LA GORDA (De La Llorona)
Publicado en May 28, 2011
"La señora Gorda" La llorona.
De la vida real que parece ficción. Hasta una altura de 2.100 metros sobre el nivel del mar, se puede sembrar café. En La sierra nevada de Santa Marta a nivel del mar en Colombia, hay muchas fincas productoras de café. Esta historia ocurrió en la vereda de Camagual del corregimiento de San Pedro. En la finca La Llorona a 45 kilómetros, 7 horas a pie por camino de herradura con la carretera central, a las 10 y 30 de una noche oscura fue lanzado un grito de auxilio: ¡ALÓOOO! ¡VECINO DON IGNACIOOOO!... Favor avisar a dos vecinos más, que la señora María de la llorona está enferma y necesita bajar al pueblo, ¡es urgente! ¿Que quéeee?, contestó don Ignacio de la finca La Cueva. ¡Auxilioooo! Bien, vamos enseguida, contestó nuevamente don Ignacio. ¡Alóooo, Elíaaas !... en la finca La Llorona necesitan auxilio para la Gorda que se enfermó... Gritó don Ignacio pasando la voz a la finca La Pelton. Elias contestó: enviaremos 3 trabajadores Nacho. Gracias. ¡Alóoo Marcoooos! Gritó Elias... ¡Que María la gorda llorona está enferma y necesita auxiiiilio! ¡Listooo Eliaaas!,¡enviaré trabajadooooores! Contestó Marcos de la finca La Floresta. La comunicación nocturna era por medio de gritos, no existía otro medio. De día o de noche el único medio para el trasporte era a pié por el camino de herradura. Para cargar una persona enferma se hacía por el sistema de Parihuela, andas. Se coge una guadua (especie de bambú gigante), se amarra una hamaca de las dos puntas y se transporta la persona en la hamaca cargada en hombros de dos personas, uno en cada punta de la guadua. María la gorda la viuda, pesaba 79 kilos. A las 8 de la noche se enfermó, presentaba síntomas de intoxicación, le dolía fuertemente la barriga y echaba espuma por la boca. Su familia esperó las dos horas acostumbradas en espera de su mejoría para pedir auxilio a los vecinos. Su finca quedaba en la otra montaña, al otro lado del Río Frío. De su casa salieron Chucho y Chicho dos trabajadores con ella en la hamaca y la señora Deisy de compañía que les alumbraba el camino con linterna. Llevaban hora y media de recorrido en bajada, cuando se encontraron con don Ignacio y dos trabajadores. Inmediatamente fueron relevados y bebieron de la chicha que les llevaron. (Tan fuerte, que ya servía para catear joyas) El segundo encuentro con los 2 trabajadores y don Elías ocurrió una hora después loma arriba. Las fincas de don Ignacio, Elias y don Marcos Hortúa Restrepo, estaban a la misma distancia y ellos eran primos entre sí. Don Marcos envió a su hijo Orlando (el Ovejo le dicen) con Joaquín Orrego, su trabajador de confianza. Orlando y Joaquín llevaban poco trayecto caminado cuando se encontraron con la enferma y los cargadores. (Orlando practicaba la medicina de yerbas y le decían el Comadrón porque había atendido partos extras) Examinó a María la gorda. La auscultó por todo el cuerpo, le dio a beber tres copas de su Sanalotodo, trató de levantarle el vestido para examinar un posible embarazo mental extrauterino y la señora se enojó y más espuma echó por su boca. ¿No te das cuenta que tengo 55 años? ¡Idiota! le dijo) -En realidad tenía 60 años- Don Marcos le había echado en la mochila de Joaquin 5 botellas de "Ron Cagáa" chirrinche de su alambique personal, y les dio un trago a cada uno de los auxiliares. Luego Joaquín cargó de una punta de la guadua con Orlando, era el tercer relevo y caminaron sin descansoloma arriba hasta El Crucero. Hicieron el relevo nuevamente, se tomaron otro trago y marcharon hasta el sitio de El Mico. Al cambiar turno, también se relevaban para alumbrar el camino con linternas y evitar tropezar con las piedras. Ya el terreno era bajando la loma y calcularon 2 y media horas para llegar a La Gran Vía, en la carretera central. Bajando la loma "Cansaviejos" Chicho y Chucho trastabillaron y cayeron rodando loma abajo. La gorda peloteaba también con peligro de caer al cañon del "Guaymaro". Orlando logró detenerla, ella se paró, se bajó sus calzones bombachos de un lado de la nalga y le pidió la sobara. Orlando le frotó con Sanalotodo y le encimó un besito en la nalga, ella dijo: ¡Casi me matan estos hijueputas chicheros! Continuaron viaje y llegaron con la enferma a las 7 y 30 de la mañana. La Gran Vía era una tienda con un billar, descargaron a la señora en la mesa del billar, Orlando la miró nuevamente, aún echaba espuma por la boca y la dejaron con la señora Deisy, su acompañante. Los 10 auxiliadores se dirigieron a la cantina y pidieron cervezas para calmar la sed y descansar por tan tremendo esfuerzo. Se olvidaron de su enferma por un rato. Como 18 minutos después, Orlando fue a pasarle revista a la señora María la gorda y su acompañante y, no las encontró; las llamó fuertemente y no estaban. Luis Enrique -el Bobito de Nancy, le decían- era el dueño de la tienda, le preguntaron por ellas y contestó: Ellas entraron al baño, se cambiaron de ropa, se retocaron el maquillaje, salieron por la puerta de atrás y se subieron a un bus con destino Santa Marta. Hace un rato... ¡como 13 minutos! No sabían si reír o maldecir, se escucharon gritos con palabras groseras: ¡Vieja malparida! ¡Vieja hijuepútaaa! ¿Cómo se atrevió a hacernos esta jugada?...XXx.xl.!.p..xzmm!... Pobrecita...creo que se sentía muy sola y chiripiorcada, (stres en los pobres) debe estar bañándose en el mar. Dijo don Elías, que había entrado al baño y encontró pedazos y sobres de ALKAZELTZER con los cuales demostraba los signos de intoxicación al hacer espuma en su boca. Los 10 hombres regresaron borrachos y maldiciendo. ¡TREMENDO ENGAÑO! Una historia de la vida real. CHUMBIMBON. Manizales, mayo de 2011
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facundo aguirre
Mar Sal
Te felicito y un envio un saludo desde Tenerife ( Una de las islas afortunadas)
Mar
Emme
Saludos, Emme.
Verano Brisas
P.D. Si me sigues diciendo "don", te voy a decir "doctor". El protocolo para los extraños está bien, pero no para los compañeros y amigos.
MAVAL
bien contada, me recuerda esas historias que contaban mis abuelos
que uno nunca sabía si eran de verdad o un ardid que él hacia para tenernos entretenidos...
como sea , si bien es cierto se nota que la solidaridad es de suma valiosa en la gente humilde
no es menos cierto que a veces unos se pasan de listo...
mis saludos cordiales!
Flor
Jorge Escobar M
MARINO SANTANA ROSARIO
Felicidades!!!
Abrazos,marino