Hoy es martes 7, junio.
Tengo los ojos hinchados y un dolor terrible de cabeza, en fin.
Es triste cuando estas bien con alguien, pero esa persona sigue enamorada de su ex y tú también, aunque intentas salir de tu hoguera, esa persona siempre está en tu mente, manipulandote siniestramente sin que ella misma lo sepa. Intento huir de sus garras que me quitan el haliento y me hacen olvidar mi propio respirar. Fui a la escuela, llegué tarde y un puntazo me llegó al corazón, derramando sangre por horas, no quería recibir ayuda, pero muchos querían ayudarme, intentaba ignorarlo, tres chicas se me acercaron, dos amigas mías y una compañera, que me acompañaron durante mucho rato, la mujer de la biblioteca me dio un icor de hierba para sanarme, pero no logró nada más con quemarme la cara, gargante y lengua. 
Estaba resiganada a que no iba a poder salir de ese lugar, porque nadie venía por mi, para sacarme de allí, hubo un momento en que  quedé completamente sola, me levanté de mi asiento y caminé lentamente hacia otro, mientras seguía sangrando, me recosté de lado entre dos sillas, quería leer pero mi vista era muy borrosa para hacerlo, me empezaba a congelar y sentí el frío en mi cuerpo, en mi mente, en mi corazón. Hasta que dicen mi nombre por la estrecha puerta y me hicieron salir. 
Aquella mujer me sonrió, me abrazó, era la mujer que trabaja en mi casa, nunca quise entrar en detalle con nadie, porque es doloroso para mi. 
Mañana no sé que haré, ya que estaré más calmada me preguntarán porqué sangraba,pero no sé como librarme de ello. 
Caminamos lentamente, ella en el camino compró un cigarro y lo iba fumando a mi lado. Seguimos caminando y entramos a un auto que nos trajo a mi hogar. 
Me dejó fuera de los pasajes y yo llegué sola a este desagradable lugar, entré por la puerta trasera, mi perrita lloraba quisiera saber por qué. 
Entré a mi casa sin decir nada, mi hermano me miró y se alertó por verme en dichas condiciones, pero no quise hablar y me encerré en el baño. 
Salí del lugar y me encerré en mi pieza, coloqué mis canciones y hablé un rato. Volví a sangrar, mientras más y más veía, más sangraba y de más odio me llenaba, odio y perdición.
Pude ver las horas en el reloj, vi que era temprano, quise descansar, coloqué las alarmas, que me despertaron una hora después, no sé que hacer, mis manos están heladas y mi pecho igual, mi cuerpo está descompuesto y mi cerebro por explotar. 
Intento mirar el oscuro cielo que hay por la ventana, pero lo hago y mis ojos se queman en la atmosfera confusa. 
Me pregunto, daré libertad a mis recuerdo? daré un mundo nuevo al dichoso mestizo que apuñaló mi pecho? o lo respaldaré y no lo dejaré huir? dejando que cada día me apuñale más y cada día sangre más que el anterior? cada día, hasta lograr mi soñada muerte? 
Es una pregunta que ni mis fríos y escasos sentimientos pueden responder.