A todo trapo (El Chivatazo)
Publicado en Apr 13, 2011
Primero.- El trapicheo nacional patrio es ya una cuestión de eshibicionistas con gafas de submarinistas de tan hundidos como estamos los de a pie. Las puñetas ya no sirven, así que se nos ha vuelto la sociedad una verdadera horterada a todo trapo. Los trapos políticos se han echado a remojo y hasta Baltasar Garzón (que ya ha dejado de creerse el Rey Baltasar del Oriente, Occidente, Norte y Sur) ya está en la cuerda floja. Lo que necesitamos, de verdad, es que los próximos inquilinos del próximo gobierno no dictaminen el próximo año más leyes trapenses, puesto que ya se sabe que los trapenses, a lo largo de la Historia, siempre han ido a lo suyo, a hacer negocio con el dinero de los demás y así vendernos chocolates a precios desorbitados para nuestras raquíticas economías prefamilires, familiares y posfamilares. A ver si cuando lleguen los nuevos inquilinos aflojan un poco la cuerda... porque... ¿habéis visto alguna vez a algún trapense delgado o agotado?. Nunca. Jamás los de la vida contemplativa han tenido problema alguno; así que, entre trapos de los de andar por casa, trapitos de las pasarelas más de moda que nunca y los trapicheos políticos, no nos queda otro recurso que meternos a trapenses para ver si por lo menos, contemplando a los demás comer a dos carrillos, nos alimentamos con la imaginación y, de paso, damos de comer al gato.
Segundo.- Siempre estamos con el Águila Roja y sus trapos sacados a relucir. ¿Qué nos está pasando a todos para emocionarnos tanto con estas historias de la Edad Media cuando la media de los españoles es vivir de 78 a 80 siglos si aceptamos la medida internacional, y a ver si se internacionaliza esta idea, de llamar siglo al mes y año al minuto. Y es que para nosotros aguantar un mes en dignas condiciones es como esperar a que pase un siglo. El gato sigue teniendo hambre pues está todavía más hambirento que nosotros que ya es decir. Las mujeres, ahora, se han vuelto tan ariscas que todas quieren ser princesas y se han vuelto sibilinas según escribe Daniel echándole mucho morro en La Verdad. Antes no nos faltaba la buena cerveza El Águila pero ahora nos tenemos que aguantar con un aguachirri de cafetal (que me parece que nos lo envían desde Colombia por eso de hacernos el favor de devolverles el favor que a su vez les hicimos en la Historia) pero con leche de las de Asturias (que todavía tenemos mucha leche los españoles) y un poco de leche en polvo de los EEUU que sería muchos más fácil escribir EU solamente y no EEUU como si no fuesemeos inteligentes y nos tuviesen que decir por duplicado que son los EU. El caso es acostumbrarnos a pasar estos trasgos amargos porque no es Miguel el primero en hacer un videoclip de esta subcultura televisiva que hasta a Beatriz -en relaidad no sé quién es esta tal Beatriz murciana pues la que yo conozco vive en Madrid y es madrileña- se le ha ocurrido hacerse la princesa del Castillo de Chinchón por ver si viene a rescatarla Águila Roja y haciéndose pasar por mujer misteriosa. ¡Qué misterio, Dios mío, y vaya muermo este de Águila Roja casi a la hora de dormir que te entra un sueño viendo la serie que no despiertas hasta pasada el alba, la mañana, el mediodía y un poco del atardecer de tan plomífera que resulya ya y mira que es pesado el tio de la flecha que donde apunta pone el ojo o como quiera cada uno pensar y decir que eso, por lo menos, no lo tenemos hipotecado todavía. Tercero.- Los trapos con los que tenemos que vestir por culpa de los buitres del gobierno y del antigobierno empiezan ya a deshilacharse y no hacemos nada más que catear en la asignatura pendiente de los españoles. ¿Ya sabéis de qué asignatura os hablo?. Pues no es la que están pensando los malpensados de siempre, no señor, que en vez de cotillas debían dedicarse a gobernar mejor la autonomías regionales. La asignatura que nunca aprobamos los españoles que estudiamos más y más es la Deontología que vaya usted a saber qué es a la hora de ponerla en práctica. Algunos confunden Deontología con Odontología y por eso se ríen tanto. Esperemos que a los que pasemos hambre no se nos desencajen las mandíbulas de tanto reír que, de momento no está prohibido por la autoridades regionales, comarcales, rurales y hasta ciudadanas. El caso es que no nos toca más que reír mientras nuestras parientas bordan y bordan los pocos trapos que nos quedan todavía en bastante buen uso por lo menos para ir a la cafetería de la esquina de nuestra casa. Y cuarto.- ¡Vamos aver qué nos cuenta Barinaga, no el periodista porque ya está más leído que el TBO sino el ex entrenador futbolero de Real Betis, Osasuna, CD Málaga, Atlético de Madrid, Valencia CF, Sevilla FC, América de México, Real Oviedo, Real Mallorca, Cádiz CF, Marruecos y Nigeria. Es mucho más divertido que ver la película de un señor magnate con anillos en todos los dedos mientras comemos unos cuantos espaguetis como épica resistencia para poder soportar que Zapatero y Rajoy sigan tirándose los trapos sucios a la cara mientras la señora de la limpieza del Congreso de los Diputados se queja de que desaparecen en la trifulca de todos los días que hay sesión ordinaria y mira que son ordinarios los dos. Bueno. Todavía tenemos algún que otro libro para leer. Yo tengo uno de esos de los "best seller" que por lo menos tiene mil doscientas páginas y a ver si algún día dejo de trabajar para ir leyéndolo. Por otro lado me parece que sigue triunfando el cine de barrio. Así que esta semana a llorar con "Marcelino, pan y vino" que tampoco está prohibido de momento si lo hacemos en nuestra propia casa y no en la calle porque nos obligan a no dar malos ejemplos y tenemos que ser más duros que el Alcoyano no vayan a decirnos que somos de la época magdaleniense y el que no lo sepa que lo busque en la Enciclopedia del Laorousse que mola un montón llevarla a cuestas dentro de la mochila por ser utensilio muy de moda en esto de las investigaciones periodísticas. Y ya está. A ver si tenemos suerte y vemos pasar a las chavalas del voleybol si es que nos da permiso el ujier del Congreso de los Diputados claro está y tras enviarnos un email o como se llame eso que aparece en la pantallita del móvil dándonos vía libre y cuidado con el tranvía no vaya que tengamos que llorar alguna desgracia más de las muchas que ocurren en este mundo porque los de a pie somos muy despistados.
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Jos Orero De Julin
sartre
la ESPAÑA pobre,un saludo