Hay noches en que parece que la sordidez que se nos desea desciende sobre nosotros. Se sienten en el pecho presiones como puños recios y la respiración se entrecorta y se hace dificultosa.Noche seguramente en que algunos harán sus interdictos y acudirán a los antros de babalaos. El rencor ahí toma forma de sombra, y viene a asfixiar y a quitar el sosiego. En noches como esa la inspiración se corta y los ánimos caen en despeñamientos infinitos. Lo negativo parece encarnarse y desencajarte a golpes la mandíbula: Se ha entrado en el territrio de lo negro, donde la luz tiende a esconderse de las velas corrientes y alumbrar cirios previamente malditos.En noches como ellas recibo el golpe y me quiebro como una campana seca o un gajo desentrañado. Mis moléculas acusan la falta de oxígeno y el cansancio viene a doblegarme con un látigo omnívoro.Es entonces cuando el teclado desaparece de delante de mí y entro en el vértigo del desconsuelo lacerante.Cuando ello ocurre no voy a convocar aquelarres en contra ni a buscar ayuda en las desconocidas fuerzas espirituales de rostro multiforme. Unicamente apago las luces y me echo a dormir, esperando que los órdenes normales se restablezcan y que la mano de dios me proteja de los huracanes de tinieblas y los trabajos borrascosos que contra mí se han establecido...La paz llegará y con ella la alegría de la lumbre y la recreación de una nueva fuerza creadora, concéntrica, central, definitiva.........Hoy es una de esas noches en que las fuerzas negativas me ganan temporalmente la batalla y tratan de ponerle cerco y precio a mi alma...