Cecilia viene a vernos. (El Chivatazo).
Publicado en Jun 04, 2011
Atención..atención... y mucha atención... que quieren sabotearme el artículo pero sé improvisar un mogollón. Que resulta que decía antes de que me borrasen parte del texto que viene una tal Cecilia a Murcia... me parece que quiere representar el papel estelar de una obra de Armiñán pero viene acompañada de Sánchez Arminio luego le gusta el fútbol o dice que le gusta el fútbol aunque no tiene ni idea de la distancia en que hay que poner la pelota para lanzar un penalty. Por cierto es madrileña o quizás dice ser madrileña... y la he visto en un cuadro pintado por un flamenco. ¿Quizás nació Cecilia en Granada la de las rojas granadas o granadillas granadas que de esto de granadas sé un montón desde cuando la mili?... pues eso... que llega procedente del Teathre Royal Palace de Madrid, vestida con un abrigo de armiño regalo del Colegio de Árbitros de Fútbol de España y en pleno junio que vaya calor que debe pasar la pobre, pero haciendo escala en Milán porque las chavalas de por estas Españas tan quebradiza de memoria (y mira que hago memoria y resulta que no recuerdo a la tal Cecilia) y van y nos dicen que se van para Murcia pero antes se tiene que garbear por Milán para estudiar no sé qué de la Historia del Milanesado de cuando los merovingios del reinado de Clodoveo que sí que fue un rey como Dios manda. Pues nada. Que me he acercado al aeropuerto de San Javier, la he visto bajar del "vión" (como dicen los niños inteligentes cuando empiezan a hablar) y no me acuerdo de quien es esta tal Cecilia pero me obligan a invitarla a una milanesa para poder entrevistarla porque llega de Milán y menos mal que no le ha dado por pasarse por Hamburgo y así me libro de invitarla a una hamburguesa. Así que comenzamos a pegar hebra mientras una señora muy mayor me dice sinvergüenza sin darse ni cuenta pero yo ya voy a lo mío que me han dicho que me pagan 3 euros si consigo entrevistarla. Volvamos con Cecilia que está esperando la entrevista.
Yo.- ¡Hola, Cecilia!. ¿Qué?. ¿Dándose una vueltecica por Murcia?. Ella.- Pues sí... algo así... ¿quieres que hablemos de la Historia del Milanesado?. Yo.- Prefiero lo de la milana de los santos inocentes... Ella.- Sí. Me gustó esa película. ¡Qué mala suerte que al final matan a la milana!. Yo.- Y qué te parece, al final, la venganza del menda. Ella.- ¿La venganza de Don Mendo?. Yo.- No. la venganza del menda que lo representaba un murciano de Águilas. ¿Sabes a quién me refiero?. Ella.- Yo es que de Murcia sé más bien muy poco. Por ejemplo que Águilas está cerca de la costa. Yo.- Perdona, Cecilia, que te corrija. Me parece que no sabes distinguir entre un águila común y un águila real. Ella.- ¡Me apetece una birra de águila!. Yo.- Pues lo siento pero yo no soy cazador. Ella.- Me refiero a una águila bien espumosa. Yo.- Te advierto que El Aguilucho, del cual te puedo contar toda su historia, está al acecho... Ella.- ¿Quién es El Aguilucho?. Yo.- Un menda de nariz aguileña que era defensor de chavalas como tú. Ella.- Me parece que me estás engañando. Yo.- ¿Yo?. Yo no soy yo luego no te estoy engañando. El Aguilucho todavía se puede leer por alguna biblioteca que otra. Ella.- ¿De verdad?. Yo.- De verdad... ¿qué?... Ella.- ¿De verdad me llamo Cecilia?. Yo.- Eso me ha dicho Leonardo Di Caprio. Ella.- ¿Pero si yo al único Leonardo que conozco es a Da Vinci?. Yo.- Pues Leonardo Di Caprio te conoce a ti. Ella.- ¿No será ese El Aguilucho al que te estás refiriendo?. Yo.- Perdona pero tengo que irme. Ya terminaré la entrevista contigo el próximo 29 de febrero cuando llegue el año bisiesto. Total sólo me van a pagar 3 euros por ella. Ella.- ¿Tres euros por mí?. No respondo de mis actos. Así que salgo chutando. Pues a lo que íbamos. Que resulta que desde Madrid me avisan que sólo me quedan quince minutos más y todavía hay que corregir el borrador. Y yo que insisto en que me borren de los borradores y ellos, los enviados por mi Jefa, que no y que no y que no... que no quieren borrarme... ¿Y ahora que os cuento yo?. Bien. Recuerdo el cuento de Caperucita pero ese ya está muy conocido. Recuerdo el cuento de Blancanieves pero ese tampoco vale para salir de este apuro. Y recuerdo el cuento de Cenicienta que puede colar así que lo intento. Érase una vez una tal Cecilia que pasaba por un momento de crisis por culpa de un chaval que la había enamorado y como tenía dos hermanas gemelas muy envidiosas se hizo pasar por las dos al mismo tiempo. El chaval no sabía cuál de las tres era Cecilia La Cenicienta y se fue a consultarlo con el Mago Merlín quien, primero, le desplumó al cobrarle 500 euros la consulta. Al final resulta que Cecilia era Bohl de Faber... Ya está... Si alguien reclama porque no le ha gustado el cuento que se le devuelvan 3 minutos del tiempo malgastado y en paz. Hasta mañana que me cierran el estanco y hoy no trabajo más.
Página 1 / 1
|
Lucy reyes