De este libro Carlos Edmundo de Ory ha escrito lo siguiente: "En "Constelaciones al abrir la nevera" está presente el fin del milenio con sus fantasmas y realidades; el sida y el amor, la manipulación de la información y el poder, las nuevas tecnologías, la amenaza nuclear y los depredadores del planeta, nacionalismos y fundamentalismos, guerras fratricidas, el problema Norte-Sur y los grandes movimientos migratorios del futuro, la doble moral y la caza de brujas... todo ello tratado desde el compromiso vitalista con la utopía, con heterodoxia y agitación pero sin perder el sentido del humor y la ironía. Poesía anímica y alucinógena en labios juglarescos".

Son poemas que van desde "Ballet de los caminantes de estrellas" hasta "Bajo la parra". Poemas de esas esperanzas contradictorias actuales que se viven en una sociedad mediocre que está esperando una aurora que haga salir de las alcantarillas a los seres humanos. "Bajo la parra" es como una especie de simbolismo de signo emocional para criticar el caos actual que está demoliendo esta especie de carrera social hacia el abismo.

Me gusta, sobre todo, el poema titulado "Cuando escribo". ¿Qué sucede cuándo un poeta escribe?. El ir desde la luz de un habitante con habitación en donde aparece un Rimbaud fatalista, hasta la posibilidad de ser como San Bernardo en las Cruzadas. Desfilamos entre la condenación de Fausto y los dioses de las caballerías (dormir poco, hojas en blanco que no podemos analizar con cualquier sueño que no tenga sentido vital y creer todavía en lo imposible).

"En los arrabales de la galaxia". Una mirada con pregunta: ¿qué hace un meteorito como tú en un sitio como éste?. La respuesta es una neofilosofía para deducir que estamos viviendo en un planeta que dejó de ser un círculo cerrado y ahora se abre a la luz del dolor iluminando en la oscuridad de los pensamientos entregados a la tarea de creer en lo cósmico como solución. En la crítica aparece la paradoja de la belleza, con la cual Ángel Pestime llega a centrarse desde Shakespeare hasta Quevedo para construir un libro parcialmente cómplice del consumismo. Es la contradicción de la poesía actual.

Cito algo que leo de "Deserciones": "He huido de rumores de campanas, de feroces asesinos con arrugas como huellas de neumáticos en la noche breve y garabateada del desierto, me he evadido de presidios de lilas y catedrales esculpidas en hielo". Y es que me parece uno de los poemas más buenos del libro. Esa deserción de la vida impregnada de cosas externas al alma del poeta.

Y termino señalando también como gran poema al titulado "Instantes eternos en mitad del atasco": presentes sin futuro, exhibiciones del amor, tarjetas de embarque hacia las tormentas, la vida como si fuera el final del mundo, rostros que se pierden, tatuajes como si fueran notas de competición contra alguna clase de fantasmas hipermodernos, eclipse... un eclipse final. Total, un libro libre que, para mi gusto, a pesar de lo bueno que es, resulta bastante pesimista. Si queréis leerlo os lo recomiendo aunque a mí me gusta otra forma de hacer poesía. "Todavía muchos de la agenda vieja llaman a casa preguntando por tí". Lo siento mucho pero estoy demasiado lejos de cualquier alucinógena sustancia...