Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. El relevista caído da su testigo al jinete. Es la estatua emblemática. Hace calor. Mucho calor en la capital de España. Día de examen. Nervios a flor de piel. Profesor autoritario. Pesadez en el ambiente. Hay movimientos extraños. Nervios a flor de piel. Las ventanas muestran la luz pero la luz es opaca dentro del aula. Nadie es más que nadie pero hay quienes se sienten más que los demás. Examen. De pronto surge la propuesta del grupo de los "fachas". ¡Esperemósnos los unos a los otros para entregar los exámenes todos juntos!. Demasiado bonito para ser verdad. Pero acepto. Quiero ver hasta donde llega la hipocresía de los "fachas".
Empezamos a escribir con prisas. Ovíes y su grupo (los "fachas" del aula) parecen sonreír. A veces es mejor callar y ver... sólo ver... observar... mientras el profesor nos amenaza con puntuar según el tiempo de entrega. Soy de los primeros en terminar de contestar a las preguntas. Hay que ser tíos legales. Espero. Espero bastantes minutos para que todos mis compañeros acaben. Y como era de esperar Ovíes y sus "fachas" se lanzan en tromba una vez que han terminado para entregar sus trabajos los primeros. O tíos legales o proquería de tíos pienso para mis adentros mientras sigo esperando a mis compañeros. La entrega de exámenes ya es una lucha contra el reloj donde nadie respeta lo pactado. Los "fachas" sonríen creyendo que me voy a molestar. Yo sigo esperando hasta que creo oportuno. Entrego mi examen y salgo de la clase con la conciencia de haber cumplido. O tíos legales o porquería de tíos.
No importa saber el nombre de la chavala que me dijo lo de "es que eres demasiado legal y no se puede ser así". O tíos legales o porquería de tíos pienso yo. En esos momentos me viene a la memoria Alicia la del Banco: "Nunca cambies, Pepe". No. He podido tener excesos de confianza y caerme de vez en cuando pero no... no he cambiado... no pienso cambiar. "¿Sabes lo que te digo, sureña?, que o somos tíos legales o somos porquería de tíos. No sé de qué parte estás ni me preocupa en demasía. En realidad no me preocupa nada en absoluto. Y no pienses más en mí. Porque no voy a romper mi sonrisa y el domingo estaré en el campo de fútbol con todos mis compañeros de verdad. Sigo siendo el del Esparta de San Isidro. Sólo tengo que aclararte lo siguiente: en ciertos temas o somos tíos legales o somos porquería de tíos. Si esa porquería de tios, Ovies y sus "fachas", son tus amigos mejor no me los presentes porque no deseo conocerlos para nada".
Saqué muy buena nota en el examen de marras. Sólo qué no me importó si era nota muy alta o muy baja. Lo que en verdad me preocupaba era no fallarle a mis compañeros. Ni les fallé en el Pacto apalabrado (¡y qué poca palabra tenían Ovíes y su grupo de "fachas"!) ni les fallé el domingo. Más allá de nota alta o muy alta no me preocupaba nada más que seguir dirigiendo a mis compañeros en el terreno de juego con la misma sonrisa de siempre. A veces, sureña, en ciertos temas pactados, o somos tíos legales o somos porquería de tíos. No te preocupes por mí... yo soy feliz como soy... y a pesar de mis errores por exceso de confianza jamás voy a cambiar. Así que si son tus amigos no me interesa conocerlos. No sé cuáles son tus maniorbras pero eres sureña y te respeto. Adiós. Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. Ya no existe el tranvía. En el centro de la plazoleta el relevista caído entrega el documento al jinete. Tomo el relevo del compañero caído y sigo adelante. Y, tal como predije, el domingo ganamos una vez más.