Fra y Blanca
Publicado en Apr 04, 2011
Siempre era mío el temor. Ella no se resignaba.
Ligada a su pensamiento, no decía una palabra. Se iba por aquel sendero, ese que lleva a su casa, rodeado de madreselvas de verbenas y de malvas. Cuando sentía su voz, recién llegada a su casa, se terminaba la angustia que mi alegría opacaba. Siempre me rondaba el miedo, el miedo y la desconfianza de saber que estaba sola, triste y sola en esa casa, donde amor, luz y alegría, hace tiempo no moraban Recuerdos que se diluyen con el agua de las lágrimas, de saber que ya no está, que se fue muy de mañana atada a ese sueño eterno en que sumen las sustancias, cuando se busca evadir la realidad que traspasa. Sobre la mesa de noche, un vaso con algo de agua, frascos vacíos, algunos, abiertos sobre su cama y ella aferrada a una foto que en su pecho, reposaba. Así la encontré esa tarde, fría y blanca, fría y blanca. La arrebujé entre mis brazos, con mi cuerpo la abrigaba. Le cantaba las canciones que de niña le gustaban. No sonreían sus labios, ni sus ojos me miraban. Fría y blanca, de mi abrazo, vinieron a desatarla.
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Elvia Gonzalez
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
Enrique Dintrans Alarcn
Realmente, un texto precioso. Comparto la admiración de quienes ya te han comentado.
El ritmo que lleva tu poema le da una agilidad y sentimiento que cautiva por completo. Este hablante que se va sintiendo involucrado por la suerte de un ser querido, logra capturar la atención del lector hasta la conmoción en el triste desenlace.
Gracias por compartirlo.
E.D.A
Hector Hugo Lattuada
Una promesa: Te seguiré leyendo... Saludos. Héctor.
Mara Ester Rinaldi
Un abrazo.
Maritè.
Con tu permiso, lo llevo a mis favoritos.
Turmalina
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
http://minimosymaximos.blogspo...ydee.html
Saludos
Félix
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Saludos
Félix