¿De qué sirve vivir para vivir?. El asunto tiene su miga de pan y café con un poco de aceite y una escabechina de escabeche escabechado si no es mucho pedir. Así que, ya está la miga de pan, el café con un poco de aceite y una escabechina de escabche escabechado y, si es posible o imposible, pues a la final da lo mismo lo mismo da, unas cuantas napolitanas de Nápoles para que nos hagan un poco de compañía cantando lo de ¡Oh, sole mio!, ¡La felechitá! o lo último de Doménico Modugno y si no sabéis quién es Doménico Modugno a ver si nos conformamos con un poco de Doménico y nos toca recibir un fabuloso cuadro, aunque sea una copia en miniatura, de Doménico Teotocópulos o algo parecido (se admite también cualquier música de flamenco rosa)... ¡ya veremos ahora a ver que hacen las rajoyistas vengan haciendo rayajos aquí y allá por ver con quien se ligan para gobernar y los zapateriles dispuestos a cambiar las botas de siete leguas por los botines de Mary Poppins que, si os fijáis bien, la tal Mary Poppins volaba con paraguas y botines negros y eso es verdad!.
Lo primero que hay que saber es tener la cabeza dentro del hueco de la escalera pòr donde se ha caído nuestra mamá con el milagroso resultado de que no hemos sido afectados de triquinosis porque no ha desayunado lonchas de jamón y tampoco se ha producido el terremoto de Agadir que ya pasó a la Historia. Así que una vez dentro del hueco materno hay que intentar sacar la cabeza. Bien. Vamos bien. Ahora, antes de salir del todo, miremos hacia la derecha (rajoyistas) y miremos hacia la izquierda (zapateriles) para ver qué nos proponen o es necesario que estemos más tiempo dentro del hueco materno. Pausa. Silencio. Observar detenidamente. ¿Saldremos o no saldremos del hueco materno?. ¿Terminan o no terminan de decidirse nuestras mamás?. ¿Y qué dirán los vecinos del tercero B cuando hayamos salido?. ¿Seremos buenos como el Tulipán con Pán o más malos que la Quina Santa Catalina?. Preguntad antes de salir. Así que volvemos a meternos dentro del hueco a meditar. Pausa. Meditemos. A seguir meditando que, a lo mejor o a lo peor, les entra la conciencia a unos y a otras...
Fin de esta pausa. Ahora sacamos de nuevo la cabeza y esperamos que nuestras mamás empujen de lo lindo para entrar en el metro de la Puerta del Sol de Madrid que está cayendo un lorenzo que no hay quien lo aguante. Nosotros sólo observamos viendo pasar a los de la Sala de Neonatos Noneonatos o Preonatos Postneonatos que de todo hay en las viñas españolas. ¡Ha llegado la hora de tomar leche!. ¡Hala!. ¡Otra vez nos metemos en el hueco materno y esperemos ahora que nuestra mamá ya no se caiga más veces por el hueco de la escalera!. Pausa. Le damos un poco al chupete adobado con azúcar y un poco de moriles del Tío Pepe. ¡A saber si podremos salir por fin o nos lo impiden las fuerzas brutas del forceps y las tenazas del carnicero!. Bueno. Termina la pausa.
Asomamos otra vez la cabeza y vemos a un señor de Albacete marcando un gol de aquí te espero hasta que llegue la cuesta de enero. No. No penséis que es el de Villabilla (Iniesta marcando el gol de la victoria) sino que a quien vemos es a un tipo que se cree Don Quijote enamorando a Dulcinea y todo porque juega de titular en el equipo albaceteño de La Roda... ¡y ya estamos otra vez con el fútbol!. Así que volvemos a meter la cabeza dentro del hueco materno a ver si nos hacen caso y dejan papá, mamá y resto de la Gran Familia de los Simpson de hacer tanto el tontorrón con la tele!. Que sí. Que volvemos a darle al chupete ahora adobado con un poco de aceite de ricino para que se nos engrasen los riñones al Jerez... ¿y qué pasa con el problema existente entre el Jerez Deportivo y el Jerez Industrial?. Pues no lo sabemos porque todavía no hemos salido del hueco materno donde nos tienen fritos con el forceps y las tenazas mientras nos defendemos tirando del carro de la indiferencia para que se fastidien y nos odien más. Nada. A pensar de nuevo. Seguimos sin salir. Pausa. Vamos a ver si ahora sí se puede sí se puede sí se puede clasificar para el Mundial. Nosotros tranquilos. Que discutan los del Senado que para eso son senadores y a nosostros ¿de qué nos suena esto del Senado?. Posiblemente si nos dejan salir y no se les antoja seguir con el forceps y las tenazas podamos algún día estudiar la época de los romanos de cuando la vida era un festín de circo con gladiadores y todo además de leones comiéndose a los cristianos y a las cristianas de buen ver. Vamos a ver qué pasa. Sacamos otra vez la cabeza.
En ese intento estamos cuando vemos llegar, a tropel, a todo un batallón de seres adultos y adustos vestidos con batas blancas y seguidos de adultas y adustas también vestidas con batas blancas. ¡Socorro!. ¡A meterse otra vez dentro del hueco materno!. Esperemos que no nos vean o que no se note que nuestras mamás están embarazadas para ver si nos olvidan y les cantamos aquellos de ¡olvídeme... olvídeme... olvídeme señor carnicero que sólo estamos en enero!. Bien. Pausa. Ahora que piensen ellos. Pero como no saben pensar más que naderías (¡y que bien estamos nosotros nadando en la piscina del hueco de nuestras mamás!) como ¡Qué buenas son las madres claretianas... qué buenas son que nos llevan de excursión!... pues volvemos a sacer la cabeza porque al parecer a lo que acudían tan rápidos los de las batas blancas y las de las batas blancas es porque habían visto a un ratón "colorao" "subío" en el "tejao" del hospital y tenían miedo no fuese a bajar a la Sala de Recepción y les mordiese las uñas de los pies. Porque... ¡madre nuestra qué uñas tienen en los pies los pavos y las pavas del forceps y las tenazas!. Bueno. Ahora no pensamos ni meditamos que solamente estamos razonando para que sepan que ya razonamos desde que estamos dentro del hueco materno. ¡Mira que son brutos y brutas estos adultos adustos y adultas adustas que ni saben quiénes fueron Sérvulo, Quintiliano y Tertuliano!. Así que nos reunimos nosotros y nosotras para echar una
tertulia desde nuestro hueco materno hasta los huecos de las demás mamás.
Lo primero que debemos saber es cómo funciona este cable que llaman cordón umbilical y a ver si tenemos suerte y al enchufarlo al intestino grueso de nuestra mamá nos vemos una de Curro Jiménez o de Los Ángeles de Charlie. Bueno. Las bebés que vean a Curro y los bebés a la angelitas. ¡Dios mío!. ¡Ahora nos auscultan para ver si nos movemos o no nos movemos!. Nada. No es hora todavía de sacar la cabeza. Todos quietos y callados no vaya a ser que si nos movemos nos descubran los señores de los forceps y las tenazas. ¡Pero qué brutos son, abuelita, qué brutos son!.
Bien. Consulta pasada. De momento estamos sanos y no sufrimos de almorranas ni de forúnculos ni de cosas de adultos y adultas. Todos nos comunicamos a través de la mente y hemos decidido sacar la cabeza. ¡Un momento!. ¡Qué vienen los señores jueces del Juzgado de Guardia para decirnos que quiénes somos nosotros y nosotras y mire que son tontos que no se dan cuenta de que todavía no tenemos nombre propio porque todavía no hemos salido y los curas dicen que nanay... que no nos ponen nombres propios si no nos mojan la cabeza con no sé qué chorrillo de agua que está más fría que la del Nevado del Colorado. Bueno. Podemos estar equivocados porque todavía no hemos estudiado bastante Geografía. ¿Sacamos o no sacamos la cabeza?. De momento volvemos a escondernos en el hueco materno y rogamos a Dios que nuestras mamás no se caigan por el hueco de la escalera.
(Continuará).