Tu.....No Estas Aqui & Te Extrao
Publicado en Apr 07, 2011
¡Te amo! Estas en mis brazos, soñando. Observo tu sonrisa y las divertidas expresiones. Sonrio, cuando pronuncias mi nombre, y acaricio tu cabello, sedoso y color cereza. Tus labios levemente abiertos, entonos rosas. Tus manos apretan mi camisa, evitando escapar. Nunca te dejaría sola, no puedo soportar la idea de estar lejos de ti. Adoro verte dormir tan...pacífica y hermosa.
Ese era simplemente un amargo recuerdo, el pasado era doloroso y lleno de soledad. Todavía siento el vacío de ti en mi alma, extraño ver que muerdas tus labios cuando estas nerviosa, o como pasas tus dedos níveos entre tu cabello para alisarlo, aunque siempre estas perfecta. O los antojos que se te daban en los días de tu síndrome pre-menstrual. María toco mi brazo, que hizo que saliera abruptamente de mi mente a la realidad. -Jared, ¿estás pensando en ella, no es cierto?- preguntó María, curvando sus cejas. La mire sin ninguna alteración, ni emoción. Sabía que estos pensamientos debían ser desechados; porque, no había forma de que ella volviera a la vida. Y yo, no era immortal para esperarla los siglos necesarios. Mi corazón se detuvo un momento, con el odio que me tenía, Había dejado que muriera, por ser tan distraído; miraba su rostro pacífico sin notar que su respiración se había detenido. Jane sufría enfermedades del corazón y ese día, no tomo sus pastillas por mí. La había distraido demostrandole mi devoción infinita hacia ella, solamente ella. Me sentía un monstruo, yo era el culpable. Aunque mi madre, había dicho que era una muerte natural y que la cual, todos la enfrentaríamos algun día; no estaba preparado, que fuera a sus pocos 20 años de nuestras vidas. A ella se le veía tan radiante, llena de vida, con sus cremosos abrigos de colores, sus botas de lluvia, y su cabello al viento, creando imágenes de pelicula. Y se sonrojaba, al escuchar mis frases... Otro recuerdo me invadía por completo, que fue lo que hizo que me desboronara: Sería un día lluvioso, había pronosticado el meteorologo, el sol escondido en la montaña. Jane y yo habíamos salido a caminar antes de que lluvía cayera. Su madre, me había recomendado llevar su abrigo y un paraguas, ya que una enfermedad era fácil que la pusiera muy grave. Tome las precauciones necesarias, y ahí estabamos. Sentados en una banca de el parque cercano, ella abrazandome y yo depositando besos en su frente cada ratos. El frío hizo presencia un pequeño tiempo despues, por lo que la envolví con su abrigo y el mío también. Ella me dedico una mueca de disgusto y dijo "No es necesario que me trates como un recién nacido, no necesito todos los abrigos del mundo" y se puso de pie. Algunas gotas de lluvia comenzaron a caer y le dije que deberíamos volver, por su salud. Ella era lo más importante en mi vida. Sentiria un gran vacío al perderla por una estúpida lluvia como esta, después de cuidarla 5 años. Su cabello se mojaba más y más. Y trate de jalarla de su brazo, queriendolo dirigir bajo el terraza de una cabaña. Pero no dio resultado, esquivo mi mano, y corrió hacia el centro del parque. Dio unas vueltas con sus brazos extendidos y mirando hacía el cielo nublado. La tome de la cintura y la miré dulcemente, "te amo" murmuré. Después corrimos hacia su casa, donde el día siguiente, estaba enferma con gripa. Yo llegue a cuidarla toda la semana, haciendole té y asegurando que tomara los jarabes...
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Gaby Rodriguez
Fracisco Martinez