La tercera hiptesis (Divulgacin)
Publicado en May 30, 2011
Si Marylin Monroe viviese ahora tendría ya 85 años de edad y no podemos ni imaginar si estaría igual de guapa que cuando murió o no. Eso ya no importa. Lo importante, lo que queremos saber, lo que queremos conocer y lo que queremos descubrir es cómo y de qué manera murió.
Dos han sido las hipótesis que se han venido manejando desde su muerte. La primera de ellas, nada más conocerse su muerte en la habitación de un hotel, es que se autoeliminó; o sea, que se suicidó con la ingesta de una sobredosis de barbitúricos de nembutal. Y dicen que lo hizo por su atormentada infancia y juventud en la que vivió el infierno de los abusos sexuales de parte de algunos de su familiares y otros enfermizos machistas. Esta hipótesis a mí ya no me convence porque en la fecha en que murió se encontraba en el momento más espléndido de su vida tanto como actriz de cine como por su belleza femenina. La segunda hipótesis que se ha manejado es que, como era amante secreta de John Fitzgerald Kennedy, de Robert Fitgerald Kennedy y de otros altos cargos políticos de Estados Unidos, sabía demasiadas cosas que todos ellos le contaron en los momentos de intimidad en la cama y que si los hacía público les costaría el cargo a todos ellos. Ellos fueron, dirigidos por los dos hermanos Kennedy, los que mandaron envenenar a Marilyn Monroe; puesto que al parecer descartan que muriese por sobredosis de barbitúricos de nembutal y lo que sucedió es que la envenaron. Esta hipótesis tampoco me convence. Yo tengo, ahora que lo pienso detenidamente, una tercera hipótesis más creíble porque puede ser más real y verídica. Ella no sabía ningún secreto político y no entendía nada de asuntos políticos. Luego no fueron los políticos quienes mandaron que la envenenaran. Entonces me queda una opción muy real. La mandó envenenar una mujer por culpa de la envidia y los enfermizos celos haciendo que, tras morir, le introdujeran en su cuerpo una gran cantidad de píldoras de nembutal y regasen otras cuantas por encima de la cama. Eso sólo es producto de una mente enfermiza. ¿Y quién pudo ser ducha mujer?. Pues es bien sencillo: la esposa de John Fitzgerald Kennedy, la llamada en su época Jacqueline Kennedy antes de ser llamada Jacqueline Onassis (quizás Onassis tuvo algo que ver en la manera en cómo se llevó a cabo dicho envenenamiento). Observad la mirada de los ojos de Jacqueline Kennedy en las fotografáis de aquella época y veréis como refleja odio y celos. Observad su rostro, sobre todo la parte cercana a la comisura de sus labios y veréis cómo son de una persona atormentada y amargada por la envidia y observad como muchas veces usa gafas de sol muy oscuras precisamente para que no se pueda leer en su mirada, la envidia, el odio y los celos que sentía contra Marylin Monroe que, precisamente en aquellos momentos, estaba en lo más esplendoroso de su carrera cinematográfica y en su belleza física por lo cual, repito, no tenía motivo alguno para suicidarse. La persona que mandó envenenar a Marylin Monroe fue Jacqueline Kennedy con el apoyo y ayuda del magnate Onassis. Y, siguiendo desarrollando esta tercera hipótesis, podemos llegar a deducir, por razonamiento lógico, que quien mandó asesinar a John Fitzgerald Kennedy poco después de la eliminación de Marilyn Monroe fue el mismo Onassis en connivencia con Jacqueline Kennedy que luego se llamó Jacqueline Onassis. Elemental querido Watson diría Sherlock Holmes.
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Jos Orero De Julin
Emme
Saludos, Emme.