en cuenta que el tiempo de una segunda fermentación será inferior en las pequeñas que en las grandes. Cuando hayan doblado el tamaño las bolas las freímos en aceite templado, dándole la vuelta para que se doren por igual por todos los lados. Sacamos, escurrimos y dejamos enfriar. Con una jeringa, o manga pastelera, hacemos un agujero e introducimos pequeñas porciones de la mermelada de fresa. Para terminar, nos humedecemos las manos y acariciamos las bolas para pasarlas por el azúcar con canela. Tiempo de elaboración | 1 hora más 4 de reposo
Degustación: Las Bolas de Berlín como veis son una especie de buñuelos que se realizan como una masa de pan frita. Las podemos rellenar de lo que queramos. Yo hoy de mermelada de fresa, pero también se pueden partir para rellanarlas de crema de chocolate, pastelera, garnacho, etc."
Vuelvo yo ahora. Que resulta que sí. Que salí hasta las mismísimas bolas de berlin de tanto Fernando, tanto Alfonso, tanto José Luis y tanto Florentino, que los uní haciendo una plasta de frambuesa con todos ellos y los mandé a tomar el viento a Cuatro Vientos... porque en esta vida a veces sopla el viento de frente, a veces sopla el viento de espaldas, a veces sopla el viento del costado derecho y a veces sopla el viento del costado izquierdo. Y ya está uno, cualquiera de nosotros puede valer para este caso, hasta las mismísimas bolas de berlin de aguantar a tantos grandísimos doctores de la vida real (ello llaman real a lo que ni comprenden pero ni tienen idea de lo que es la realidad salvo unas cuantas majaderías teóricas de psicoanálisis inductivos y deductivos que les hacen ver fantasmagorías de lo fantasmas que aparentan con sus flamantes batas de enfermeros que ya parece que tienen la enfermedad del síndrome de Pavlov por ejemplo) que se creen que han nacido Dios, o sea que son Dios para ellos y para nosotros porque para eso son grandísimos doctores de la vida.
Bien. Bueno. Estaba mi abuela de parto mientras mi abuelo recogía esparto... que sí... que de verdad nací del pueblo llano pero no soy El Llanero Solitario sino que me acompaño a mí mismo por ejemplo y por eso me hablo tanto a mí mismo para olvidar a tanto Fernando, a tanto Alfonso, a tanto José Luis y a tanto Florentino (por poner sólo cuatro ejemplos) que he tenido que aguantar a trancas y a barrancas y se cayó por un barranoc se cayó por un basrranco toda vestida de blanco y si esta historia parece corta volveremos volveremos a empezar...
Que nadie se asuste que no estoy llamando nada más que a las cosas por su nombre. Una cosa es estar majara y otra cosa es estar hasta las mismísimas bolas de berlín de aguantar a tanto majara que se las dan de grandísimos doctores de lo que es la vida y lo que no es la vida. Atención que no estoy diciendo ninguna chorrada. Ahí va la receta y un largo historial de las mismísimas bolas de barlín mientras sigo aguantando a tipos tan raros que, llamándose Fernando, Alfonso, José Luis o Florentino, por poner sólo cuatro nombres de los muchos que andan por ahí sueltos, son más listos que Calixto el de los mixtos. Y es que a veces uno no sabe si esto de los listos es cosa de andróginos (hemorroides incluída) o misóginos o licántropos pero la verdad es que no son muy normales que digamos. Receta al canto.
Lo pongo entre comillas porque no es mía: "Hace tiempo que quería hacer esta receta y la verdad que no sé muy bien por qué. Os lo explico, siempre que hago una receta de Pierre Hermé es como si siempre ocultase algo de información para evitar que te salgan bien del todo. Es el caso de esta receta de Bolas de Berlín. El resultado la verdad que está muy bueno, pero tengo que ser sincero que no estoy totalmente convencido. A pesar de eso las volvería a repetir. Por cierto, hoy las he rellenado de mermelada de fresa. Mañana, ya veremos de qué.
Ingredientes para 25 bolas: Para el prefermento, 5 gr de levadura prensada o 2 gr de levadura instantánea de panadería, 180 ml de agua y 275 gr de harina. Para la masa, 250 gr de harina, 10 gr de sal, 65 gr de azúcar, 5 yemas de huevo, 60 gr de levadura prensada o 20 gr de instantánea de panadería, 60 ml de leche y 65 gr de mantequilla.
Para el relleno, mermelada de fresa, y para el acabado 250gr azúcar y 5 gr canela.
Elaboración de las Bolas de Berlín: Primero hacemos el prefermento. Una masa que nos ayudará a darle más personalidad a las Bolas de Berlín. Solo tenemos que amasar todos los ingredientes hasta formar una bola. Tapamos con un film en un bol y dejamos fermentar hasta que veamos que aparecen unas burbujitas. En ese momento añadimos la harina, la sal, el azúcar, las yemas, la levadura y la leche. Y mezclamos y amasamos durante unos 15 minutos. La masa debe resultar húmeda pero no pegajosa por lo que seguramente tendréis que ir añadiendo algo de harina. Al final añadimos la mantequilla en pomada, amasando hasta que quede bien añadida. La razón de mezclarla al final es porque si no el gluten de la harina no se desarrollaría bien. Dejamos fermentar hasta que doble el tamaño. Pasado ese tiempo amasamos para que se baje la masa y cogemos porciones para formar bolas. Las podéis hacer de varios tamaños, teniendo en cuenta que el tiempo de una segunda fermentación será inferior en las pequeñas que en las grandes. Cuando hayan doblado el tamaño las bolas las freímos en aceite templado, dándole la vuelta para que se doren por igual por todos los lados. Sacamos, escurrimos y dejamos enfriar. Con una jeringa, o manga pastelera, hacemos un agujero e introducimos pequeñas porciones de la mermelada de fresa. Para terminar, nos humedecemos las manos y acariciamos las bolas para pasarlas por el azúcar con canela. Tiempo de elaboración | 1 hora más 4 de reposo
Degustación: Las Bolas de Berlín como veis son una especie de buñuelos que se realizan como una masa de pan frita. Las podemos rellenar de lo que queramos. Yo hoy de mermelada de fresa, pero también se pueden partir para rellanarlas de crema de chocolate, pastelera, garnacho, etc."
Vuelvo yo ahora. Que resulta que sí. Que salí hasta las mismísimas bolas de berlin de tanto Fernando, tanto Alfonso, tanto José Luis y tanto Florentino, que los uní haciendo una plasta de frambuesa con todos ellos y los mandé a tomar el viento a Cuatro Vientos... porque en esta vida a veces sopla el viento de frente, a veces sopla el viento de espaldas, a veces sopla el viento del costado derecho y a veces sopla el viento del costado izquierdo. Y ya está uno, cualquiera de nosotros puede valer para este caso, hasta las mismísimas bolas de berlin de aguantar a tantos grandísimos doctores de la vida real (ello llaman real a lo que comprenden peor y ni tienen idea de lo que es la realidad salvo unas cuantas majaderías teóricas de psicoanálisis inductivos y deductivos que les hacen ver fantasmagorías de lo fantasmas que aparentan con sus flamantes batas de enfermeros que ya parece que tienen la enfermedad del síndrome de Pavlov por ejemplo) que se creen que han nacido Dios, o sea que son Dios para ellos y para nosotros porque para eso son grandísimos doctores de la vida.
Bien. Bueno. Estaba mi abuela de parto mientras mi abuelo recogía esparto... que sí... que de verdad nací del pueblo llano pero no soy El Llanero Solitario sino que me acompaño a mí mismo por ejemplo y por eso me hablo tanto a mí mismo para olvidar a tanto Fernando, a tanto Alfonso, a tanto José Luis y a tanto Florentino (por poner sólo cuatro ejemplos) que he tenido que aguantar a trancas y a barrancas y se cayó por un barranco se cayó por un barranco toda vestida de blanco y si esta historia parece corta volveremos volveremos a empezar...
Que nadie se asuste que no estoy llamando nada más que a las cosas por su nombre. Una cosa es estar majara y otra cosa es estar hasta las mismísimas bolas de berlín de aguantar a tanto majara que se las dan de grandísimos doctores de lo que es la vida y lo que no es la vida. Atención que no estoy diciendo ninguna chorrada. Ahí va la receta y un largo historial de las mismísimas bolas de barlín mientras sigo aguantando a tipos tan raros que, llamándose Fernando, Alfonso, José Luis o Florentino, por poner sólo cuatro nombres de los muchos que andan por ahí sueltos, son más listos que Calixto el de los mixtos. Y es que a veces uno no sabe si esto de los listos es cosa de andróginos (hemorroides incluída) o misóginos o licántropos pero la verdad es que no son muy normales que digamos. Receta al canto.
Lo pongo entre comillas porque no es mía: "Hace tiempo que quería hacer esta receta y la verdad que no sé muy bien por qué. Os lo explico, siempre que hago una receta de Pierre Hermé es como si siempre ocultase algo de información para evitar que te salgan bien del todo. Es el caso de esta receta de Bolas de Berlín. El resultado la verdad que está muy bueno, pero tengo que ser sincero que no estoy totalmente convencido. A pesar de eso las volvería a repetir. Por cierto, hoy las he rellenado de mermelada de fresa. Mañana, ya veremos de qué.
Ingredientes para 25 bolas: Para el prefermento, 5 gr de levadura prensada o 2 gr de levadura instantánea de panadería, 180 ml de agua y 275 gr de harina. Para la masa, 250 gr de harina, 10 gr de sal, 65 gr de azúcar, 5 yemas de huevo, 60 gr de levadura prensada o 20 gr de instantánea de panadería, 60 ml de leche y 65 gr de mantequilla.
Para el relleno, mermelada de fresa, y para el acabado 250gr azúcar y 5 gr canela.
Elaboración de las Bolas de Berlín: Primero hacemos el prefermento. Una masa que nos ayudará a darle más personalidad a las Bolas de Berlín. Solo tenemos que amasar todos los ingredientes hasta formar una bola. Tapamos con un film en un bol y dejamos fermentar hasta que veamos que aparecen unas burbujitas. En ese momento añadimos la harina, la sal, el azúcar, las yemas, la levadura y la leche. Y mezclamos y amasamos durante unos 15 minutos. La masa debe resultar húmeda pero no pegajosa por lo que seguramente tendréis que ir añadiendo algo de harina. Al final añadimos la mantequilla en pomada, amasando hasta que quede bien añadida. La razón de mezclarla al final es porque si no el gluten de la harina no se desarrollaría bien. Dejamos fermentar hasta que doble el tamaño. Pasado ese tiempo amasamos para que se baje la masa y cogemos porciones para formar bolas. Las podéis hacer de varios tamaños, teniendo en cuenta que el tiempo de una segunda fermentación será inferior en las pequeñas que en las grandes. Cuando hayan doblado el tamaño las bolas las freímos en aceite templado, dándole la vuelta para que se doren por igual por todos los lados. Sacamos, escurrimos y dejamos enfriar. Con una jeringa, o manga pastelera, hacemos un agujero e introducimos pequeñas porciones de la mermelada de fresa. Para terminar, nos humedecemos las manos y acariciamos las bolas para pasarlas por el azúcar con canela. Tiempo de elaboración | 1 hora más 4 de reposo
Degustación: Las Bolas de Berlín como veis son una especie de buñuelos que se realizan como una masa de pan frita. Las podemos rellenar de lo que queramos. Yo hoy de mermelada de fresa, pero también se pueden partir para rellanarlas de crema de chocolate, pastelera, garnacho, etc."
Vuelvo yo ahora. Que resulta que sí. Que salí hasta las mismísimas bolas de berlin de tanto Fernando, tanto Alfonso, tanto José Luis y tanto Florentino, que los uní haciendo una plasta de frambuesa con todos ellos y los mandé a tomar el viento a Cuatro Vientos... porque en esta vida a veces sopla el viento de frente, a veces sopla el viento de espaldas, a veces sopla el viento del costado derecho y a veces sopla el viento del costado izquierdo. Y ya está uno, cualquiera de nosotros puede valer para este caso, hasta las mismísimas bolas de berlin de aguantar a tantos grandísimos doctores de la vida real (ello llaman real a lo que comprenden peor y ni tienen idea de lo que es la realidad salvo unas cuantas majaderías teóricas de psicoanálisis inductivos y deductivos que les hacen ver fantasmagorías de lo fantasmas que aparentan con sus flamantes batas de enfermeros que ya parece que tienen la enfermedad del síndrome de Pavlov por ejemplo) que se creen que han nacido Dios, o sea que son Dios para ellos y para nosotros porque para eso son grandísimos doctores de la vida.
Bien. Bueno. Estaba mi abuela de parto mientras mi abuelo recogía esparto... que sí... que de verdad nací del pueblo llano pero no soy El Llanero Solitario sino que me acompaño a mí mismo por ejemplo y por eso me hablo tanto a mí mismo para olvidar a tanto Fernando, a tanto Alfonso, a tanto José Luis y a tanto Florentino (por poner sólo cuatro ejemplos) que he tenido que aguantar a trancas y a barrancas y se cayó por un barranco se cayó por un barranco toda vestida de blanco y si esta historia parece corta volveremos volveremos a empezar...

Que nadie se asuste que no estoy llamando nada más que a las cosas por su nombre. Una cosa es estar majara y otra cosa es estar hasta las mismísimas bolas de berlín de aguantar a tanto majara que se las dan de grandísimos doctores de lo que es la vida y lo que no es la vida. Atención que no estoy diciendo ninguna chorrada. Ahí va la receta y un largo historial de las mismísimas bolas de barlín mientras sigo aguantando a tipos tan raros que, llamándose Fernando, Alfonso, José Luis o Florentino, por poner sólo cuatro nombres de los muchos que andan por ahí sueltos, son más listos que Calixto el de los mixtos. Y es que a veces uno no sabe si esto de los listos es cosa de andróginos (hemorroides incluída) o misóginos o licántropos pero la verdad es que no son muy normales que digamos. Receta al canto.
Lo pongo entre comillas porque no es mía: "Hace tiempo que quería hacer esta receta y la verdad que no sé muy bien por qué. Os lo explico, siempre que hago una receta de Pierre Hermé es como si siempre ocultase algo de información para evitar que te salgan bien del todo. Es el caso de esta receta de Bolas de Berlín. El resultado la verdad que está muy bueno, pero tengo que ser sincero que no estoy totalmente convencido. A pesar de eso las volvería a repetir. Por cierto, hoy las he rellenado de mermelada de fresa. Mañana, ya veremos de qué.
Ingredientes para 25 bolas: Para el prefermento, 5 gr de levadura prensada o 2 gr de levadura instantánea de panadería, 180 ml de agua y 275 gr de harina. Para la masa, 250 gr de harina, 10 gr de sal, 65 gr de azúcar, 5 yemas de huevo, 60 gr de levadura prensada o 20 gr de instantánea de panadería, 60 ml de leche y 65 gr de mantequilla.
Para el relleno, mermelada de fresa, y para el acabado 250gr azúcar y 5 gr canela.
Elaboración de las Bolas de Berlín: Primero hacemos el prefermento. Una masa que nos ayudará a darle más personalidad a las Bolas de Berlín. Solo tenemos que amasar todos los ingredientes hasta formar una bola. Tapamos con un film en un bol y dejamos fermentar hasta que veamos que aparecen unas burbujitas. En ese momento añadimos la harina, la sal, el azúcar, las yemas, la levadura y la leche. Y mezclamos y amasamos durante unos 15 minutos. La masa debe resultar húmeda pero no pegajosa por lo que seguramente tendréis que ir añadiendo algo de harina. Al final añadimos la mantequilla en pomada, amasando hasta que quede bien añadida. La razón de mezclarla al final es porque si no el gluten de la harina no se desarrollaría bien. Dejamos fermentar hasta que doble el tamaño. Pasado ese tiempo amasamos para que se baje la masa y cogemos porciones para formar bolas. Las podéis hacer de varios tamaños, teniendo en cuenta que el tiempo de una segunda fermentación será inferior en las pequeñas que en las grandes. Cuando hayan doblado el tamaño las bolas las freímos en aceite templado, dándole la vuelta para que se doren por igual por todos los lados. Sacamos, escurrimos y dejamos enfriar. Con una jeringa, o manga pastelera, hacemos un agujero e introducimos pequeñas porciones de la mermelada de fresa. Para terminar, nos humedecemos las manos y acariciamos las bolas para pasarlas por el azúcar con canela. Tiempo de elaboración | 1 hora más 4 de reposo
Degustación: Las Bolas de Berlín como veis son una especie de buñuelos que se realizan como una masa de pan frita. Las podemos rellenar de lo que queramos. Yo hoy de mermelada de fresa, pero también se pueden partir para rellanarlas de crema de chocolate, pastelera, garnacho, etc."
Vuelvo yo ahora. Que resulta que sí. Que salí hasta las mismísimas bolas de berlin de tanto Fernando, tanto Alfonso, tanto José Luis y tanto Florentino, que los uní haciendo una plasta de frambuesa con todos ellos y los mandé a tomar el viento a Cuatro Vientos... porque en esta vida a veces sopla el viento de frente, a veces sopla el viento de espaldas, a veces sopla el viento del costado derecho y a veces sopla el viento del costado izquierdo. Y ya está uno, cualquiera de nosotros puede valer para este caso, hasta las mismísimas bolas de berlin de aguantar a tantos grandísimos doctores de la vida real (ello llaman real a lo que comprenden peor y ni tienen idea de lo que es la realidad salvo unas cuantas majaderías teóricas de psicoanálisis inductivos y deductivos que les hacen ver fantasmagorías de lo fantasmas que aparentan con sus flamantes batas de enfermeros que ya parece que tienen la enfermedad del síndrome de Pavlov por ejemplo) que se creen que han nacido Dios, o sea que son Dios para ellos y para nosotros porque para eso son grandísimos doctores de la vida.
Bien. Bueno. Estaba mi abuela de parto mientras mi abuelo recogía esparto... que sí... que de verdad nací del pueblo llano pero no soy El Llanero Solitario sino que me acompaño a mí mismo por ejemplo y por eso me hablo tanto a mí mismo para olvidar a tanto Fernando, a tanto Alfonso, a tanto José Luis y a tanto Florentino (por poner sólo cuatro ejemplos) que he tenido que aguantar a trancas y a barrancas y se cayó por un barranco se cayó por un barranco toda vestida de blanco y si esta historia parece corta volveremos volveremos a empezar...
Cinco veces cinco... y si fuese necesario lo haría otras veinticinco y ¡por supuesto que lo haría veinticinco veces más, y sé muy bien a lo que me refiero, con tal de demostrarles a tanto Fernando, a tando Alfonso, a tanto José Luis y a tanto Florentino (por citar sólo a unos pocos ) lo que es la libertad!. Pero ya se sabe que quien con niño se acuesta cacadito se levanta y quinto levanta tira de la manta... ¡y vaya sorpresa! puesto que resulta que a mí ya se me había pasado la hora de jugar a las bolas y estaba ya hasta las mismísimas bolas de berlín. He dicho. Digo. Y lo diré siempre Muy Dignísimo Gran Doctor De La Vida... que mientras haya chavalas guapísimas a mí las mariquitas me traen sin  cuidado por muy Fernando, Alfonso, José Luis o Florentino que se llamen.
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Foto del autor José Orero De Julián
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Página de Diario personal.

Palabras Clave: Diario Memoria Recuerdos.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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